Óliver Torres: "En la vida hay que tratar de disfrutar también de los malos momentos"
Sevilla FC | Entrevista
El máximo goleador sevillista es un fijo en la Liga, descartado en la Champions, que sugiere una introspección contra la crisis: "Cada uno tiene que mirar lo que significa jugar en el Sevilla"
El Santiago Bernabéu, ¿misión imposible?
El máximo goleador del Sevilla es Óliver Torres con tres tantos y no puede jugar la Champions. Por sí misma, esta paradoja basta para cuestionar una planificación mal parida. El extremeño (Navalmoral de la Mata, 10-11-1994) se siente en su mejor momento justo cuando el Sevilla está intentando salir de la zozobra. "Voy a intentar sacar todo el amor propio que llevo dentro y toda esa ilusión que me llevó desde niño a irme a los once años de casa hasta ser profesional", dice.
-Parece que este año toca pelear y sufrir...
-Sí, veníamos de tres años muy buenos y, como en la vida, a veces vienen adversidades y hay que superarlas. Por suerte queda mucho, estamos a tiempo de todo. Ojalá que el equipo mejore colectiva e individualmente y ganemos para coger ese punto de confianza que necesitamos.
-¿Cómo se encuentra anímicamente el equipo?
-Lógicamente cuando se gana todo es más bonito y cuando no se gana es menos bonito. Pero estamos con fuerza para revertir la situación, para volver a ser lo que es el Sevilla y para llevar al Sevilla donde merece. Nos vemos con fuerza y con la capacidad de hacerlo posible.
-Jorge Sampaoli insiste mucho en lo anímico, el amor a la pelota, el amateurismo ¿cómo se disfruta del fútbol en una mala situación clasificatoria?
-En la vida hay que tratar de disfrutar de todos los momentos, de los buenos y de los malos. Es verdad que trabajar sobre resultados positivos es mucho más fácil, la confianza viene sola. Pero también se verá de qué está hecho cada jugador, el equipo en sí. Es momento de que cada uno sume y entre todos tener ese amor por la pelota, por el fútbol, por lo que la vida nos ha dado, que es un privilegio y que también lo tenemos que sentir en estos momentos que no son tan buenos.
-¿A qué supo el final tan rocambolesco del Sevilla-Valencia, ese punto que casi supo a victoria por el penalti?
-Es verdad que la primera parte no supimos interpretarla bien. Y en la segunda parte el equipo metió al Valencia en su campo, la gente nos empujó muchísimo. Y queda empañado con ese último penalti que Bono lo para muy bien. Pero el equipo hizo méritos para llevarse la victoria en la segunda parte. Son momentos de dificultad que hay que saber sobrellevar y estoy seguro de que las victorias van a llegar. Bono volvió a ser Bono y esa parada es importante para que mantenga su seguridad.
-Sampaoli intenta dar un diagnóstico para el mal del Sevilla. ¿Usted tiene el suyo?
-Los entrenadores son los que tienen que analizar y exponer su idea. Después de tres años nunca es fácil seguir la dinámica. Toca renovarse y tenemos que intentar optimizar nuestros recursos, ponerlos en la idea del nuevo entrenador y a partir de ahí ir creciendo. Yo los análisis los intento hacerlos al final de la temporada.
-Es difícil crecer o mejorar visitando al campeón de la Liga y la Champions en el Santiago Bernabéu...
-El Madrid ahora mismo es el equipo más difícil al que enfrentarse, ya no sólo por lo que representa el Real Madrid sino por el estado de forma en el que están, lo sólidos que están. Pero nosotros vamos a ir a hacer un gran partido, a exponer nuestras armas y a intentar crecer en la confianza y ojalá podamos venirnos con algo positivo, anímicamente al equipo le vendría súper bien.
-Habla de algo positivo... ¿Ganar allí es misión imposible?
-Bueno, algún año tiene que romperse la estadística negativa del Sevilla allí y ojalá sea este. Vamos con la intención de sacar los tres puntos sabiendo la dificultad que conlleva ese tipo de partidos con estos rivales. Si nos subimos al autobús y al avión es para ir a ganar.
-¿Cuál cree que es el secreto de este Madrid que derriba todos los obstáculos?
-Sobre todo la solidez. A nivel defensivo son muy fuertes y tiene gente arriba que marca diferencias. El fútbol ahora mismo lo que marcan las diferencias son las áreas y en defensa y en ataque están muy bien.
-Inmediatamente llega el Sevilla-Copenhague, un partido clave que usted no puede jugar. ¿Puede distraer?
-No, creo que para ganar al Copenhague tenemos que hacer un buen partido contra el Real Madrid y esa debe ser nuestra idea: ir a Madrid a hacer un buen partido y con ese buen partido y esas sensaciones encarar el partido en casa con el Copenhague, que estoy seguro que la gente nos va a llevar porque es importante certificar la tercera plaza y ver qué pasa. Tampoco será un partido fácil.
