Voluntarios reclaman más medios para vencejos y otras aves que caen por el calor en Sevilla y Córdoba

Consejería de Medio Ambiente

En Córdoba y Sevilla, los voluntarios tienen que recaudar dinero para hacer frente a esta alimentación de vencejos que requieren cuidados

La veterinaria del Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) de Sevilla se marchó en mayo y aún no se ha cubierto esta baja en Sevilla

Piden un apoyo más intenso de la administración, sobre todo en periodos como el verano en los que arrecia el calor que provoca la caída de los nidos de decenas y decenas de ejemplares

En 2022, cientos de crías de vencejos cayeron de los nidos a las calles de Sevilla por el calor

Un mirlo volantón que cayó de la muralla de la Macarena recientemente.
Un mirlo volantón que cayó de la muralla de la Macarena recientemente. / Juan Carlos Muñoz

Los vencejos, los más potentes insecticidas naturales con que contamos los humanos, capaces de ingerir 18.000 insectos al día, son aves protegidas que abundan en Sevilla y Córdoba. El problema es cuando llegan las altas temperaturas del verano y decenas de estas aves caen de sus nidos y acaban en estado crítico, ya que entonces no se pueden alimentar más que a través de terapia de fluido (administración de líquidos a través de una vía venosa). Otro problema es que la supervivencia de estos ejemplares vulnerables se deja en manos de voluntarios que hacen lo que pueden aun cuando su protección corresponde a la Administración.

En Sevilla, las primeras caídas de vencejos por el calor se están dando desde la semana pasada. Los voluntarios denuncian que los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) admiten vencejos para derivarlos a voluntarios fuera del centro aun cuando la misión de estos centros dependientes de la Junta de Andalucía es "recuperar los ejemplares incapacitados de especies amenazadas y protegidas, para liberarlos posteriormente en su hábitat natural". Hay más aves que caen. Es lo que ha sucedido hace poco días con un mirlo volantón (no sabe aún volar) con una pata herida recogido por los voluntarios junto a la muralla de la Macarena.

Los voluntarios que participan en el programa andaluz Apadrina un vencejo lamentan la escasez de recursos económicos y de personal que destina la administración andaluza a este plan, pese a la complejidad que supone cuidar de los vencejos (otras aves protegidas son la golondrina y el avión) y pese a la ayuda gratuita que aporta el voluntariado en este programa. "Los vencejos son una especie protegida totalmente desprotegida por las instituciones, y son los ciudadanos los que la tienen que sostener", se quejan.

En el año 2021, el número total de ejemplares de vencejos y otras pequeñas aves urbanas no amenazadas entregados a voluntarios ascendió a 808 ejemplares, mientras que el CREA atendió a 350 ejemplares más. “No puede ser que el grueso del trabajo se soporte gracias a voluntarios. Cada año, la cantidad de aves que se quedan siendo atendidas en el CREA es menor ya que buscan que salgan en manos de ciudadanos”

Piden un apoyo más intenso de la administración, sobre todo en periodos como el verano en los que arrecia el calor que provoca la caída de los nidos de decenas y decenas de ejemplares.

Un vencejo que cayó en Sevilla y está al cuidado de un voluntario.
Un vencejo que cayó en Sevilla y está al cuidado de un voluntario. / M.G.

El voluntariado no puede afrontar el cuidado de aves en estado crítico

Se quejan de que cada voluntario recibe "a mansalva" una gran cantidad de vencejos por parte de la administración debido a esta falta de recursos, lo que genera que queden desbordados al cuidar de una vez tal cantidad de aves en sus domicilios. Los voluntarios reciben de 6 a 10 vencejos.

"El voluntariado puede afrontar el cuidado de las aves medianamente sanas, pero no de las que están en estado crítico y que no han pasado la revisión veterinaria", avisan. "Son voluntarios los que cargan con la inmensa mayoría de esas aves en Córdoba y Sevilla. No es el CREA con la colaboración de los voluntarios, sino al revés", señalan.

El presupuesto de la administración es insuficiente

El coste económico de la alimentación de esos vencejos recae casi plenamente en los voluntarios que reciben esas aves, que necesitan a diario de 15 a 20 gramos de insectos específicos: tenebrios y grillos, además de suplementos alimenticios que no se facilitan. En 2021, en CREA de Sevilla compró 132.500 grillos y 20 kg. de tenebrios para los 565 vencejos que repartió a voluntarios. Teniendo en cuenta que el vencejo come 15 gramos de insectos al día, esa cantidad daría para alimentar a menos de 300 aves.

"Con esas cantidades que nos suministra la administración no puedes criar a un vencejo que pasa una media de 15 días en casa, porque son insuficientes", lamentan los voluntarios. En Córdoba y Sevilla los voluntarios tuvieron que recaudar dinero para hacer frente a esta alimentación de vencejos", critican.

Sin veterinario en el Centro de Especies Amenazadas de Sevilla

Reclaman personal suficiente compuesto por profesionales veterinarios que realicen un triaje de las aves amenazadas y protegidas que llegan a los Centros de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA). No basta con un curso de preparación de los voluntarios de 20 a 30 minutos. “Por otro lado, no todos los trabajadores de los CREA tienen formación en fauna silvestre. En Córdoba, fueron las voluntarias quienes se encargaron de dar el propio curso”, explican.

La administración andaluza declara oficialmente que el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas de Sevilla cuenta con un sistema de traslado y recogida de aves que presta en 48 horas servicio a las aves amenazadas y en 72 horas a las aves protegidas. Los voluntarios aseguran que ese servicio de recogida no existe.

Aclaran que no es cierto que cada ave que llega pase una revisión veterinaria y que se le abra una ficha sobre esta revisión. La veterinaria del CREA de Sevilla se marchó en mayo y aún no hay un veterinario en el centro de Sevilla.

Reclaman colaboración público-privada para atender las necesidades de aves protegidas como los vencejos.

Acusan a la Junta de actuar con una evidente contradicción por declarar que está cumpliendo su deber con las especies protegidas, cuando "eso no se da en realidad". Se quejan de que las cuestiones medioambientales se dejen en manos del voluntariado.

Las poblaciones de vencejos están en declive en toda Europa, en un porcentaje del 33%, debido a la destrucción de sus colonias y a las altas temperaturas que convierten sus nidos en verdaderos hornos, que dejan en estado crítico a aquellos vencejos que sobreviven a los calores lanzándose fuera del nido. En Sevilla, la especie más abundante es el vencejo pálido.

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