Una duda razonable: La gestión de Víctor Orta en enero y los fichajes sin jugar
Sevilla FC
La apuesta por la juventud y la necesidad de fichar con cesiones merma el progatonismo de los refuerzos: apenas suman 300 minutos entre Agoumé, Hannibal y Véliz
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Con casi dos semanas por delante hasta el próximo partido y sin compromisos de selección que mermen de internacionales, Quique Sánchez Flores tendrá tiempo de sobra para matizar y mejorar las prestaciones de su equipo, en el que ya no tiene bajas por lesión. Será una oportunidad para ver el manejo del técnico madrileño con 27 ó 28 futbolistas: los 25 de la primera plantilla, contando ya entre éstos a Kike Salas e Isaac con dorsal, más Juanlu y Hannibal, que tienen ficha del filial por falta de espacio, e Idumbo, que entrena con el primer equipo aunque ni siquiera ha podido debutar con él. Y también será una oportunidad para ver cómo gestiona el hecho de que apenas cuente con los tres futbolistas que Víctor Orta fichó en el mercado de enero, con matices.
Hay una duda razonable sobre la lectura que dio el director deportivo del Sevilla a las necesidades del equipo en mitad de la temporada y con la carestía económica que hay en el club. En lo positivo cabe destacar que logró recortar en unos 25 millones de euros el coste de la plantilla entre verano e invierno. En esto fue clave el adiós de Fernando y Rakitic, por ejemplo.
Es algo de lo que él presumió en el balance de la planificación que realizó al presentar al último de los tres fichajes de invierno, que fueron cinco en realidad: Agoumé, Hannibal y Véliz, con sitio fijo en la primera plantilla, más Idumbo y Mateo Mejía, presentados como refuerzos del filial aunque el primero entrena a diario con Quique y estaba llamado a tener más protagonismo. Y eso que el internacional belga ni siquiera tiene ficha del Sevilla Atlético por la falta de sitio también en el segundo equipo, sino del juvenil. Hannibal, fichado del Manchester United con una inasequible opción de compra de 18 millones de euros, también se ve en una situación similar, con ficha del primer filial. Todo está muy condicionado.
Hannibal (20 años) ha sido la mayor decepción, pues era en quien tenía más esperanzas puestas el director deportivo, quien mal que bien sí ha visto a la larga que sus tres grandes apuestas en verano sí tienen continuidad en las alineaciones: Soumaré lleva 27 partidos tras sus problemas físicos Sow es el que más de entre los refuerzos con 33 apariciones (a sólo cuatro del que más, Ocampos) y Lukébakio lleva 19 después de haber sufrido la lesión más grave esta temporada junto con Gudelj con tres meses de ausencia.
El futbolista cedido por el Manchester United tuvo que oír más de una reprimenda de Quique antes de dejar de contar prácticamente para el madrileño y apenas ha jugado cuatro ratos para un total de 90 minutos. La víspera del partido con la Real Sociedad lo animó en público Quique Flores: "Ha habido que aterrizarlo y ahora es el entrenador el que lo debe poner". Y lo puso. Pero fue decepcionante su única titularidad. Desde entonces no ha jugado: manda la acuciante necesidad clasificatoria del Sevilla.
Y en esto es en lo que surge la duda razonable sobre la gestión de Víctor Orta, que no ha sabido leer que quizá hacía falta otro corte de fichajes. Quizá no tenía acceso el club de Nervión a algo más que cesiones con opción de compra o puras, como es el caso de Alejo Véliz, prestado sin opción de un Tottenham que ya ve que quizá se equivocó con la solución de cederlo al Sevilla por la absoluta falta de protagonismo de un jugador que a sus 20 años venía precisamente para ganar minutos en la alta competición europea. El argentino se volverá a Londres sin apenas oportunidades. La dupla formada por Isaac y En-Nesyry y la necesidad del equipo impiden darle más minutos y apenas lleva 25 en tres apariciones salpicadas.
Agoumé (22 años) sí irrumpió con más fuerza desde que fuera cedido por el Inter con una opción de compra de 8 millones de euros. Sin embargo, una lesión muscular después de acumular minutos tras un periodo largo de inactividad en Milán lo frenó en seco. Ahora vuelve a entrar poco a poco en el equipo base y es el que más minutos acumula desde su aterrizaje invernal: 190 en cinco partidos. Con todo y pese a los gravosos condicionantes económicos y de ficha queda la sensación de que Víctor Orta ha pecado de idealista con sus refuerzos invernales. ¿O es que no había otra vía? Parece más idealismo y el Sevilla necesita realismo a raudales en su actual contexto y en el del próximo verano...
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