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Análisis Sevilla - Osasuna | No es la idea, es la adaptación

Sevilla FC - CA Osasuna

El Sevilla no entendió nunca el marcadísimo estilo de un rival que le ha ganado ya tres veces jugando a lo mismo

Como en Eindhoven, fue cazado a base de juego vertical, duelos y caídas

Así jugaron los futbolistas del Sevilla ante el Osasuna

La Crónica: El Osasuna B es más que este Sevilla (2-3)

Kike García se dispone a rematar delante de Fernando y Nianzou. / Juan Carlos Muñoz
Jesús Alba

27 de febrero 2023 - 06:28

Lo que era inevitable, entre tanto falso halago, llegó. El Sevilla de Sampaoli comprobó de la forma mas cruel que el fútbol no se trata de creer en una idea, sino de dominar muchas. Los blancos no supieron nunca entender que amoldarse al juego de un rival con unas características tan marcadas como el Osasuna es parte del proceso. No sorprendía en nada Jagoba Arrasate proponiendo un partido de duelos frontales, caídas, segundas jugadas y prolongaciones en largo. Falta de responsabilidad más bien era por parte de su rival el no estar preparado para ello cuando, además, en Eindhoven fue superado precisamente ante el PSV con esos registros y lo pasó tan mal que hasta vio cerca la eliminación pese al 3-0 de la ida.

Jugar bien al fútbol no es hacerlo siempre bonito, sino, en días como el de ayer en los que no es posible imponer un estilo propio, estar preparado para no caer en el ajeno. O jugarlo mejor si cabe.

Arrasate se llevó el gato al agua por tercera vez ante el Sevilla en la misma temporada y las tres veces (dos contra el mismo entrenador) de la misma forma: directo y vertical. Y dos con Abde como verdugo. En Copa y en Liga.

Defensa

Estaba fresca la misma situación vivida el jueves y tropezó en la misma piedra. Sampaoli cometió dos errores muy graves en su plan de partido. Uno, perdió la batalla numérica en el centro del campo; dos, no predijo que el balón iba a ir constantemente a la caída y en vertical, hacia las espaldas de los laterales largos que plantea con el 3-4-3, máxime si los centrales no son centrales en un esquema en el que a éstos les cuesta siempre coordinarse con los carrileros para salir o quedarse, atacar o recular, ir al par o quedarse esperando al impar...

Los duelos aéreos se perdieron siempre –Gudelj sufrió especialmente en esa faceta– y para las segundas jugadas no había nadie, de ahí que, por ejemplo, Moncayola rematara sin marca muy lejos de Bryan Gil en la jugada que acabó en el córner previo al 0-1 o Kike Barja hiciera lo propio en el 0-2 que fue anulado por el VAR.

Mención aparte fue la inferioridad en el centro del campo, donde hizo aguas el equipo en la primera mitad pese a la presencia de Gueye, que es un buen futbolista pero no es Keita, ni Poulsen ni nada con lo que lo han comparado. Sampaoli lo intentó arreglar, pero acertó sólo en la vía del balón con Suso.

Ataque

El partido que visualizó Sampaoli en la previa no apareció. En la primera mitad sólo empujó Bryan Gil sin mérito colectivo alguno y en la segunda Suso logró unir las líneas para que se generaran ocasiones, con las entradas sobre todo de Jesús Navas y el ataque del espacio por parte de En-Nesyri, pero el argumento resultó pobre a la vista de los resultados.

Además, generó situaciones de transiciones que al único que beneficiaban era al equipo que mejor sabía interpretar la verticalidad, el de Arrasate.

Virtudes

Ser capaz de levantarse, aunque a veces trata de golpear sin conciencia y sin sentido.

Talón de Aquiles

El Sevilla no supo entender el partido que había que jugar.

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