2025
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Acuña, Montiel y En-Nesyri vuelven con la buena inercia de Qatar

Sevilla FC | El reportaje

Los argentinos y el marroquí ya le dan más juego al Sevilla impulsados por su positiva experiencia en el Mundial, que los ha reforzado moralmente

Las lesiones de Telles y Rekik han cargado de más responsabilidad a Acuña, que ha dado el paso adelante

En-Nesyri no tuvo continuidad con Sampaoli antes del Mundial y ahora está por ver si su rol es otro

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En-Nesyri guía al Sevilla hacia los octavos de Copa (0-5)

En-Nesyri se abraza con Lamela ante Acuña y Óliver Torres. / José Manuel Pedrosa (Efe)

Puede ocurrir que jugadores venidos de un triunfal Mundial se den de bruces con la prosaica realidad de este Sevilla y se dejen arrastrar por la marea contraria que marca la temporada del club de Nervión, o puede ocurrir que quienes disfrutaron de una positiva experiencia en el gran escaparate del fútbol regresen dispuestos a aprovechar su buena onda para recomponer la figura de un equipo, el de Jorge Sampaoli, que necesita un soplo de energía de cualquier parte. Y parece que los argentinos Marcos Acuña y Gonzalo Montiel, como también el marroquí Youssef En-Nesyri, llegan dispuestos a enderezar su titubeante temporada. Eso que ganaría el grupo.

Hay que ponderar en su justa medida el 0-5 ante el Linares en la Copa. Ni se puede desdeñar su valor, sobre todo reparando en que equipos como el Barcelona precisaron de la prórroga para eliminar al Intercity, ni se puede olvidar que el nivel del Linares, de Primera RFEF, no es ni de lejos el de Getafe, Girona, Cádiz o Elche, que son los cuatro rivales que tiene el Sevilla por delante para arreglar algo los números en la primera vuelta y salir de la candente zona de descenso.

El caso de Acuña es el que refleja un mayor contraste. No tiene nada que ver el jugador que se marchó con la selección argentina a Qatar, con el que ha vuelto con el pecho henchido por esa estrella bordada. “Quiero ser útil”, lanzó a su bienvenida. Habló con sus paisanos, Jorge Sampaoli y Jorge Desio, y les descartó su voluntad de operarse de la pubalgia que tan descentrado lo ha tenido en los últimos dos meses. En su mente sólo está recuperar su mejor nivel, el de su primer año con Julen Lopetegui.

El Mundial es un factor de distracción mayúsculo, como así ocurrió con los argentinos antes del paréntesis abierto en noviembre, pero también es un factor impulsor si los participantes han triunfado y ya por delante sólo tienen su compromiso a nivel de clubes. Y Acuña, con dos entrenamientos solo, se apuntó para Vigo y jugó un partido completo por fin: sólo lo había hecho en la primera jornada en Pamplona y sus otros nueve partidos de Liga, hasta el del Celta, fueron incompletos. Y decepcionantes. Descentrado, jugando al límite y muy fallón con la pelota.

En las últimas jornadas antes del parón, el brasileño Alex Telles estaba abriéndose paso poco a poco. Sobre todo por su implicación y bravura en el último partido en casa, ante la Real Sociedad. Pero la grave lesión del jugador cedido por el Manchester United, más los sempiternos problemas de Rekik, han cargado a Acuña de una enorme responsabilidad en espera de que pueda llegar, o no, un desesperado refuerzo invernal para ese costado siniestro.

Acuña fue un pilar del Sevilla 2020-21, el que enlazó la segunda clasificación para la Champions con Lopetegui. No sólo hizo olvidar a Reguilón, sino que mejoró de forma clara sus prestaciones. Jugó 30 de las 38 jornadas de Liga y acumuló 2.264 minutos. La pasada campaña ya fue más irregular, pero estuvo en 31 de los 38 partidos (2.330 minutos).

Esta temporada, su celo a la hora de preservar su estado físico no ha sido bien entendido por cierto entorno e incluso el jugador se encaró con un aficionado en la ciudad deportiva cuando la crisis deportiva ya estalló. Pero en fútbol, la memoria es frágil a poco que el jugador sea capaz de darle la vuelta a la tortilla y recuperar ese nivel que lo llevó a ser una pieza desequilibrante.

Gonzalo Montiel ni siquiera tiene un crédito inicial ganado sobre la hierba, ya que su primera temporada, la pasada, estuvo marcada por una acusadísima irregularidad y más oscuros que claros, bastantes más. Su buen partido en el derbi que el Sevilla ganó en el Benito Villamarín fue una excepción.

Gonzalo Montiel

"Todos tenemos muchas ganas de mejorar, como se percibió ante el Linares”

En este curso, Montiel no ha ido mucho más allá. Y eso a pesar de la confianza que Jorge Sampaoli tiene en él. Ha tomado parte en ocho de las quince jornadas. Desde que llegó Sampaoli, ha salido siempre en el equipo inicial. Su violenta y absurda acción ante Álex Moreno en el último derbi, con el agravante de sus palabras al equipo arbitral que elevaron a tres los partidos de sanción, provocó que buena parte del sevillismo pusiera ya en el disparadero al lateral, pero éste parece que tiene la voluntad de triunfar de una vez. Antes del Mundial se apuntó para el partido ante el Velarde, donde tanto tenía que perder a nivel personal, y en Linares, en su primera actuación tras ser el hombre que marcó el penalti definitivo de la final con Francia, jugó un buen partido en espera de cumplir ante el Getafe este domingo el tercer y último partido de sanción.

Los síntomas de desgaste de Jesús Navas, lógicos por su edad, hacen que el Sevilla necesite como agua de mayo que Montiel se asiente en el lateral derecho. Y más en este tramo de temporada con Liga, Copa y, en febrero, Europa.

Y si en los laterales se antoja fundamental que dos campeones del mundo den más solidez a la zaga sevillista, qué decir de Youssef En-Nesyri en la punta de la lanza. Su hat trick ante el Linares puede tener un indudable valor anímico para un jugador que no tenía la confianza viva antes de su feliz aventura mundialista, plasmada con su estratosférico salto par el gol del triunfo ante Portugal en cuartos.

Con la secretaría técnica del Sevilla mirando de reojo al mercado por si llega una oferta por el ariete magrebí, el chaval, que ya manifestó en su día su deseo de echar raíces y descartó una oferta muy jugosa del West Ham en el verano de 2021, trata de ganarse la confianza de Sampaoli, que no ha terminado de encontrar una línea, en cuanto a nombres y esquema, por la que apostar para su frente de ataque.

En-Nesyri ha vuelto dispuesto a ser el que acabó la temporada 2020-21 con 24 goles, 18 en Liga y 6 en Champions. Pero lo primero que necesita, son minutos. Más oportunidades tuvo otro mundialista y campeón del mundo, el Papu Gómez, hoy lesionado. Toda una incógnita es el menudo medio.

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