Fernando es sancionado con cuatro partidos por sus insultos al árbitro en el Sevilla-Osasuna

El brasileño Fernando no podrá estar en los próximos cuatro partidos con el Sevilla debido a la sanción impuesta por el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol por sus insultos al árbitro Pulido Santana y el resto de sus ayudantes durante el partido del pasado domingo entre el club sevillista y el Club Atlético Osasuna.

Fernando fue expulsado cuando ya se encontraba en el banquillo tras ser sustituido en los últimos minutos del choque y en el acta arbitral quedaron registrados duros insultos y además de forma reiterada contra los jueces que habían dirigido el encuentro.

Tanto es así que el veterano jugador, que era la segunda vez que era expulsado durante su carrera deportiva, tuvo que ser conducido a la fuerza hacia el interior del vestuario por parte de su compañero Dmitrovic.

En su resolución, el Comité de Competición señala que a Fernando decide "imponerle una sanción de suspensión de cuatro partidos, mínima de las previstas en el artículo 99 del Código Disciplinario de la Real Federación Española de Futbol". El castigo, según ese artículo, tiene un mínimo de cuatro partidos y un máximo de doce, por lo que la sanción no ha sido tan grave en ese sentido.

También se refiere a Jorge Sampaoli, al que decide "dejar sin efectos disciplinarios la amonestación recibida".

Un castigo duro

La sanción al brasileño se recoge en el capítulo de insultos, ofensas verbales y actitudes injuriosas. El jugador se exponía a una posible sanción que oscilaba entre los cuatro y los doce encuentros. Se había rumoreado durante la mañana que el mínimo iba a estar entre cinco y seis, pero finalmente fueron cuatro.

Será una baja importante para los sevillistas en un tramo fundamental de la temporada, con los puestos de descenso a sólo dos puntos, ya que Fernando, una pieza fundamental, sobre todo si fuera utilizado en su posición natural de medio centro, no podrá estar ante el Atlético de Madrid, Almería, Getafe y Cádiz.

Una de las cosas que podían haber aminorado el castigo era el arrepentimiento instantáneo y llama la atención que ni dirigentes ni cuerpo técnico ni empleados del Sevilla se lo aconsejaran justo tras acabar el encuentro. Fernando se disculpó el lunes a través de las redes sociales, pero eso ya no tenía ninguna validez para los organismos disciplinarios.