Jesús Alba
Cuando el reloj se pare
Sevilla FC
José Luis Mendilibar aterrizó en Sevilla en la tarde del 21 de marzo de 2023, hace justo 38 días, y desde ese momento ha logrado darle la vuelta como un calcetín a la plantilla del Sevilla Fútbol Club. El consejo de administración del club, con Monchi junto a José Castro y José María del Nido Carrasco, tomaban apenas veinticuatro horas antes la mejor decisión de las muchas que han adoptado a lo largo del presente curso, prescindir de Jorge Sampaoli y apostar por otro veterano entrenador, aunque éste, curiosamente, amante de lo sencillo, de huir de las tonterías y del oropel que rodean al fútbol de gafipasta. Desde entonces, los sevillistas han sumado 13 puntos de 15 posibles y se entretuvieron en eliminar a un rival llamado Manchester United para colarse, otra vez, sí, otra vez, en las semifinales de la Liga Europa.
Todavía hay que leer a algún amigo en las redes sociales que a ver si va a ser ahora Mendilibar algo así como Guardiola. Estoy completamente convencido, sin haber cruzado una palabra con el técnico nacido en Zaldívar, que ni falta que le hace. El entrenador vasco se ha forjado un nombre a lo largo de su carrera y ya avisó al Sevilla de su potencial un 17 de diciembre de 2003. Aquella noche dirigía al Lanzarote, un equipo de la Segunda División B que le pegó un buen meneo a los blancos en la Copa del Rey, a pesar del triunfo final del cuadro entonces entrenado por Joaquín Caparrós con un gol de Julio Baptista.
Las reacciones fueron unánimes. El técnico utrerano felicitaba al equipo de Mendilibar por su juego, Martí apuntaba que menos que mal que habían jugado en campo natural, en Las Palmas, y no en Lanzarote, porque la cosa hubiera sido aún peor. La cuestión es que Mendilibar ya mostraba las señas de identidad de las que han hecho gala en la mayor parte de sus equipos a lo largo de su longeva carrera profesional. Presión muy arriba, casi suicida, por la posición adelantada de la línea defensiva, muy lejos del guardameta, recuperación y ataques rápidos, además de continuos centros precisos para ser rematados por los delanteros.
Mendilibar aterrizó en Sevilla el 21 de marzo; tras un mes y una semana, sus resultados son increíbles
El vasco se maneja a la perfección con ese abecedario del fútbol tan sencillo y tan complicado de llevar a cabo con precisión y acierto. Pero en este Sevilla ha caído de pie y, de momento, los resultados se han empeñado en otorgarle la razón. 13 puntos, cuatro triunfos frente al Cádiz (0-2), Valencia (0-2), Villarreal (2-1) y Athletic (0-1), además de un empate contra el Celta (2-2) con un futbolista menos desde el minuto 19. Los datos objetivos no mienten, nueve goles a favor y tres en contra, para que los sevillistas hayan alcanzado ya los 41 puntos a falta de siete jornadas para la conclusión de la Liga y hayan variado de manera considerable los objetivos.
Tanto es así que Jesús Gómez, el director de comunicación del club, utilizaba en la misma noche del jueves su cuenta particular de twitter para lanzar un mensaje que pasaba por la cabeza de infinidad de sevillistas tras el penalti transformado por Lucas Ocampos en San Mamés: "Pues pleno de Feria y ahora… ¿Y siii?".
Es evidente que la ilusión de todos los seguidores de la fe balompédica radicada en el sevillanísimo barrio de Nervión sigue estando en esa eliminatoria contra la Juventus por una plaza en la final de la Liga Europa en Budapest, pero también conviene puntualizar que una mirada a la clasificación de la Liga ya no produce ardores y, al contrario, conduce a realizar cuentas sobre algunas posibilidades de poder llegar a la zona de la lucha por las plazas europeas. Por ejemplo, el rival del jueves, el Athletic, el séptimo clasificado, se halla ahora a cinco puntos con el average ganado para los sevillistas y aún 21 en juego hasta el final del campeonato.
¿Tiene opciones el Sevilla para llegar a esa séptima plaza? Las matemáticas indican que sí, aunque el sabio Mendilibar ya advertía en la misma sala de prensa del nuevo San Mamés que su equipo "no estuvo bien en ataque" y que "al Sevilla hay que pedirle más". "Todo lo que no sea pensar en el Girona hará que nos peguemos un cacharrazo". Así lo veía el técnico con serenidad y con ambición para que sus futbolistas sean conscientes de lo que viene por delante.
Sus futbolistas han pasado de vivir en un estado de ansiedad a disfrutar del orden y de un trabajo duro
La respuesta de sus futbolistas no se ha hecho esperar en las declaraciones. Es evidente que con triunfos siempre se ven las cosas de otra manera. Por ejemplo, Papu Gómez, uno de los hombres que menos han intervenido con el vasco tras recuperarse de la operación en el tobillo que le practicaron tras el Mundial, era concluyente. "Mendilibar trajo sencillez y humildad, un aire nuevo. El equipo volvió a agarrar confianza, a creer en nosotros, que tenemos un gran equipo. Empezamos a levantar y los resultados ayudan. Todos trabajamos y tiramos para el mismo lado", comentaba el campeón del mundo en San Mamés tras la victoria.
Uno de los grandes protagonistas del triunfo en Bilbao, Ocampos, autor del gol tras ser objeto de penalti por parte de Yeray Álvarez, comentaba sobre Mendilibar lo siguiente tras el encuentro: "Nos mata físicamente, entrenamos como locos, pero uno va con otra predisposición, otra alegría y se está notando en los resultados". El goleador, satisfecho por haber vuelto al costado derecho, en el que rinde mucho más, añadía lo siguiente: "Nos está dando más que nada tranquilidad, confianza a quien le toca jugar, creo que se demuestra. Los resultados se van dando y queremos seguir de esta manera", concluyó.
Sin frases impostadas, no tiene problemas para criticar el juego de ataque en Bilbao y pedir más
Marko Dmitrovic, uno de sus avalistas por haberlo tenido mucho tiempo en el Eibar, agregaba que "Mendilibar, sobre todo, ha traído normalidad, no ha hecho ningún milagro. Yo ya lo conocía de hace mucho tiempo y eso es su mayor virtud. Nos están acompañando los resultados y la gente está muy contenta. Se nota en el trabajo día a día, la gente viene muy enchufada, entrena al ciento por ciento y luego los resultados enseñan la alegría que tenemos".
La próxima estación de este frenético final de curso para los sevillistas será frente al Girona el próximo lunes a las 21:00, partido en el que los catalanes, en este calendario tan cargado, tendrán dos días más de descanso. Después llegará el Espanyol (jueves 4, 19:30) en dos citas consecutivas en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Arranca las semifinales contra la Juventus (11 de mayo, 21:00), Valladolid (14 de mayo, 18:30), vuelta contra la Juve (18 de mayo, 21:00), derbi ante el Betis (21 de mayo probablemente), Elche, Real Madrid y Real Sociedad. Es el calendario con la posibilidad abierta de una final en Budapest. Con Mendi se ven las cosas de diferentes maneras y si Ocampos tiene ganas de ir a entrenar, todos los sevillistas tienen muchísimas ganas de disfrutar del fútbol. Ahora sí.
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