ERTE en el Sevilla: La plantilla de futbolistas y... la laboral

El ERTE presentado por el Sevilla Fútbol Club SAD hace una semana, que afecta a un total de 360 empleados de los 501 de la entidad, ha generado, como no podía ser de otra forma, su controversia en el seno del sevillismo. Diario de Sevilla ha querido ponerse en contacto con diferentes abogados y economistas con cierto peso en el entorno del Sevilla para palpar el debate que se establece en torno a un documento de 28 páginas en su PDF original. ¿La conclusión principal? Que la medida era necesaria y que cuenta con el beneplácito de todos ellos con el importante matiz de que esperan que sea complementada con la garantía del sueldo de todos los empleados que no tienen que ver directamente con tratar de meter la pelota en la portería rival.

Una de las voces más autorizadas en este sentido dentro del sevillismo es Juan Luis Villanueva. Experimentado economista, se ganó un prestigio entre todos los seguidores del club con sus brillantes exposiciones de los números en las juntas generales de accionistas hasta que abandonó el consejo en 2018. Villanueva se muestra partidario de la presentación del ERTE, pero establece con prontitud la única discrepancia que él atisbaba tras considerar que los futbolistas tienen que ver disminuidos sensiblemente sus ingresos. "Después estarían los que podemos llamar los empleados de a pie, el grueso de la plantilla laboral. Dado que no pueden efectuar su cometido, es razonable que la entidad plantee un ERTE. Otra cuestión es cuál sería la merma de sus ingresos que finalmente deban soportar. En mi opinión, la entidad debería complementarles las prestaciones que reciban del Estado y creo que lo va a hacer. Hablamos de mileuristas, o de nóminas de dos o tres mil euros mensuales. Son la mayoría en la nómina del SFC. A éstos la entidad debería compensarles la merma de ingresos. No creo que suponga más del uno o dos por mil del presupuesto. Además, nos referimos a personas que por sus niveles de renta lo necesitarán para el sustento de sus familias. Y no olvidemos que constituyen la estructura estable del club. Personas que estarán vinculadas al SFC durante 20 o 30 años".

EL SUELDO DE LOS FUTBOLISTAS

Luis Giménez es licenciado en Derecho y auditor de cuentas, con amplia experiencia en la gestión deportiva, además de un sevillista asiduo en los viajes europeos, y aporta algunos datos más a esa tesis. "El sueldo medio mensual de dos futbolistas del primer equipo es superior a todo el previsible ahorro por los 360 trabajadores no deportivos a los que afecta el ERTE, con un fuerte impacto en sus economías familiares. Hay fórmulas legales para mitigar el efecto sobre los trabajadores (complementar el 30% que el Estado no asume de los salarios o reducir su ámbito de aplicación). Dicen que rectificar es de sabios y tengo el presentimiento de que los dirigentes del Sevilla FC tomarán decisiones al respecto. Lo están haciendo ya otras empresas, Inditex en el día de hoy", apuntaba.

Pedro Monago es el socio número 1.026 del Sevilla. Desde su atalaya como experto en Derecho Fiscal, este abogado abunda en el tema. "Lo que sí creo que es deseable, considerando las distancias salariales entre diferentes clases de empleados (jugadores y resto de trabajadores), es que los clubes intenten que las medidas no tengan impacto en los segundos". Para el jurista, además, se trataría de un incremento de gastos con una trascendencia casi nula dentro del presupuesto.

Álvaro Yanes también es licenciado en Derecho y aprobó las oposiciones al cuerpo superior de administradores en Gestión Financiera, donde ejerce como técnico de la Dirección General de Tributos de la Junta de Andalucía. También conocido por su popular blog Salmón Palangana, este sevillista se muestra favorable a la presentación del ERTE. "Me parece normal por dos motivos: primero porque es lo que el patrón (LaLiga, con el señor Tebas a la cabeza) expresamente ha solicitado. Y segundo, porque es la opción que distintas empresas de diferentes sectores han adoptado, contando con el beneplácito de dirigentes nacionales y europeos. Por su parte, si por algo se ha distinguido la entidad Sevilla FC SAD en estos últimos lustros es por adoptar decisiones desde el punto de vista económico en aras de la consolidación, robustez y continuidad de la empresa. En ese sentido, en la finalidad intrínseca de un instrumento como el ERTE se encuentran precisamente esos valores de pervivencia social para intentar paliar momentos de zozobra económica".

