Cuando se vive mejor la fiesta a lomos de un dromedario

La plaza de la Encarnación se ha convertido en uno de los principales reclamos de la Navidad en Sevilla. Y no es por las famosas y cada vez más visitadas setas, que también. El protagonismo lo han acaparado los dromedarios y ponys de la feria de artesanía que hay instalada en el recinto y que están haciendo las delicias de los niños. Los comerciantes ven la iniciativa con muy buenos ojos por la gran afluencia de personas que se está registrando, no en vano, la idea ha surgido en colaboración con Alcentro y Aprocom. Sin embargo, algunos vecinos han denunciado la imagen que está adquiriendo la zona. La polémica está servida.

En Sevilla se llama Navidad es el nombre genérico que el Ayuntamiento de Sevilla le ha otorgado a todas estas actividades que se están desarrollando en la Encarnación. Para reivindicar ese espíritu festivo que se había perdido en la ciudad en los últimos años, el Consistorio no ha escatimado esfuerzos ni imaginación para que Sevilla vuelva a ser un reclamo turístico también en Navidad, algo que valoran todos de manera muy positiva. "La plaza está llena y eso es lo que importa. Está todo muy bonito y la gente aprovecha para hacer fotos. Los animales no dan problemas como dicen. Los responsables lo tienen todo limpio y cuando hay algo en el suelo lo retiran rápidamente. Ahora todos los niños quieren venir aquí y eso es muy bueno para nosotros", asegura José Luis Jiménez, camarero de la cafetería Spala.

Lo que más éxito está teniendo son los dromedarios. Son seis, y llegaron hace cuatro años a Matalascañas, al Parque Dunar. De ahí, sus responsables los trasladan a cualquier sitio en el que se les solicite. "Bien a colegios o a ferias como esta", señala uno de los cuidadores. Estos exóticos animales duermen también en la Encarnación, aunque los responsables aseguran que no dan ningún problema. Todos los días, a partir de las 11:00, se preparan para empezar con los paseos. "Cada uno puede aguantar entre 300 y 350 kilos de peso durante todo el día". Ya a esa hora de la mañana, son muchos los niños y curiosos que se acercan para darse un paseo. Un recorrido en los ponys de Juan Manuel Tello cuesta 2,5 euros, "pero los niños se divierten tanto y se lo pasan tan bien que repiten hasta dos y tres veces", destaca José Antonio González, la persona que está al cuidado de los animales. Son cuatro los que hay, además de dos crías de 5 y 7 meses. Por la noche, cuando se los llevan al campo para que descansen hasta el día siguiente, lo dejan todo perfectamente recogido: "Se limpia con zotal y cepillos. Todo queda como los chorros del oro".

Los que también están encantados son los artesanos de la feria de productos originales. Les gustan los animales, los espectáculos y la animación de la Encarnación, a pesar de que las ventas no van todo lo bien que esperaban. "Sólo llevamos dos días, pero la cosa está flojita. Esperamos que cuando los niños tengan vacaciones se animen los padres a venir más", explica Eva, de la tienda Lolita. Los mismo opina Carlos, de Productos Artesanos de Guijuelo.

A pesar de las lógicas molestias, los sevillanos están muy satisfechos de los espectáculos navideños de la Plaza de la Encarnación.