-Podría darse el primer triunfo en casa con el Copenhague. Desde la temporada 96-97 no estaba tardando tanto en ganar el primer partido en casa el Sevilla. ¿Por qué cree que ha pasado esto?
-Ojalá se dé con el Copenhague. El calendario no ha sido fácil, los tres primeros partidos contra Osasuna, Valladolid y Almería nos han penalizado mucho. Ahí empezó un poco la duda. Pero estoy convencido de que cuando el equipo comience a cosechar victorias y buenas sensaciones va a ir para arriba y va a hacer un gran papel.
-¿Hay ansiedad en el Sevilla?
-Bueno, la gente se basa en estadísticas, en cosas, en que venimos de tres años muy buenos. Hay que ir paso a paso, lo más importante es el partido siguiente, que es lo que nos va a llevar al final que queremos. De nada vale hacer ahora cuentas o calcular qué pasó hace 20 años o el año pasado. El presente es este, las circunstancias son las que son y nosotros somos los que tenemos que afrontarlas.
-Ni siquiera mirarán la clasificación, ni hacia abajo ni hacia arriba...
-Quedan muchísimos partidos y los análisis hay que hacerlos al final, saber lo que hemos hecho bien y mal. Si estamos en esta situación es porque todos hemos hecho cosas mal. Esto es cosa de todos. Pero también todos tenemos la necesidad y el sacrificio de saber que entre todos tenemos que sacarlo y poner al Sevilla donde merece. Estamos a tiempo de todo. El año pasado estuvimos peleando hasta por la Liga y al final quedamos cuartos y se quedó un sabor agridulce. Y ojalá este año sea que empieza muy mal y termina muy bien.
-Debe haber fuerza mental en una plantilla acostumbrada a altos retos verse a ahí abajo...
-Sí, pero las circunstancias son esas y tenemos que interpretarlas y salir de ellas. Ahí se va a ver el carácter de nosotros como profesionales y del equipo colectivamente. Todos, desde la parcela que nos toque, podemos sumar.
-¿Cómo es la evolución mental del equipo en ese sentido?
-Cuando un equipo es ganador como es el Sevilla, los jugadores son de carácter. Sabemos la responsabilidad que tenemos en un club de la exigencia del Sevilla, sabemos la ambición que tiene, y no puede ser que no salga en los momentos malos, tiene que verse reforzado. Cada uno tiene que mirar dentro de sí y acordarse de lo que daría por estar en una situación como esta, lo que significa estar en el Sevilla. Y tanto en las buenas como en las malas, siempre creer y, como dice el lema, nunca rendirse. Y tener amor, tener amor propio cada jugador por lo que representa el club, el fútbol y todo esto en nuestra vida. Y salir. Cuando consigamos mantener una serie de resultados positivos el equipo va a crecer muchísimo.
-¿Cómo es Sampaoli en la distancia corta?
-Es un tipo que transmite mucho, que siempre te intenta mostrar cómo quiere su idea, cómo quiere que mejoremos. Siempre te dice que el fútbol es un juego que hay que amarlo, que la pelota es la que nos lleva. Llevamos poco tiempo con él, pero estoy convencido de que el equipo va a coger sus ideas pronto y se va a ver un buen Sevilla.
-¿Ha hablado con usted de su exclusión de la Champions?
-No, no. No me ha dicho nada, es una circunstancia que hay que asimilar. Intento apoyar al equipo desde donde toque y contra el Copenhague pues seré un aficionado más que estará empujando para que el equipo meta el primer gol.
-Le va a tocar sufrir...
-Sí (risas). Es una tensión totalmente diferente porque sientes que estás fuera, que no puedes ayudar como te gustaría, pero estoy convencido de que entre todos lo sacaremos. Me pondré la camiseta de aficionado y allí empujaré.
-Está en la calle que Óliver Torres fue descartado por ser buena gente...
-No, a ver... Si soy buena gente, ojalá que sea buena gente. Entiendo que para Julen no fue fácil,. Tiempo después me dijo que fue una decisión difícil y quizá errónea. Pero agua pasada no mueve molino y me quedo con el trabajo, con seguir insistiendo. Antes hablaba de la fuerza mental para todas las situaciones, también para las individuales. Yo traté de seguir trabajando, para el míster fue complicado, no fue fácil dejar atrás a alguien. Yo pecaré siempre de ser buena persona o por lo menos lo intentaré.
-Desde que lo descartaron para la Champions, titular fijo en la Liga...
-Ehh, sí, sí. Me da para estar un poco más descansado para los compañeros e intentaré aportar donde me toque.
-¿Es Sampaoli más motivador que táctico?