En esa línea de aprobación respecto a la presentación de un ERTE por parte del Sevilla FC SAD, Álvaro Silva es un abogado sevillista que ejerce en el bufete Andersen Tax&Legal y también tiene clara su opinión al respecto: "El ERTE es el ejercicio legítimo de una opción legal. Creo que nadie discute que la secuela inmediata de la crisis sanitaria del Covid-19 va a ser una crisis económica de enormes dimensiones, que aunque todos esperamos sea no muy larga, nadie es capaz en este momento de predecir su duración".

De forma similar se posiciona Villanueva respecto a la presentación del expediente, tratando de incidir en que el peso del mismo debería recaer en quienes tienen más ingresos, es decir, los futbolistas. "Es una de las vías que tiene la entidad para paliar la merma de ingresos que se va a padecer. Además, concurren las circunstancias que lo justifican. Si no fuera así, la autoridad laboral no admitiría el ERTE. Coincido con los que opinan que, dado que los grandes beneficiarios del aumento de ingresos del fútbol fueron los jugadores profesionales, es a ellos a quienes les corresponde soportar la caída que se va a producir en los ingresos. Esto se puede hacer mediante un ERTE o mediante acuerdo directo. Los elevados ingresos de los futbolistas de los equipos de las grandes ligas guardan relación directa con los ingresos por televisión. Esto ha operado al alza y tendrá necesariamente que operar a la baja. Por lo que leo, los jugadores también lo entienden así. Deben ser conscientes de que les puede ir bastante peor si ponen en riesgo la solvencia y la continuidad de los clubes de fútbol", concreta su punto de vista el antiguo consejero del club.

Monago se apunta a la misma línea. "El ERTE es un instrumento para las empresas en una situación de crisis y los clubes de fútbol son hoy en día empresas, para lo bueno y para lo malo. Como tales empresas tienen obligaciones (en el fútbol, además, reforzadas por el control financiero) y no me parece mal que hagan uso de sus derechos”.

Experto en la confección de presupuestos en el Sevilla Fútbol Club, Villanueva va un paso más adelante a la hora de establecer los condicionamientos que se dan para justificar económicamente este ERTE. "A falta de conocer en detalle la composición del presupuesto de ingresos y sujeto a cómo se finalice la temporada, se podría tomar como hipótesis que los ingresos presupuestados se verían reducidos entre un 15% y un 25%. O sea, no menos de 30 millones de euros, por lo que el SFC tiene que adoptar las medidas que palíen este perjuicio económico, con la tranquilidad de fondo de que la solvencia de la entidad permitirá encajar el quebranto".

Es en la misma visión en la que insiste Giménez. "Considero que, teniendo en cuenta la solvencia patrimonial del Sevilla FC, sólo debería recaer la reducción sobre los principales beneficiarios del incremento de los ingresos del club en los últimos años, básicamente, honorarios de futbolistas del primer equipo y su cuerpo técnico".

ERTE O ACUERDO

A partir de ahí se establece un nuevo debate dentro de las medidas adoptadas por los diferentes clubes de Primera División. ¿Le parece más correcto la vía del ERTE o el acuerdo pactado con los diferentes trabajadores, principalmente los jugadores de la primera plantilla? Álvaro Yanes acude a un símil futbolístico para establecer el punto de partida. "Esto es como los idearios inamovibles de los entrenadores. No creo que, per se, una concepción defensiva del fútbol sea mejor que una ofensiva o viceversa. Lo importante no es tanto hacer una cosa u otra sino que, lo que hagas, lo hagas bien. Por tanto, si una empresa considera que debe hacer un ERTE o si cree que lo mejor es llegar a acuerdos con los que más cobran, por algo será. Me faltan datos para saber las circunstancias internas de cada entidad, cómo son los acuerdos a los que se han llegado, si habían otras alternativas, etc. Lo importante es que, si decides la opción ERTE, lo hagas bien".

