¿Está Diego Alonso para faltar a un entrenamiento?

Sevilla FC

El uruguayo no dirige la sesión de su equipo y acude a Madrid a una reunión de los entrenadores con los árbitros

Varios técnicos, entre ellos el de su próximo rival, Imanol, prefieren trabajar con sus jugadores y aprovechar una de las pocas semanas limpias

No hay dulce de leche en el laberinto

Diego Alonso se dirige a sus futbolistas en el entrenamiento de ayer en Sevilla.
Diego Alonso se dirige a sus futbolistas en un entrenamiento del Sevilla. / Antonio Pizarro

Uno estas cosas no las entiende. Se devanan los sesos los dirigentes para hacer coincidir los cambios de entrenador con los parones por los partidos internacionales para que el nuevo inquilino del banquillo tenga tiempo de hacerse con el vestuario, de conocer la plantilla y de disponer de sesiones con sus jugadores para implantar la nueva idea.

Los entrenadores se quejan, y con razón, de que el calendario les impide prácticamente plantear entrenamientos, ya que jugar cada tres días limita tanto el tiempo de trabajo táctico que es materialmente imposible implantar y hacer funcionar un modelo de juego correctamente con la competición en marcha.

Después de cada partido hay que diseñar una sesión de recuperación, dividir el grupo para que los titulares tengan descarga muscular y trabajo muy suave generalmente en el gimnasio. En el día anterior a cada partido tampoco puede un cuerpo técnico subir el nivel, ni táctico ni físico. Queda por tanto, una sola sesión, con suerte, en la que hay que consensuar con los preparadores físicos qué tiempo dedicar a la carga y en qué grado y cuántos minutos pueda tener el entrenador para trabajar aspectos tácticos y que después puedan verse en los partidos los ansiados “automatismos”.

Por tanto, cuando aún está –dicho por él mismo- en construcción de su “idea”, ¿qué demonios hace el entrenador del Sevilla faltando a un entrenamiento en un parón (que es precisamente cuando puede organizar una semana normal de trabajo) para asistir en Madrid a una reunión con otros entrenadores?

Diego Alonso, que tras el derbi dijo que necesitaban “como el oxígeno el parón para trabajar”, no ha dirigido este martes el entrenamiento, el primero de los cuatro (sólo cuatro porque dio descanso el lunes y lo dará también viernes, sábado y domingo) que ha planteado en esta semana sin competición. En su lugar ha estado al mando de la sesión su segundo entrenador, Gabriel Raimondi. En principio, el Sevilla informó de que el entrenamiento iba a ser por la tarde, a las siete, probablemente para que pudiera estar el uruguayo. O no, porque el club ha aclarado que fue un error en la comunicación del mensaje, pero finalmente éste se ha celebrado por la mañana.

Imanol prefiere quedarse entrenando

Y es que también por la mañana se ha celebrado en Madrid una reunión en Las Rozas convocada por los árbitros con los entrenadores de Primera División para explicarles las controversias suscitadas en las últimas jornadas con el VAR. Han asistido muchos técnicos, Simeone, Ancelotti, Xavi, Arrasate, Sergio González… pero no todos.

Imanol Alguacil, por ejemplo, técnico de la Real Sociedad, el próximo rival del Sevilla, se ha quedado en Zubieta entrenando con sus jugadores. Tampoco ha asistido Rafa Benítez, entrenador del Celta, ni Gaizka Garitano, enfrascado en tratar de sacar al Almería del farolillo rojo. Manuel Pellegrini, entrenador del Betis, tampoco lo ha hecho. También ha faltado Marcelino García Toral, lógicamente, pues al mismo tiempo era presentado como nuevo entrenador del Villarreal.

Está claro que se trata de una reunión importante, pero algunos le han dado prioridad al trabajo con sus equipos, porque, como ya se ha apuntado más arriba, no sobran precisamente las semanas limpias, sin competición en miércoles o jueves, algo habitual en Europa en equipos de cierta exigencia y menos común en Sudamérica, donde la exigencia y el nivel competitivo, se quiera o no, es menor con respecto al Viejo Continente.

Se entiende que Diego Alonso, que trata de hacerse un hueco y un nombre en España, quiera dejarse ver junto a entrenadores de fuste y, de paso, entender mejor cómo los árbitros aplican las reglas del videoarbitraje, pero tampoco hubiera estado de más haber mandado a un miembro de su cuerpo técnico y aprovechar el poco tiempo que tiene para entrenar con sus jugadores y que éstos entiendan y apliquen mejor su modelo de juego. No pocos lo han hecho, entre ellos a quien se enfrentará en el próximo partido.

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