-No, no. Él se centra en lo táctico. Nos da las herramientas para que apliquemos y cojamos su idea, para salir de la presión, para llegar arriba con más gente. Sabemos que todos somos como hermanos, que tenemos que apoyarnos entre todos, sobre todo en estos momentos. Es cuando más ayuda tenemos que darnos los unos a los otros.
-¿Cree que le costará adaptarse a esas nuevas ideas?
-No, bien. Es verdad que yo siempre he sido medio centro con mucha movilidad, un poco alocado, y el 4-3-3 es mucho más posicional. Yo siempre he sido un poco más móvil. Una vez que Jorge me explique bien el nuevo posicionamiento me va a enriquecer como jugador y yo me lo tomo así, saliendo beneficiado de un entrenador que tiene muy buenos conceptos.
-¿Cómo hay que interpretar lo de las diferentes alturas poscionales?
-Él quiere que todos estemos a diferentes alturas y que siempre haya un hombre libre, y que a través de ese hombre libre generemos tiempo y espacio para otros compañeros y que decida el que lo tiene más fácil. Y eso estando en diferentes alturas es más difícil defender.
-¿Qué papel desempeña su ayudante Jorge Desio, que en su primera etapa era preparador físico?
-Jorge es el que se encarga de la estrategia, el balón parado, y a nivel táctico también da sus puntadas. En los entrenamientos te coloca y te dice lo que quiere. Entre todos están intentando sumar para que el equipo crezca lo más rápido posible.
-¿Cree que a esta plantilla le falta calidad física, que falta un equilibrio entre tantos jugadores técnicos y tan pocos de corte fibroso?
-Intento abstraerme de esos debates y esas críticas, son parte del fútbol. Si los resultados fueran positivos ese debate no existiría. El que juegue tiene que intentar ganar los partidos, ya sea más alto, más bajo, más fuerte o más delgado. El Valencia es un equipo bastante físico y lo empujamos, y el partido lo tuvimos ahí. Juegue quien juegue tiene que empujar hasta el final con todas sus fuerzas.
-Es clave la ausencia de Fernando...
-Fernando es un jugador muy importante para el equipo que durante estos tres años ha jugado a un nivel muy alto. Ha tenido la mala fortuna de esa enfermedad y estamos deseando que esté con nosotros lo antes posible, porque es muy importante. Es una enfermedad rara que hay que llevar con cuidado. Yo como compañero me fijo en la persona y quiero que esté bien de salud. Lo echamos de menos y ojalá esté pronto con nosotros.
-Es su cuarta temporada en el Sevilla y su décima como profesional...
-Con 27 años estoy en uno de mis mejores momentos de mi carrera tanto física como mentalmente. He alcanzado una madurez importante como persona y estoy con ganas de hacer muchas cosas. Quizá en este año cuando mejor me siento es cuando peor viene dada la situación. Para eso también me he preparado durante todo este tiempo, para intentar sacar todo el amor propio que llevo dentro y toda esa ilusión que me llevó desde niño a irme a los once años de casa hasta ser profesional. No todo es camino de rosas. No todo es bonito. Esta es una de esas situaciones y ojalá que al final de la temporada podamos sonreír mucho.
-¿Se ha visto alguna vez fuera del Sevilla?
-No, no. En verano se ha hablado mucho, entiendo las cábalas de la gente sobre quién podía salir y yo era uno de los que se suponía que podía salir, pero el club nunca me comunicó nada, nunca pensé muy en serio salir del Sevilla. Pese a todo me he estado preparando mental y físicamente para que este fuera un gran año y ojalá termine muy bien en lo personal y en lo colectivo.
-A veces parece que no está ahí Óliver Torres siempre...
-La regularidad es importante. Ahora mismo estoy en un buen momento a nivel individual y para seguir así el único secreto es el compromiso y el esfuerzo.
-¿Cree que le falta otro pasito?
-Me siento bien, sé que todavía no estoy en mi límite, que hago cada día por encontrarlo. Ojalá ese límite cada vez sea mayor. Estoy seguro que las cuentas a final de año van a salir a favor y saldré por lo menos orgulloso del trabajo realizado tanto a nivel individual como colectivo.
-De momento es el máximo goleador del equipo...
-Ojalá que todos los compañeros metiésemos goles. Llevo tres y mi idea es meter muchos más a lo largo de la temporada, seguro que lo voy a conseguir.
-Un mensaje convincente...
-Compromiso, esfuerzo, sacrificio, eso no va a faltar. Cuando lleguen los resultados el equipo va a ser mucho más alegre, mucho más optimista, va a jugar mucho mejor, la gente va a disfrutar y el Pizjuán va a ser un fortín. En la segunda parte con el Valencia la gente se volcó y eso los rivales lo notan mucho. Entre todos vamos a salir de esta situación.
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