Del Nido Benavente vuelve a solicitar una nueva Junta General en el Sevilla
Sevilla F.C.
El otrora presidente carga de nuevo contra su hijo, al que sigue incluyendo entre "los okupas", y argumenta su petición con que no le facilitan ningún dato de la situación económica del club
Un Del Nido con el ego bajo
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José María del Nido Benavente no cesa en su guerra contra el actual consejo del Sevilla, o contra el propio Sevilla, según se mire. Apenas un mes y medio después de que se celebrara la Junta General de Accionistas, en la que iba incluida una extraordinaria por una petición suya también, el otrora presidente del club nervionense volvía a anunciar a través de las redes sociales su petición para que se celebre una nueva reunión del órgano que rige los destinos del club.
Del Nido Benavente, cuyo hijo primogénito, José María también, es ahora el presidente del club después de ser proclamado en los últimos días de 2023, emitió un comunicado con el título de "Salvemos al Sevilla" y justificaba su solicitud de una nueva Junta General de la siguiente manera: "Después de varios intentos por acercar posturas con los grandes accionistas y de solicitar información sin éxito al Consejo a través de mi único Consejero, me veo en la obligación como sevillista y accionista de convocar Junta General de Accionistas y así he requerido al Consejo en la tarde del pasado lunes".
Su extensa misiva está firmada por el socio número 74 de la entidad. De esa manera justifica su nueva petición de una Junta General, de la que ya realizó dos en el pasado 2023 y ahora empieza incluso antes en 2024, pues apenas se ha sobrepasado el ecuador del mes de enero.
La extensa carta de Benavente
Éste es el contenido completo de la cara hecha pública por José María del Nido Benavente:
"Siendo consciente que la situación deportiva del Sevilla FC es crítica, y que se me puede acusar de desestabilizar a la Entidad, nada más lejos de la realidad si se proscribe la demagogia, me considero en la obligación como máximo accionista del Sevilla FC de exigir la información económica que se me niega, para conocer si como se me indica está en riesgo la viabilidad económica de la Sociedad.
Controlando más del 50% del capital social asistente a las Juntas Generales de Accionistas, y cerca de hacernos con el 51% del capital social total del Club, nos vemos en la obligación de defender el patrimonio de la Entidad, razón por la que no podemos estar de brazos cruzados, salvo que pretendiéramos, por dejación, ser corresponsables del despropósito al que se nos está llevando.
La única solución actual es cambiar a los gestores que están provocando la ruina más absoluta. No tienen capacidad para gestionar un club de fútbol a la altura del Sevilla Fútbol Club, con un presupuesto de 250 millones de euros de gastos, cuarto del fútbol profesional español. Prueba que son unos auténticos OKUPAS, es que en las últimas Juntas Generales no sólo se ha reprobado la gestión social, sino que ni siquiera se han aprobado las cuentas anuales de la sociedad, sin que esto parezca importarles lo más mínimo mientras sigan sentados en sus privilegiados, remunerados e ilegítimos sillones.
He mantenido desde enero del pasado año reuniones con las familias Alés y Carrión, vaticinando a ambas lo que iba a ocurrir por la deriva gestora desastrosa que se estaba haciendo, obteniendo siempre como respuesta cualquier cosa, menos llevar a cabo el cambio necesario y que, entonces, habría sido muchísimo menos traumático que el que se va a tener que hacer.
Ambas familias conocen de mi viva voz la situación, las previsiones desgraciadamente cumplidas, la deriva decadente de la Sociedad y la necesariedad de un cambio radical en la gestión. Respuesta: la tenemos en la situación actual.
Dice el refranero popular que “cada palo aguante su vela” y se hace cada vez más necesario exponer, para que sea de conocimiento público de todos los Sevillistas, que son las familias Carrión, Alés, Castro y Guijarro las que no sólo sostienen el actual descontrol de gestión, sino que entre ellas se reparten en esa situación económica y deportiva mucho más de 2 millones de euros de salarios por temporada.
Pese a ser el máximo accionista del Sevilla FC, pese a mis reiterados requerimientos fehacientes para acceder a ello, pese a que la Ley les obliga a informarme de todo lo que les solicite, no tengo acceso a nada de lo que ocurre en la Entidad.
Sin ir más lejos, el pasado 13 de diciembre de 2023, mi único consejero solicitó información al Consejo de Administración sobre la desviación presupuestaria en el apartado “ingresos por competiciones” de esta temporada, fruto de la eliminación en competición europea. Además, preguntó por las medidas que iba a adoptar el Comité Ejecutivo al respecto, ante la inoperancia del Consejo de Administración. NO hemos obtenido ningún tipo de respuesta.
El pasado 22 de diciembre de 2023, mi único consejero solicitó información al Consejo de Administración sobre el crédito que nos consta que se está negociando por importe de 107 millones de euros (uno de 85 millones con vencimiento entre 10 y 12 años y otro de 22 millones, renovable cada 5 años y con comienzo en noviembre de 2023). Como siempre, NO hemos recibido ningún tipo de respuesta.
Le pregunto a todos los accionistas que apoyan al actual Consejo, algunos de ellos empresarios: ¿qué harían en sus respectivas empresas si tuvieran a un Consejo de Administración que las gestionara y las llevara a una situación como la que han llevado al Sevilla FC por los actuales OKUPAS? ¿Merece la pena apoyar a los actuales gestores por la simple prebenda de un sueldo (por mucho que se repartan cerca de 2,5 millones de euros) y la situación de privilegio de sentarse en el palco? Y la familias Carrión, Alés y Guijarro, ¿dejarían que en sus empresas se intercambiaran los cargos el Presidente y el Vicepresidente 1° después de TRES malos ejercicios?
Ante esta tesitura en la que los actuales OKUPAS quieren hipotecar el futuro de la entidad con esta solicitud de crédito que no sabemos si se ha firmado ya o no y, dado que NO he obtenido respuesta a los últimos requerimientos de información, además de sobre los créditos que se pretenden suscribir, que podrían hipotecar el futuro inmediato de la Entidad, como sobre las desviaciones presupuestarias previstas para este ejercicio (eliminación de competiciones europeas, ceses de dos entrenadores y contratación de uno nuevo) me veo en la obligación de convocar Junta General de Accionistas para que, por lo menos, sea en ese foro donde contesten a dichas cuestiones críticas para el devenir y el futuro de nuestra Entidad. Habida cuenta de que poseo el 25% del capital social a título individual y de que represento en las Juntas la mayoría del capital social asistente, entiendo que tengo la obligación de dar el paso que realizo y, para ello, voy a seguir luchando".
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