Diciembre, un inesperado Tourmalet para el Sevilla
Sevilla FC
La finalísima en el estadio del sorprendente Salzburgo y el partido aplazado ante el Barcelona, picos altos de una cordillera que debe subir por los de Lopetegui antes de 2022
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El mes de diciembre ha deparado, casi sin esperarse, una especie de Tourmalet con puertos de montaña de primera categoría casi sin respiro. El duro y trabajado partido con prórroga en El Arcángel ante un aguerrido y muy dinámico Córdoba que dio mucha más guerra de la esperada en un equipo de Segunda RFEF fue como un puerto de segunda categoría que hace prever lo que está por venir, un primer repecho que empezará a acentuar la graduación de su pendiente hacia arriba este sábado, con la visita del Villarreal.
Luego llegará un auténtico puerto especial: el día de la Inmaculada Concepción, es decir, este miércoles 8, el Sevilla debe mirar cara a cara a su destino en la Champions, con su visita al Salzburgo. Y esto será el prólogo de los encuentros ligueros consecutivos ante el Athletic en San Mamés y frente al Atlético de Madrid y Barcelona en Nervión.
Esta cordillera de puertos especiales debe afrontarla el equipo de Julen Lopetegui en apenas 18 días, y sin receso intersemanal, dado que entre el Athletic y el Atlético hay partido de Copa –previsiblemente el miércoles 15, un alivio por ser un rival inferior. Aunque esto es muy relativo, porque ya se vio lo que ocurrió en Córdoba, con su lastre de esfuerzos y tocados y la imposibilidad de que Lopetegui les diera descanso a varios de sus titulares fijos. Y entre la cita sabatina con los colchoneros y la del Barcelona el martes 21 antes del parón navideño apenas hay también tres días.
Llega la hora de los valientes para Lopetegui y su tropa. El cuerpo técnico del entrenador guipuzcoano debe hilar muy fino repartiendo cargas de trabajo y esfuerzos físicos y mentales ante lo que se avecina, un tropel de partidos de primer nivel y todos con muchísimo en juego en una cascada sin solución de continuidad de 18 días. Además, tampoco habrá margen para curar las heridas anímicas de cualquier traspié de más o menos gravedad, teniendo especial trascendencia la cita del miércoles 8 en Salzburgo.
En la capital de Mozart no habrá lugar a alegres sonatas y sí a ruido de sables, porque ambos se juegan su futuro en la Champions y ninguno quiere escuchar música de réquiem, algo que puede dejar su huella negativa en lo anímico en un grupo que ya el año pasado sufrió con la eliminación en octavos de final frente a un equipo mucho más poderoso pero que también fue bien acogido cuando salieron las bolas en el sorteo, el Borussia Dortmund. Porque además en la preciosa ciudad al pie de los Alpes se juega también el destino económico del Sevilla, y eso es algo que llega indirectamente a los profesionales, que saben qué presión tendrán que soportar si hay caída en la Champions.
Pero antes de este auténtico puerto especial inesperado, porque nadie imaginaba que el Sevilla se tuviera que jugar su futuro europeo en Salzburgo en la última jornada y a domicilio, llega el Villarreal de Unai Emery, un equipo que siempre exige un gran esfuerzo por su forma de competir, aunque el año pasado cayó por 2-0, un resultado aparentemente holgado pero que requirió un denodado empeño.
Hasta la visita al nuevo San Mamés, un escenario donde al Sevilla siempre le cuesta puntuar, parece un puerto menor antes de las dos últimas citas de diciembre en cuatro días ante Atlético y Barcelona. Pero el Athletic de Marcelino combate con el Sevilla de Lopetegui por ser el equipo menos goleado de la Liga: están igualados ahora mismo en 11 tantos en contra, como la Real Sociedad, aunque los sevillistas conservan la segunda mejor diferencia de goles (+13) tras el Madrid (+20).
Llega este inopinado Tourmalet principalmente por las inesperadas citas de Salzburgo y la imbricación en el calendario del aplazado ante un Barcelona que ya ha iniciado la escalada de la mano de Xavi, con ayuditas arbitrales, ciertamente, pero ahí está ya. Y el Sevilla debe responder a esta subida sin receso con fortaleza física y mental y asumiendo que seguirá teniendo su lastre de bajas. De momento, cuatro futbolistas importantes siguen lesionados, Jesús Navas, Suso, Lamela y En-Nesyri. Y en la Copa tuvieron que salir al rescate varios titulares.
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