Castro: "El de Turín fue mi primer título como presidente, pero Eindhoven fue el más importante"
Sevilla FC
El presidente del Sevilla antepone el significado de la primera UEFA, porque abrió el camino de la gloria, al de la primera Liga Europa, pese a que fue su primer gran logro
"Antes que presidente soy sevillista", argumenta Castro, que dijo entre bromas que "hubo gallinitas en los penaltis"
José Castro ha realizado una demostración de sevillismo al recordar el título de la primera Europa League, el de Turín, del que este jueves se cumplen seis años, al anteponer en significado el de Eindhoven, en el que el presidente era José María del Nido. El actual dirigente del club ha reiterado una manifestación en la que quiere expresar que le da prioridad a ser sevillista sobre ser presidente del Sevilla.
De muy buen humor en el recuerdo de esta otra efeméride del Sevilla en el mes de mayo, el presidente blanquirrojo ha realizado sendas declaraciones radiofónicas en la que expresó este sentimiento. "Era mi primer título como presidente, pero antes ya era sevillista, por lo que el más importante fue el de Eindhoven, que abrió el camino y dio fuerzas para conseguir todos los demás", comentó en SFC Radio.
Posteriormente, en Radio Sevilla, fue preguntado expresamente si para él el de Turín fue el título más importante, al ser el primero que ganó como presidente: "No, no, no, para nada. Yo antes que presidente soy sevillista. Y antes que ninguna, la final de Eindhoven para mí es lo más, es la más importante de todas, porque marca el inicio de todo lo que vendría después, y porque marca el momento en el que el Sevilla después de mucho tiempo volvió a conseguir un título".
Eso no le resta importancia a la primera UEFA Europa League, la que abrió la trilogía de títulos con Unai Emery tras los de Juande Ramos. "El de Turín fue muy importante, porque además en el partido sufrimos ante un magnífico equipo que tuvo quizá más ocasiones que nosotros durante el partido. Pero tuvimos mucha fe, muchas ganas, jugamos una final muy bien jugada, aguantando. Tuvimos también nuestras ocasiones en la segunda parte, incluso en la prórroga. Y bueno, llegar ahí es muy, muy difícil. Pero también hay momentos en que no sólo es importante la capacidad, tener una buena plantilla, saber jugar las finales, tener un magnífico entrenador... sino también a veces es importante tener un poquito de suerte en los penaltis. Y también tuvimos un poquito de gallinita", dijo de muy buen humor, en referencia a las bromas que se hacen en algunas imitaciones radiofónicas sobre la suerte de Castro y sus "gallinas".
José Castro alcanzó la presidencia, primero de forma interina y luego de forma oficial y aprobada por el consejo de administración, tras la obligada dimisión en diciembre de 2013 de José María del Nido. Fue un año convulso institucionalmente, antes del éxito de Turín. Pero el Sevilla, con Castro a la cabeza, demostró que una vez más supo sobrevivir a otro avatar importante en la vida del club de Nervión. Y aquel título lo consagró como presidente.
"Aquí lo realmente importante es la entidad, el Sevilla. Es verdad que era un momento complicado en lo institucional, porque hubo un cambio en la presidencia. Pero se demostró que las estructuras del club eran fuertes. Y yo creo que hicimos lo que teníamos que hacer. Pelear y luchar", argumentó al respecto el dirigente utrerano.
Castro abundó en ese momento de la entrevista en Radio Sevilla sobre el crecimiento que permitió aquel título bisagra de Turín al término de esa temporada de incertidumbre: "Sobre todo creo que las cosas se hicieron bien en la entidad, no sólo ese año, sino en los demás. Todo lo que se ha conseguido está ahí: títulos, finales, el estadio, que ahí está... Muchas cosas importantes. Nuestra ciudad deportiva... Son muchas cosas las que se han conseguido desde entonces hacia acá. Pero lo realmente importante es ganar títulos y haber conseguido la UEFA ese año sin duda fue un espaldarazo a ese proyecto mío que ha seguido, y que seguiremos disfrutando los sevillistas. Porque quedan muchas cosas muy buenas por conseguir".
