Bono logra el primer Trofeo Zamora en la historia del Sevilla
Sevilla - Athletic
Anteriormente, sólo Juan Arza lucía un premio individual de la Liga similar al que ha logrado el meta internacional marroquí
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Bono, el Trofeo Zamora y el debate sobre si debe jugar o no
Yassine Bounou (Montreal, 05-04-1991), conocido como Bono en las alineaciones, ha logrado este domingo, última jornada de la Primera División española, el Trofeo Zamora. Se trata de la primera vez que un portero del Sevilla, equipo menos goleado de la Liga (30) se hace con este galardón individual en la historia de la Liga.
Anteriormente, solo el gran Juan Arza, sexto mejor jugador de la Liga según el Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol y primer Dorsal de Leyenda del Sevilla, había logrado un trofeo individual similar, el Pichichi, en el año 1955, con 29 goles en 29 partidos ligueros.
Bono lo ha logrado al encajar solamente 24 goles en 31 jornadas, con un coeficiente de 0,77 frente al de 0,81 de Courtois, que encajó 29 tantos en 36 citas ligueras.
Julen Lopetegui no lo alineó ante el Athletic en la última jornada de la Liga, dándole la titularidad a Dmitrovic, quizá tanto para premiar a Bono en su lucha por el Zamora como para reconocer la profesionalidad del guardameta serbio, suplente toda la temporada del marroquí. Ambos mantienen una excelente relación, como han afirmado públicamente más de una vez.
Si hubiese jugado Bono, corría el riesgo de perder el premio individual si hubiese encajado dos goles, lo que habría subido su coeficiente a 0,8125, por el 0,8055 del belga.
Incluso Courtois, su principal competidor por el trofeo que otorga anualmente el diario Marca el portero que menos goles en caja, le dio la enhorabuena a Bono al término del Real Madrid-Betis, dando por sentado que ya no jugaría ante el Athletic y asiría el Trofeo Zamora.
Bono suma así un galardón individual a su indudable influencia positiva en los logros del Sevilla desde que llegó, en la última jornada del mercado estival de 2019, cuando el PSG fichó a Sergio Rico y Monchi se decantó por adquirir cedido del Girona al marroquí.
Esa temporada, 19-20, se coronó como el portero titular en el tramo final de la Liga, después del confinamiento, desde la lesión de Vaclik ante el Eibar. Y fue decisivo en la consecución de la Europa Legue en 2020, con auténticas intervenciones decisivas, como el penalti que detuvo a Raúl Jiménez ante el Wolverhampton, o paradones clave ante el Manchester United, una incluso a su ahora compañero Martial, o a Lukaku en la final con el Inter.
Tras aquellas grandes actuaciones, el Sevilla se hizo en propiedad con el portero, al pagar la opción de compra que figuraba en su contrato de cesión. Y se convirtió en titularísimo e incluso emuló a Palop marcando un gol en un córner en Valladolid (1-1).
Incluso fue decisivo en la clasificación de la tercera Champions consecutiva, con su subida a un córner postrero en Villarreal, ayudando al gol sobre la bocina de Koundé (1-1).
En definitiva, otro logro inédito en una temporada histórica, pese a todos sus debates y la indefinición del futuro de Lopetegui, con la tercera clasificación consecutiva para la Champions por la vía de la Liga y este Trofeo Zamora que jamás antes recogió un portero del Sevilla.
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