Delaney, y las diferencias culturales: de la impuntualidad al relax

Thomas Delaney está adaptándose aún a una nueva cultura deportiva, la de la Liga, y la de la sociedad, la andaluza, en particular la de su nuevo club. En declaraciones realizadas al aterrizar en su país para jugar con Dinamarca, el sábado en Moldavia y el martes en su país ante Austria, da fe de las grandes diferencias en los hábitos rutinarios.

Por ejemplo, echa en falta un poco más de seriedad, de puntualidad, de formalismo en el día a día de su trabajo como profesional del fútbol. "Hay algunas cosas culturales que son completamente diferentes a Dortmund. No creo que hayamos empezado una reunión con puntualidad y en Alemania nunca tuve ninguna reunión que no comenzara a su hora".

Sin embargo, inmediatamente matiza que está a gusto con la forma más distendida de tomar ciertos asuntos. "Aun así, es bueno el camino que he tomado, porque me marché a un estilo de vida más relajado", se corrigió a sí mismo.

El mediocampista, que fue expulsado ante el Espanyol por protestar y aplaudir al árbitro, viene de la cultura nórdica, la de de su país y la del Borussia Dortmund. Y eso se dejó notar en la forma de dirigirse al árbitro González Fuertes, por ejemplo.

Con todo, cree que en el Sevilla se entrena muy laboriosamente. "Está yendo bien. Se está trabajando duro y hay muchas batallas. Hay bastantes cosas que arreglar fuera del campo que tomarán un tiempo, pero el Sevilla es un sitio en el que me encuentro a gusto", insistió sobre esos matices de la rutina diaria a las que aún tiene que hacerse.

Sobre ese sentimiento dentro del Sevilla, sus objetivos y su rol en la Liga española, dijo: "En muchos aspectos veo al Sevilla muy similar al Dortmund, en el mismo rol. La distancia es de hecho más pequeña que en Alemania, donde el Bayern ha ganado los últimos 10 años. En España está más extendido. Aquí tienes un equipo como el Sevilla, que gana torneos internacionales y está cerca en la Liga. Los dos se pueden reflejar bien en el otro".