También desveló que incluso Unai Emery pasó por malos momentos durante la temporada, en la que él personalmente le sugirió a Monchi que era la hora de respaldarlo e incluso de plantearle la renovación. ¿Si el Sevilla hubiese caído ante el Betis en el euroderbi, podría haber habido destitución de Emery? "Fue una temporada en la que en la primera vuelta los resultados no llegaban en la Liga, las cosas estaban mal. Pero tuvimos mucha paciencia y en un viaje le dije a Monchi: 'Es el momento de dar un espaldarazo a este entrenador en el que creemos tanto'. Y así fue, se lo dijimos a Unai, que queríamos renovarlo, con el equipo estando el 14. Y Unai nos dijo, 'presi, pero fíjate dónde estamos ahora mismo'. 'Es el momento de renovarte porque creemos en ti'. Fíjense si creíamos en él que luego consiguió tres títulos europeos. Teníamos claro lo que queríamos. Y eso demuestra que aunque fuera, en el exterior, a veces las cosas se ven de otra forma, los que estamos dentro, cuando tenemos las cosas claras, hay que mantenerlas".
"Turín fue clave para lograr todo lo que ha venido después -prosiguió Castro-. Lo hicimos también con un grandísimo capitán como Rakitic, que fue parte importante de aquella plantilla que era una piña y que aunque saltaban chispas algunas veces con ese entrenador que teníamos siempre había unión y siempre había lo ncesario para conseguir los títulos y los logros que hemos logrado", explicó el presidente sevillista.
Recordando la trascendencia de aquel título, tras lo acaecido durante la temporada, Castro le da otro significado extradeportivo al logro, según dijo en SFC Radio. "Se puede decir que en Turín recuperó el Sevilla de nuevo el respeto nacional e internacional volviendo a la élite de las finales. Recuerdo a Roberto Alés, que estuvo allí, disfrutando de todo aquello. Las victorias tienen muchos padres y las derrotas todo lo contrario. Yo creo que el proyecto siguió funcionando los años siguientes y ya vamos por seis años en los que hemos presentado buenos números: tres UEFA Europa League, diez finales, seis clasificaciones europeas, tres de Champions, llegar a cuartos de final de Champions League después de 60 años, reformas de instalaciones profundas, estando dentro de los 25 clubes más valiosos del mundo... Turín permitió todo esto después".
La fe del equipo era una fe contagiada por el sevillismo, que se movilizó en Estoril, que creyó en la remontada ante el Betis y hubo 5.000 sevillistas en el Benito Villamarín, los mismos que en Mestalla... "El sevillismo siempre cree, siempre tuvo fe, y así actuó el equipo. El rival estaba lleno de magníficos jugadores. Supimos sufrir y aguantar el arreón y supimos jugar una final para ganarla en el último suspiro y que viniese para Sevilla. Recuerdo que decíamos que esa era nuestra copa y que debía volver a Sevilla. Estábamos convencidos y esas ganas y esas fuerzas hicieron que fuésemos capaces de conseguirlo. Creo que ha sido la final en que más problemas deportivos tuvimos. El Benfica jugó una primera parte extraordinaria, pero esa copa era para nosotros desde el principio por todas las cosas previas que pasaron. No podíamos perder esa final, independientemente del rival que tuviésemos enfrente".
En esta efeméride de aquel título, en esa conmemoración del 14 de mayo de 2014, José Castro volvió a acordarse de los sevillistas que fueron fieles en la travesía del desierto y también de los que no vivieron para volver a ver campeón a su equipo. "Uno se acuerda de los sevillistas mayores, de los que no pudieron vivir esos títulos. Personas importantes que se fueron antes y que no pudieron disfrutar eso después de tantos años. Hay que pensar también en los jóvenes, que también han tenido esa suerte de vivir lo mejor del Sevilla que son estos últimos quince o veinte años", remató en la radio del club.
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