Dmitrovic y Badé, atrás también gana puntos el Sevilla

Dmitrovic recibe la felicitación de Gudelj tras evitar el gol de Luis Suárez. / Antonio Pizarro

Triunfo fundamental para el Sevilla que se puso en peligro por el gol inicial del Almería en el minuto 2. Pero los hombres de Jorge Sampaoli sí dieron el paso adelante con valentía, aunque con un fútbol basado mucho más en el corazón que en la serenidad y el buen planteamiento.

Dmitrovic | Tuvo que sustituir a Bono y gran parte de los tres puntos le corresponde

Dmitrovic, tras evitar el gol de Luis Suárez en la pérdida de Joan Jordán. / Joaquín Corchero / Efe

Impresionante el guardameta serbio, una vez más. Tuvo que sustituir a Bono tras su lesión y entró a tope de revoluciones para realizar de forma perfecta su trabajo. Corrigió el grave error de Joan Jordán en el centro del campo al sacarle una mano impresionante a Luis Suárez cuando éste lo encaró en solitario. Y no se conformó con eso sólo, después del 2-1 el colombiano tuvo un cabezazo a quemarropa y le hizo otro paradón desviando la pelota a córner para garantizar que todo el botín se quedara en casa.

Badé | Providencial en el disparo de Álex Centelles

Badé trata anticiparse ante Luis Suárez. / Antonio Pizarro

No fue casualidad que estuviera en esa posición, en el sitio justo al que se dirigió el disparo de Álex Centelles y que ya parecía el 1-2 para el Almería. El vídeo demuestra que intuyó que podía ir ahí y se colocó para evitar el gol. Además, estuvo bien de cabeza y valiente con los pies, arriesgando incluso, a la hora de sacar el balón jugado.

Jesús Navas | Tendrá errores, pero es para ponerse de pie

Jesús Navas conduce un balón ante el Almería. / Joaquín Colchero | Europa Press

Es verdad que tanto Akieme como Álex Centelles remataron los dos centros en la zona en la que debía estar él tapando, pero el trabajo del lateral palaciego es digno del mayor de los elogios. Se mató a carreras arriba y abajo y cuando en los últimos minutos ya estaba acalambrado no se guardó ningún esfuerzo.

Lamela | Su cabezazo fue impresionante, pero le debió dar el 'average' a los suyos

Lamela cabecea el gol que le dio el triunfo al Sevilla. / Antonio Pizarro

El cabezazo del argentino, por encima del hombre que acababa de tener la gran oportunidad para el Almería, fue digno de los mejores rematadores en esa suerte que no es nada fácil. Se elevó y conectó un testarazo durísimo para que entrara por el centro de la portería, pero imposible para el guardameta Fernando. Sin embargo, debió ser más generoso con los compañeros en la jugada del minuto 91, porque tenía un pase fácil y equivalía al average particular.