Djibril Sow prueba la fuerza del Sevilla en el mercado de fichajes

La primera operación del primer equipo del Sevilla, el traspaso de Karim Rekik oficializado en la mañana del domingo, debe actuar como una espoleta, como el acto figurativo de descorchar la botella del mercado estival. Ha tardado el Sevilla en dar el pistoletazo de salida a sus operaciones estivales, si bien antes ya les había dado salida a dos futbolistas de cantera ya sin sitio, José Ángel Carmona y Luismi Cruz. Ahora, en la confianza de que vayan sucediéndose otras operaciones candentes, como la posibilidad de que el Valencia apueste más en firme por Rafa Mir una vez traspasado Musah al Milan por 20 millones de euros, el comité de dirección debe dar un golpe de efecto y cubrir una de las carencias más evidentes de la plantilla: el centro del campo.

Para ese puesto de mediocampista que le dé relevos al veterano Fernando, Víctor Orta ha puesto el foco, con fuerza, en Djibril Sow (Zúrich, 06-02-1997). El internacional por Suiza puede cumplir el rol de medio defensivo, de 6, y también de mediocampista algo más adelantado, de 8. Es decir, puede actuar con Fernando o por Fernando, en una línea que está cargada de años y esfuerzos y que lleva tiempo pidiendo a voces fibra, fuerza, recorrido y ritmo. Un defecto que intentó paliar Monchi en enero con Pape Gueye, quien por un lado no respondió a las expectativas y por otro ha visto confirmada su sanción de cuatro meses de suspensión por la FIFA.

En contacto desde la gira norteamericana

José Castro y José María del Nido Carrasco tratan el asunto con Víctor Orta allende el Atlántico. Y saben que no pueden andarse con muchos remilgos porque la Lazio está a la expectativa dado que Maurizio Sarri, su técnico, quiere reforzar el centro del campo de un equipo que también jugará la Liga de Campeones el próximo curso.

La Lazio, un fuerte rival... o no tanto

Ahí es donde se debe ver la fuerza del Sevilla, heptacampeón de la UEFA Europa League y equipo Champions por décima vez este siglo y por cuarta ocasión consecutiva. La Lazio no debería ser rival para un club que es referencia en Europa por sus indudables éxitos continentales. Pero lo económico también pesa y es por ahí por donde podría perder la partida el Sevilla si se duerme en los laureles.

Sow, campeón de la Europa League hace dos años en la final que se disputó en el Sánchez-Pizjuán ante el Rangers, no jugó ya el amistoso de su equipo ante el Vitesse el viernes pasado. Según trasladaron desde Alemania, su ausencia, como la de Rafael Borré, se debía a que estaba negociando su salida. En Fráncfort saben que tras disfrutarlo durante cuatro temporadas es el momento de traspasarlo ante la presión del jugador.

A Fráncfort llegó por 14 millones de euros en 2019 procedente del Young Boys y ahora podría algo más. El Eintracht no quiere rebajar a un futbolista por el que puede haber una puja. Es pura lógica de mercado. Algunas fuentes hablan de una primera oferta de 9 millones más tres en variables. Pero el Sevilla cuenta con la voluntad del futbolista.

Ahí está el pulso entre Sevilla y Lazio. Desde la prensa alemana también aseguran que el club de Nervión está poniendo muchísimo más empeño en convencer al jugador, al que se le ha trasladado que será un pilar en el proyecto, mientras que con Sarri sería un relevo de Milinkovic-Savic, traspasado por 40 millones a Al Hilal, el club presuntamente interesado en En-Nesyri, y hay desavenencias también con la directiva sobre cómo emplear esa gran inyección económica.

Un medio centro sin expulsiones en la élite

Con el Eintracht ha jugado en cuatro años 160 partidos con 8 goles, 13 asistencias y –una curiosidad– ninguna expulsión. Pese a ser un jugador que actúa en una de las posiciones más comprometidas en el esquema de un equipo, jamás ha sufrido una expulsión en la élite, ni siquiera por doble amarilla, ni en el Young Boys ni en los filiales del FC Zúrich, su equipo de origen. Es decir, con las estadísticas en la mano, se trata de un medio centro muy equilibrado que sabe medirse bien en el campo. Una virtud que suma, indudablemente. Orta lo sabe y aprieta en Detroit a Castro y Del Nido Carrasco para dar un golpe y firmar a Sow.