Dime dónde robas y te diré qué quieres ser

El Sevilla es un equipo/plantilla con muchos problemas tácticos, perfectamente localizados. Problemas que Pablo Machín ha ido tapando como ha podido y como han ido surgiendo las cosas, ajustando aquí y allá. Hizo un ajuste en la famosa mañana del Ciutat de Valencia, cuando pasó de jugar con un delantero a hacerlo con dos; e hizo otro ajuste hará algunas semanas, quizá en Roma ante la Lazio, con el signo contrario: pasar de dos delanteros a uno solo, lo que dio sus frutos aquel día pero se resistieron en la Liga.

Ante la Real Sociedad se manifestaron algunos de esos problemas que han castigado en estos meses a este equipo. El principal, el que ha llevado por ejemplo a volver a tener un hombre más por detrás del balón, es la fragilidad de un centro del campo al que le cuesta un mundo recuperar balones. La falta de físico de sus medios (Banega y Roque Mesa sobre todo) es un lastre en el sistema defensivo, tanto por alto como por bajo. Machín convenció a Sarabia y a Franco Vázquez para que ayudaran, pero en esa línea no suele tener fuerza el equipo. Eso lo sufrió ante la Real Sociedad durante la primera parte, cuando los metros se hacen inmensos para los jugadores que anclan el sistema defensivo. Ello hace que los centrales duden si salir o no y que se produzcan espacios y situaciones de uno contra uno en defensa.

En la segunda mitad, el Sevilla intensificó su presión en la primera línea. Jugadores como Roque Mesa dieron un paso adelante para robar y fue la Real Sociedad sola la que empezó a regalar balones a los nervionenses.

Defensa

Machín ya hace tiempo que ha visto que con la endeblez de su centro del campo (hay que analizar cuántos partidos ha jugado Banega solo sosteniendo el edificio) no puede permitirse el lujo de jugar con un hombre menos en fase defensiva. De ahí que decidiera prescindir de Andre Silva o, cuando ha jugado junto a Ben Yedder, éste ha hecho la mediapunta, esa labor de enganche/interior de Sarabia y el Mudo.

Pero así y todo cuesta equilibrar el balance defensivo porque el rival o tiene más jugadores en el centro del campo o tiene más fuerza. La Real aprovechó bien los pasillos interiores y la zona que defendía el triángulo que formaban Roque Mesa, Jesús Navas y Mercado, una mala ejecución defensiva que se proyectaba en espacios para el argentino.

Cuando el equipo presiona arriba no hay problema, pero cuando el rival salta las líneas surgen las dudas y el rival acumula ocasiones.

Ataque

En la primera parte el Sevilla aprovechó el buen hacer de Promes con movimientos de extremo a pierna cambiada. El afán de los rivales de taparle su pierna buena le dio vida al holandés.

En la segunda, esa presión más intensa arriba dio sus frutos con robos adelantados y regalos: de Theo, de Raúl Navas... y ahí el Sevillo logró abrumar a su rival con un matador en racha además como es Ben Yedder.

Virtudes

Paciencia y mantener la calma en un momento de dudas y nervios.

Talón de Aquiles

Frágil centro del campo, con poco físico, casi siempre superado.