Bono, el único debate abierto
Sevilla FC
La suplencia en la Liga del actual Zamora y uno de los tres mejores porteros del mundo anima a parte de la afición a discutir lo único discutible de la gestión de Mendilibar
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Poco o nada se le puede discutir a José Luis Mendilibar por su gestión de la plantilla desde que llegó a principios de abril tras la salida de Jorge Sampaoli precipitada por la derrota en Getafe. El entrenador vizcaíno, un perro viejo en el mundo del fútbol, le ha cambiado la cara al equipo, ha vuelto a ilusionar a la afición y, sobre todo, ha resucitado a un muerto, habiendo salvado virtualmente al equipo de la amenaza del descenso mucho antes de lo previsto por los más optimistas.
Y la guinda, desde luego, la ha puesto –o la está poniendo– el de Zaldívar en la UEFA Europa League, competición en la que puede pasar cualquier cosa estando el Sevilla de por medio y en la que se dispararon los egos con cinco minutos mágicos en Old Trafford y un partido de vuelta de ensueño en el Sánchez-Pizjuán ante el Manchester United, un coloso europeo al que dejó KO el equipo de Mendilibar a base de fe e intensidad para dibujar un 3-0 histórico que se quedará para siempre en la retina de los que lo vivieron.
El experimentado preparador ha dado con la tecla en todo. Ha simplificado el mensaje y los principios futbolísticos de la forma de jugar de un grupo en el que lo único que hacía falta era explotar sus fortalezas y minimizar sus debilidades, justo lo contrario a lo que hacía con Sampaoli.
55 goles en 32 partidos
Las cifras de Bono son inferiores a las de su compañero Dmitrovic, que ha recibido 13 tantos en 21 duelos
No obstante, el único debate que tiene cabida en la gestión de Mendilibar es su elección de los porteros. Cuenta con la ventaja de tener el puesto muy bien cubierto, con dos magníficos guardametas, y el técnico ha optado por apostar por Marko Dmitrovic en la Liga y darle a Bono el papel de titular en la Europa League.
Ante esto, poco se puede decir cuando el equipo está obteniendo resultados. Con una sola derrota desde su llegada al banquillo, la de hace justo una semana ante el Girona en Nervión (0-2), los datos no mienten. La decisión es la correcta, aunque hay algunas voces que recuerdan que el internacional marroquí es uno de los tres mejores porteros del mundo, dato certificado por la nominación por parte de la FIFA para los premios de The Best que ganó el argentino Emiliano Dibu Martínez por delante del sevillista y del belga Thibout Courtois.
Yassine Bounou, Bono, por este régimen de alternacia, tendrá una nueva oportunidad este jueves ante la Juventus en las semifinales de la Europa League y nadie duda tampoco que, en caso de que el Sevilla se clasifique para la final, en el Puskas Arena de Budapest estaría de nuevo el meta nacido en Montreal.
Sin embargo, hay una parte importante del sevillismo que reclama más presencia de Bono en los partidos ligueros, en los que hasta el momento Dmitrovic, hombre que tenía la confianza de Mendilibar desde que coincidieron en el Eibar, ha sido insustituible.
Lo eligió el técnico, entre otras cosas, por su relación con el balón en el juego de pies, diferente al de Bono. Mientras el marroquí tiene más sensibilidad para jugar en corto y al hueco –aunque la idea de Sampaoli le perjudicó claramante al obligarlo a correr a menudo riesgos innecesatrios–, el serbio es más efectivo para el juego directo por su golpeo largo, fuerte y plano. Dmitrovic, además, cuajó excelentes partidos en los primeros duelos de Mendilibar en el banquillo. El balcánico se erigió en salvador en varios duelos, dándole la razón al técnico por tomar esta decisión que de alguna manera podía calificarse en, si no arriesgada, sí muy particular.
Sin embargo, sin estar mal, en las dos últimas jornadas no ha estado el internacional serbio a la misma altura, lo que ha dado pie a que los que quieren ver a Bono en la titularidad.
Está claro que Mendilibar está legitimado para tomar una decisión de este calado en la dirección que sea. Son dos grandes porteros, ambos zurdos, ambos con una personalidad importante y los dos con una templanza imprescindible. Se llevan bien, son buenos compañeros y compiten con lealtad, pero lo conseguido por Bono, con el triunfo en el trofeo Zamora al meta menos goleado de la Liga pasada y su irrupción internacional en el Mundial ha llevado a algunos aficionados a pensar que es un lujo dejarlo en el banquillo. Es el único debate abierto. Un lujo de debate.
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