Sin Banega no hay sostén
eibar -sevilla | informe técnico
Montella no logra frenar al Eibar, que fija los centrales y ataca las bandas
La derrota, con un partido del calibre del del miércoles y con tanto neófito en el once, podía entrar dentro de lo previsible. La goleada ofrece tintes peligrosísimos porque es una humillación, una más, para un equipo que ha avergonzado a su gente demasiadas veces. Spartak, Valencia, Real Madrid, Betis y Éibar... demasiados palos en una sola temporada que lo que viene a explicar es que la plantilla, ya sea con Berizzo o con Montella, no tiene una idea definida en cuanto a su composición. Es más, cerrado el mercado para corregir errores, el Sevilla sigue sin un jugador de músculo en el centro del campo que cierre la herida que el mismo técnico italiano detectó: la recuperación del balón.
Roque Mesa fue un muñequito de tarta al que el partido le pasó por encima -nunca mejor dicho con el fútbol directo del Eibar-, mientras Banega en un rato demostró que sin él no hay Sevilla. Nadie podía imaginar que el rosarino, por ser un jugador de corte exquisito, podía ser el que sostiene a este equipo, el que une las líneas tanto en ataque como en defensa. Sin él y sin Franco Vázquez el Sevilla ni es capaz de recuperar la posesión ni de estirarse como equipo.
Defensa
Ante un rival que no hacía pasar el balón por sus centrocampistas y que basa su juego en la verticalidad más pura y el ataque por las bandas, el cuarteto que alineó Montella sufrió en exceso, empezando por un jugador, Layún, que no sabe dónde debe colocarse un lateral en una competición como la española y acabando por un Pareja que, inactivo, con 34 años y el historial de lesiones que acumula, está más cerca de un ex futbolista que de otra cosa. Escudero, que lleva un mes horroroso, también fue muy castigado y Lenglet siguió en su línea, con muchos problemas para contener las marcas. Si algo es característico de los equipos de Mendilibar es el juego por las bandas y la fijación de los centrales con dos puntas. Layún dejó libre la suya todo el primer tiempo y Orellana se comió a Escudero en la segunda, aparte de barrer los errores forzados de los centrales.
Unos metros por delante, N'Zonzi no iba a ayudar, además, muy incómodo con el juego del rival y con Roque Mesa.
Arriba, no estuvo la labor de desgaste del Mudo y eso se nota, aunque es cierto que por la salida directa que elige el Eibar no hubiera sido tan decisiva como otras veces, sí al menos hubiera restado precisión a los golpeos en largo.
Ataque
Montella envió a Sandro a la izquierda y puso a Nolito como enganche, siendo el sanluqueño junto a Sarabia la única salida viable en el espejismo inicial que duró tan poco. Roque Mesa no unió nada porque ni olió el balón, N'Zonzi estaba agobiado con tanto azulgrana alrededor y sólo la salida de Banega dio criterio y asentó el juego, pero duró lo que tardó Lenglet en regalar el 4-1.
Virtudes
El descanso del bloque titular.
Talón de aquiles
La segunda unidad se retrata.
Uno por uno
Sergio Rico La peor manera de sacudir las dudas, con un gol a los 40 segundos y otros cuatro después. En algunos tuvo responsabilidad, en otros no.
Layún Ni siquiera sale en la imagen en los dos primeros goles, en el tercero se la quita de encima y provoca el córner.
Pareja Muy lejos de lo que se exige en la élite. Lento y sin sitio.
Lenglet Cala, Siovas... y ayer Orellana y Ramis. Blando en la marca y con la guinda del 4-1.
Escudero En profundo bache.
N’Zonzi A disgusto y con asco.
Roque Mesa Es un jugador para un tipo de juego muy específico. Tendrá que acoplarse al modelo. Debut preocupante.
Sarabia Siempre da la cara, pero el juego colectivo, en el pasillo central, no depende de él.
Nolito Con un nuevo rol, lo intentó, pero duró muy poco.
Sandro No es jugador de banda sino de área. El más entonado de los debutantes.
Ben Yedder Nada.
Banega Su entrada demostró que es el que sostiene al Sevilla.
Muriel Poco pudo unir.
Jesús Navas Despistado.
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