No tiene pinta de bloqueo, pero...
El partido del Sevilla | Análisis
El Sevilla se afana en obviar las muestras de fatiga (más mental que física) mientras acusa la entrada de la segunda unidad
El sistema defensivo baja el nivel y el ritmo decayó con el Papu Gómez y Rakitic juntos
Sería bueno descartar que se trate de un bloqueo. Para explicar lo de ayer en Elche se podría de muchas maneras. La entrada de una segunda unidad que, de golpe, baja bastantes puntos de competitividad ahora mismo con respecto al bloque titular; el cansancio físico después de un partido intenso y una prórroga en el Camp Nou ante un equipo fresco que ha tenido toda la semana para entrenar...
Lo que sería interesante descartar es que se trate de un bloqueo anímico, la instalación de la fatiga mental en el grupo tras muchos meses de ir a contrarreloj en la exigencia y que tampoco asome la fatiga crónica en el plano físico, mucho más perniciosa que la fatiga subaguda, con la que el organismo del futbolista convive cuando acumula sesiones de entrenamiento.
Para explicar el actual bache del Sevilla –si se puede calificar así tal como fue la derrota ante un Barça que estaba contra las cuerdas, no se olvide– particularmente me inclino por un cúmulo de causas que más tienen que ver con la acumulación de esfuerzos que con algún tipo de bloqueo. Acumulación que, por ejemplo, se cristaliza en la baja de Bono y la titularidad forzada de un Vaclík que no ha tenido tiempo ni de asimilar el nuevo rol que le ha tocado. Así de claro.
Hay cuestiones que restan. El trío clave en el sistema defensivo del modelo (inédito el de ayer) no es el mismo que cuando se alinean Koundé, Diego Carlos y Fernando. Ninguno de los tres estaba. En ataque, el ritmo parsimonioso que imprimieron el Papu Gómez y Rakitic se demostró que no da ni para crear una ocasión de gol ante el Elche. Otra vez: así de claro.
Defensa
En el plano defensivo tampoco es que se hicieran muy mal las cosas, horrorosamente mal, pero las situaciones a balón parado siguen siendo una rémora. Curiosamente, esta misma semana, la cuenta de twitter @futbolscouting publicaba una tabla con la forma de defender la estrategia de todos los equipos de Primera y mientras la mayoría lo hacen en combinado –marca y zona–, sólo cuatro (Sevilla, Eibar, Betis y Osasuna) lo hacen de manera íntegramente zonal y sin dejar a nadie arriba –tiene su incidencia porque condiciona con cuántos ataca el rival–. La experiencia le ha costado muchos goles al Sevilla, pero es una apuesta y todo pasa por mejorarla. Pero donde esperaba Griezmann solo el miércoles estaba estudiado...
Ataque
Centrémonos aquí, donde sí debe haber miga. Si en un partido ante el Barça hay mucha importancia en cómo se defiende, ante el Elche la clave está en cómo se ataca y ahí Lopetegui puede que se equivocara en dar el ritmo del partido en dos jugadores que ahora mismo no lo tienen: Rakitic y el Papu Gómez. El técnico avisó cuando llegó el argentino con la idea de qué jugador iba a ser en el Sevilla y la luz roja se ha encendido en su primer partido en su verdadero puesto, precisamente el día que se optó por las bandas a pierna natural para restar tiempo a la salida de los centros laterales. Bastó que saliera Óliver Torres para activar el ataque y la profundidad.
Virtudes
Pasa palabra.
Talón de Aquiles
Ritmo parsimonioso, mala dinámica y jugadores que bajan el nivel.
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