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Análisis Sevilla-Almería: El filón de las basculaciones

Sevilla-Almería | Informe táctico

Mendilibar buscó los espacios con cambios de orientación aprovechando que el Almería defiende por dentro y encontró robos y remate

Goleada del Sevilla de Lukébakio (5-1)

Así jugaron los futbolistas del Sevilla ante el Almería

Lukébakio, en el momento de marcar su golazo en el 2-0. / Antonio Pizarro
Jesús Alba

27 de septiembre 2023 - 06:25

El Sevilla, cuando más lo necesitaba Mendilibar, tuvo uno de esos días en los que todo sale. Hizo las cosas bien, pero no siempre eso es suficiente. En un partido de fútbol hay muchas variables y, sin duda, los dos goles tan pronto ayudaron lo suyo. Ojo, el segundo fue clave, porque a veces un 1-0 tan tempranero es una patata caliente. Sin ir más lejos, lo pudo comprobar el sevillismo ante el Lens.

Pero el plan salió tal como lo dibujó el cuerpo técnico. Las consignas eran claras, salida en directo ante la falta de presión del rival arriba, verticalidad y mucho juego de basculaciones para explotar los costados. Progresar por un ala para finalizar por el lado opuesto. Así llegaron dos tantos: el cuarto y el quinto, uno en una contra llevada por Lukébakio por la derecha y finalizada por Lamela en la izquierda y un saque de banda igualmente ejecutado buscando el espacio libre en el otro extremo: Kike Salas.

Defensa

El equipo trabajó desde arriba y eso se notó. En ello la presencia de En-Nesyri le da un punto más al trabajo defensivo y la puesta en escena fue más que correcta. La presión tras pérdida funcionó desde el primer momento y el Almería llegó a verse agobiado.

También Fernando puso el equilibrio con su sapiencia y hubo más ritmo de piernas con Sow, Lamela, Lukébakio y el mencionado En-Nesyri.

Había que vigilar la velocidad de los atacantes del Almería, el indetectable Arribas, la llegada desde atrás de Luis Suárez... pero el sistema defensivo no sufrió.

Ataque

La estrategia operativa elegida para el partido tenía entre sus premisas aprovechar la manera de defender del Almería, dejando las bandas libres. Así, los cambios de orientación buscando bascular al rival para que aparecieran los espacios eran habituales, más de lo normal en los partidos del Sevilla. Fernando, Badé, Lukébakio... buscaban los balones de 40 metros a una banda y a otra en busca de desactivar el sistema defensivo del equipo de Vicente Moreno, que sufrió mucho ya antes del descanso.

El acierto hizo el resto. La efectividad en la finalización fue máxima, amén de que, como siempre, la obsesión por buscar centros acaba dando opciones y generando intranquilidad en los centrales del rival y en las segundas jugadas.

En salida de balón la elección de Nyland fue clara para buscar el fútbol directo arriba. El

Almería no iba a presionar con altura y tocar atrás iba a ser innecesario, ya que el equipo de Vicente Moreno prefería descaradamente ordenarse atrás y por dentro.

Virtudes

La aparición de un jugador como Lukébakio ofrece al grupo una confianza en el desborde que antes no tenía. Pero esto es un colectivo y el belga no habría logrado brillar sin el gran trabajo de otros como Fernando, Suso o Lamela.

Talón de Aquiles

Si En-Nesyri no salió antes se entiende que es porque él no quería, pero hay que mirar por el equipo.

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