Para Álvaro Silva, "esta incertidumbre es aún mayor en el caso de los espectáculos/eventos deportivos de masas, en tanto se desconoce cómo podrán organizarse en el futuro inmediato a la crisis sanitaria y las correspondientes consecuencias económicas en sus modelos de gestión. Un ERTE, en cuanto medida temporal de suspensión de las relaciones laborales, es un medio óptimo de obtener tiempo para analizar y preparar las medidas de adaptación necesarias al nuevo escenario resultante".

Pedro Monago no tiene dudas: "Ambas son opciones válidas y además compatibles. No comparto plantear la segunda como éticamente superior, porque no tengo claro que evitar al Estado el coste que supone el ERTE sea la vía adecuada para que un club aporte a la solución de una crisis como ésta. Sería muy largo de debatir".

Villanueva, mientras, tampoco diferencia en exceso entre una y otra línea. "Caben las dos fórmulas. Lo que es claro es que deben ser los componentes del primer equipo quienes soporten la mayor parte del ajuste. El ERTE es acorde con la imposibilidad de los trabajadores para seguir desempeñando sus cometidos”.

Tercer microdebate. ¿Es tan legal como pueda ser inmoral que los clubes de fútbol de primer nivel se acojan a la vía del ERTE abierta por el Estado en esta grave crisis por la pandemia del Covid-19? "No creo que sea una situación que deba debatirse desde el punto de vista de la moralidad. Los ingresos de los clubes profesionales de fútbol han crecido en los últimos años, fundamentalmente, por los derechos de televisión. Por tanto, si existe el riesgo de no percibirlos, junto con parte de los ingresos de competiciones internacionales y algo de cuotas de abonados y marketing, los dirigentes están en la obligación, como buenos gestores, de tomar medidas que lo mitiguen". Así se expresa Luis Giménez para que sea incluso más duro al respecto Juan Luis Villanueva. "No le corresponde al club de fútbol hacer esas valoraciones. Son los legisladores y, en este caso, el Gobierno quienes tienen que evaluar qué personas o entidades pueden acogerse y en qué términos a este tipo de fórmulas. Los legisladores no han discriminado entidades por tamaño o sectores. Por tanto, donde el legislador no discrimina, no tienen por qué hacerlo las entidades o los ciudadanos".

EMPRESAS DE MÁS CALADO INCLUSO

El ex consejero añade otro dato. "El SFC es una entidad con más de 200 millones de euros de ingresos, lo que nos parece, y así lo es, una entidad de dimensión grande, pero también se acogerán a este tipo de medidas entidades que multiplican sus ingresos por 10 y por 50 veces. Téngase en cuenta que la tremenda mayoría del coste que soportará el Estado por el ERTE del SFC no será ni mucho menos por los jugadores del primer equipo, sino por cientos de empleados cuyas retribuciones están a niveles parecidos a las de los otros trabajadores en otros sectores", explica Villanueva.

Tanto Monago como Yanes consideran relativo meterse en cuestiones morales en esta situación económica. "Es un debate muy complejo que no dejará de arrojar opiniones muy distintas, dada la subjetividad del ámbito moral. Por intentar dar una respuesta breve, creo que en la actual situación del país quizás debamos plantearnos la trascendencia de garantizar la viabilidad de las empresas para que sigan cumpliendo sus obligaciones (impuestos, cotizaciones, etc) y generando empleo y riqueza. No quiero los privilegios del pasado para los clubes, pero tampoco creo que se les deba exigir más que a otras empresas", considera Pedro Monago, mientras que Álvaro Yanes estima que es complicado entrar en ese asunto: "Me cuesta bastante en líneas generales cuestionar la moralidad de las decisiones, principalmente porque mi umbral sobre lo que es inmoral o no atiende en exclusiva a razones subjetivas".