Análisis Sevilla - Fenerbahçe | Un caos por empeñarse en defender
Informe tactico
Con hasta cinco jugadores fuera de sitio, con Acuña de pivote y Rakitic de carrilero, Sampaoli sólo soltó al equipo tras el descanso
La plantilla del Sevilla está hecha para dominar y atacar
Así jugaron los futbolistas del Sevilla ante el Fenerbahçe
Sevilla-Fenerbahçe: La mejoría le da cierto margen (2-0)
Con dos caras bien diferenciadas, el Sevilla mostró el carácter bipolar de su entrenador, pero demostró una vez más que es un equipo y una plantilla confeccionada para atacar y no para defender. En la primera parte, como en los partidos de fuera de casa, el de Casilda movió los muñecos para protegerse más que para atacar. Ubicó a Acuña en el centro para tener un jugador de sangre caliente y piernas (aunque de extensión corta) y así compensar la falta de brío a la hora de correr hacia atrás, pero la situación fue un desastre que ni los propios futbolistas entendían qué había que hacer.
Si ha quedado claro que el Sevilla no tiene las piezas adecuadas para defender, no tiene centrales específicos ni tiene piernas en el centro del campo... renunciar al ataque es, cuando menos, una invitación al suicidio. Y así, lo que podía haber pasado es que se hubiera ido al descanso con al menos un 0-2 en contra. No fue así porque estaba Dmitrovic, quien se merece que le recen una novena, aunque no se salvó el palco de los gritos ya cada vez más habituales de “Castro dimisión”.
Defensa
Tratando de adivinar qué pasó por la cabeza de Sampaoli para ubicar a Acuña de medio centro y a Rakitic de carrilero, todo podría tener la raíz en el intento de contrarrestar esas pérdidas que tanto penalizan con un jugador con más sangre como el argentino, una especie de Gary Medel, pero con Gudelj y Telles de centrales, el suizo-croata pegado a la banda, Acuña por medio... eran demasiados jugadores fuera de su posición natural. Hasta cuatro de un total de diez futbolistas de campo, cinco si se apunta a Óliver Torres en funciones de extremo...
El déficit también llegó desde el centro del campo, en el que Fernando no anduvo fino y donde el Fenerbahçe, con un esquema de tres centrales también, equiparó en número la partida y acabó imponiendo desde ahí su ley. En los intervalos de los centrales encontró huecos y también en las zonas en las que no cerraban los carriles. Había veces en las que Rakitc y Acuña se intercambiaban las posiciones y surgían situaciones y espacios que no tapaba nadie.
Ataque
Sampaoli también buscó con Dmitrovic, con mejor juego de pies en largo que Bono, la salida más directa y menos elaborada. Aun así, Nianzou se lió un par de veces. Y aun así también, el equipo no tenía salida porque En-Nesyri no tenía compañeros cerca para ganar las segundas jugadas... ni las primeras.
Con la entrada de Joan Jordán, el Sevilla empezó a defender hacia delante, a recuperar más arriba y a jugar con más confianza. Jesús Navas y Bryan Gil desbordaron por fuera y luego la entrada de Lamela y Ocampos dio el punch de físico necesario en los extremos.
Virtudes
La transformación clara en la segunda mitad. Controlar los nervios y tener fe para atacar.
Talón de Aquiles
Sampaoli originó un galimatías táctico en la primera mitad.
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