En-Nesyri le pone la rúbrica al número 100 (1-0)

El derbi número 100 de los disputados en esta bendita ciudad dentro de la Primera División ya pertenecerá por siempre en los anales al Sevilla. Un solitario gol de En-Nesyri al filo de la media hora en una acción plena de habilidad tras aprovechar las dudas de Joel Robles en la salida bastó para resolver un litigio en el que ninguno de los dos equipos puso en exceso de su parte para haberlo conquistado. Las ocasiones diáfanas para contabilizar un gol realmente escasearon y la más clara fue la que anotó el delantero marroquí de los anfitriones. El Betis quiso, pero no pudo, y sólo estuvo a punto de alcanzar la igualada precisamente en el disparo de Fekir que supuso el epílogo a esta cita centenaria.

Ésa es la cruda realidad. En vísperas de mucho, la verdad es que la libreta del cronista sólo sirvió para apuntar uy, para consignar llegadas sin remate final básicamente, porque las ocasiones de gol, plantarse en un mano a mano contra el guardameta adversario, por ejemplo, realmente no hubo absolutamente ninguna. En los dos bandos no se podrá recordar una jugada concreta de peligro absoluto. Sólo ese disparo postrero de Fekir, desde fuera del área, al que había antecedido una aproximación de Ocampos que finalmente taponó con acierto Mandi.

Lo demás es imaginarse qué hubiera ocurrido si el balón hubiera llegado con apenas diez centímetros de distancia a favor del delantero o un segundo después, porque la realidad es que las defensas se impusieron de cabo a rabo a las delanteras en ambos casos. Así lo atestiguan la comprobación de las anotaciones.

Se pueden poner todas, incluso, para recordarlas al buen aficionado al fútbol y que saque sus propias valoraciones. Falta horrible que lanza Suso desde el borde del área (5’); tiro de Borja Iglesias que repele Bono (8’); llegada de En-Nesyri en pase profundo de Ocampos (17’); acercamiento de Fekir con acrobacia en el remate (24’); el gol de En-Nesyri (27’); chut de Jesús Navas en un mal despeje de Miranda (32’); Borja Iglesias no llega a un buen centro de Miranda (54’); tiro de Ocampos tras un error de Joel Robles en la salida del balón (58’); Borja Iglesias evita que En-Nesyri cabecee un córner prolongado en el primer palo (61’); lanzamiento de Rakitic tras un robo del balón (68’); buena maniobra de En-Nesyri en un contragolpe con disparo que no coge la rosca (70’); tiro de Fekir desde el borde del área (78’); Mandi tapa de forma precisa un tiro de Ocampos (83’); Diego Carlos salva cuando el balón entraba tras un rebote en el cuerpo de Borja Iglesias en el suelo (88’); y el gran disparo final de Fekir de rosca que se va por muy poco.

Lo mismo se puede haber escapado alguna acción que alguien recuerde en particular, pero lo cierto es que eso es todo, amigos. El resto fue una pelea por la posesión del balón entre dos estilos diferentes. Mientras el Sevilla trataba de arriesgar desde atrás para atraer al Betis con el fin de ganar una ventaja numérica cuando superaba esa línea de presión; los verdiblancos optaban por buscar lo antes posible la portería rival con sus disparos en pos de sorprender a Bono.

Son dos ideas distintas e igualmente válidas, porque tratan de imponer el fútbol a través de tener más tiempo el esférico que el contrincante, pero con matices en lo referente a los tiempos de cocción de las jugadas y a la manera de ejecutarlo. Pero precisamente el Sevilla acertó en una acción ejecutada así, hasta cierto punto, pero con un desplazamiento de la pelota en largo buscando el desmarque de su único delantero.

En-Nesyri sacó todo el provecho del magnífico pase de Jesús Navas desde muy atrás, se vio habilitado en la jugada por la posición retrasada de Víctor Ruiz y después aprovechó la indecisión de Joel Robles en su salida para sobrepasar al guardameta bético y después disparar casi sin ángulo con la derecha, su pierna mala, para anotar el único tanto que contabilizaría el protestado Mateu Lahoz en el acta que consignaba todos los hechos de esta jornada vigésima séptima de la Liga Santander en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán.

A partir de ahí ya entran las diferentes interpretaciones sobre lo sucedido. Y lo primero que llama la atención es que Julen Lopetegui apueste por el Papu Gómez en el puesto que quedaba vacante en la alineación que todos los analistas apuntaban. El vasco buscaba que el argentino se emparejara con su compatriota Guido Rodríguez tanto para hostigarlo en la salida del Betis como ganarle alguna acción para decidir. No fue realmente de forma completa ni lo uno ni lo otro.

Pellegrini, mientras, tampoco se salía mucho del guion previsto y volvía a apelar a Guardado como el escudero de su medio centro con la intención de equilibrar las fuerzas por ahí. El resto es Canales partiendo desde la izquierda para jugar por el medio, Fekir con absoluta libertad para acudir a la zona que más le apeteciera y aprovechar el momento de Borja Iglesias en la punta del ataque. No tuvo ningún remate franco, la verdad, pese a su pelea constante y el Betis no halló el ariete para romper a la defensa sevillista cuando los locales ya tenían un gol de ventaja.

A partir de ahí la consigna de los dos pasaba por no pegar pelotazos, por correr incluso riesgos en las salidas del balón, pero la verdad es que los errores en este aspecto escasearon, apenas un par de ellos de Joel Robles con los pies y poco más. Así que también disminuyeron las opciones para sorprender al rival en una contra.

Como, además, a Pellegrini esta vez no le funcionaron sus hombres de refresco para igualar el encuentro debido a que el Sevilla estaba advertido de esas circunstancias e incluso cerró más su defensa si cabe con la entrada de Gudelj por el renqueante Fernando, pues no hay más que analizar en el aspecto del juego.

El Sevilla, lógicamente, se fue mucho más contento de este derbi número 100 pese a los apuros que sufrió en la recta final, incluido el susto de Fekir en esa última jugada, y tiene motivos de sobra para el festejo. Cuando el Betis aspiraba a convertirse en una alternativa seria para el cuarto puesto, los datos objetivos indican que el partido con nueve puntos más el average de ventaja para el Sevilla. Eso no admite discusión posible y encima los hombres de Lopetegui, también como sus rivales, cierto es, habían celebrado la derrota de la Real Sociedad en Granada.

Y hasta aquí el derbi número 100 de los disputados por los máximos rivales del fútbol según Sevilla en la Primera División, ojalá que el 101, que no tardará mucho a la vista de la gran campaña de los dos equipos, se pueda disputar con público en las gradas, sea el estadio que sea. Pero eso ya llegará, de momento tocaba analizar el centenario y la sonrisa plena en la efeméride fue para los sevillistas. En-Nesyri fue el único que marcó un gol y en el fútbol no hay más que eso.