Chris Ramos, el ‘9’ de moda al que el Sevilla le volvió la cara
Sevilla FC
El delantero del Cádiz que llama ahora la atención de clubes grandes pasó por Nervión, donde desecharon comprarlo por 3 millones
El entrenamiento mental, uno de los secretos del espigadísimo jugador gaditano
Chris Ramos, de la Tercera balear a debutar en Primera
El Sevilla comparece este sábado en el Nuevo Mirandilla apurado de nuevo por los resultados. Con el efecto Diego Alonso amortiguando los primeros destellos de frescura con una aceptable imagen sin la llegada aún de resultados, la defensa nervionense se verá las caras con uno de los delanteros de moda del fútbol español en este inicio liguero. Christopher Ramos de la Flor (Cádiz, 18-1-97) es un jugador de 26 años que destaca por su tremenda envergadura y una velocidad poco común para un jugador con un esqueleto de 1,91 metros. El día que debutó en Primera, en las filas del Real Valladolid, en 2019, estableció con su amplia zancada un récord al que jamás nadie había llegado en la Liga: 33,68 km/h.
Ésa fue la temporada en la que fue cedido al Sevilla. Debutó en la primera jornada en un Girona-Valladolid, pero los fichajes de Enes Ünal y Duje Cop taponaron su progresión. El club de Nervión, uno de los que estuvieron atentos a su explosión en el San Fernando, lo incorporó el 31 de agosto cedido, en principio para el filial, pero con vistas a que ayudara al primer equipo. Pero coincidió en una de las etapas de oscuridad y poca claridad en las decisiones. El Sevilla Atlético, que había descendido desde la Segunda División A, coqueteó en Segunda B hasta con el descenso a Tercera. Con Luci, la mano derecha de toda la vida de Caparrós, hizo unos números más que aceptables pese a pasar por dos lesiones musculares. Jugó 30 partidos (23 como titular) y firmó 6 goles y 4 asistencias. Llegó a ir convocado con Pablo Machín, un entrenador al que le gustaban los delanteros de su perfil, en un partido de Copa con el Villanovense en un Sevilla en el que estaban André Silva, Ben Yedder y Muriel. Al final de temporada, el Sevilla, con Caparrós como director deportivo, decidió no hacer efectiva la opción de compra de 3 millones de euros.
Un físico imponente
Con 1,91, el juego del Cádiz se apoya en sus duelos aéreos, siempre ganadores, y en su zancada al espacio
Una referencia
Trabaja en defensa, es capaz de de jugar en banda y destaca por su velocidad: en Valladolid estableció un récord: 33,68 km/h
Ahora suma dos goles (uno al Betis) y dos asistencias en Primera con el Cádiz, en el que ha pasado de ser la cuarta o quinta opción en la delantera a ser un fijo para Sergio González, que siempre monta el ataque con Chris Ramos, el pararrayos que gana todos los balones aéreos, y otro que puede ser Maxi Gómez o Roger Martí, para ya con el partido avanzado que tengan minutos Sergi Guardiola o Negredo.
Su nombre está en la agenda de varios grandes y hay quien ya lo apunta en las quinielas de las próximas convocatorias de la selección.
De Tercera a Primera en un solo año
Formado en las categorías inferiores del Cádiz, tuvo que sufrir para engancharse el fútbol profesional. Pasó por categorías de las del fútbol de tierra de toda la vida. En Primera Andaluza, en la Tercera balear, en el Mercader de Menorca, desde donde encontró un hueco en el San Fernando… aunque con matices. Fue una apuesta personal, pues debía partir con ficha del filial y jugando de extremo. Pero pronto su entrenador, José Pérez Herrera, lo ubicó en punta y empezó a destacar a lo grande. Zancada, recursos técnicos y capacidad para anotar goles que en menos de dos meses en Segunda B hizo llegar como abejas a la miel a no pocos equipos de Primera en busca de talentos para sus filiales. Monchi, por entonces en la Roma, andaba atento a lo que pasaba en el San Fernando. Sevilla, Betis, Getafe, Rayo Vallecano… se hablaba que se habían interesado Real Madrid y Barcelona, pero el que al final apostó fue el Valladolid con Miguel Ángel Gómez al frente de la dirección deportiva. En enero estaba en Pucela y tras el ascenso de los blanquivioletas, en agosto estaba debutando en Primera en Montilivi.
Llegó la etapa del Sevilla, que significaría un parón. Volvió al Valladolid, pasó por el Lugo y llegaría la oportunidad de volver a casa. El Cádiz, por el buen ojo de Borja Lasso, apostó y no podía defraudar a su abuelo materno, con quien mantenía una relación muy especial y que fallecía el sábado pasado.
El secreto, el entrenamiento mental
Sin duda, todo lo que ha sufrido para llegar donde está ha hecho que su cabeza la tenga donde hay que tenerla, así como los pies en el suelo. Ha pasado de jugar casi sin cobrar a tener un horizonte brillante. Tiene perfil Premier y ya se posicionan los primeros intermediarios.
Uno de sus secretos está, además, en el entrenamiento mental, que lleva a cabo en sesiones semanales en Jerez de la Frontera con el entrenador que le puso en la rampa de lanzamientos en el San Fernando y su equipo de profesionales. Chris Ramos lo tiene claro y lo recomienda a todos los futbolistas, sean profesionales o no. “El entrenamiento mental y emocional es algo esencial que deberían tener todos los jugadores, ya sea en el staff técnico o a nivel particular como lo decidí yo”, recomienda.
“Para mí ha sido primordial encontrar esa figura en Equipo Pérez Herrera, ya que entre otras cosas me ha ayudado a afrontar miedos, limitaciones, dudas que incluso desconocía y, por tanto, superarlas me ha convertido en mejor jugador”, añade el jugador del Cádiz, que recibe sesiones semanales de coaching, que incluyen análisis en vídeo de esos mismos aspectos mentales asociados a actitudes corporales e incluso recomendaciones para el posicionamiento táctico.
El sábado será la principal amenaza para una defensa que está claramente en construcción en torno a Sergio Ramos y que no destaca precisamente por su velocidad en carrera. Chris Ramos, azote del Betis con dos goles ya en el Villamarín, uno en esta campaña, vuelve a encontrarse con el Sevilla.
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