El acusado de la violación mortal en el parque María Luisa recurre su procesamiento
El abogado del presunto violador sostiene que no existe ninguna prueba de delito de asesinato y que hubo una tercera persona.
El hombre acusado de asesinato y agresión sexual por una violación mortal en el parque de María Luisa, Francisco Morillo Suárez, de 46 años, ha presentado un recurso contra el auto de procesamiento dictado por el juez de instrucción 16 de Sevilla, Juan Gutiérrez Casillas.
El abogado del acusado, Eugenio Guevara, ha explicado que el recurso de reforma y subsidiario de apelación se ha presentado porque considera que no existe ninguna prueba de cargo respecto al delito de asesinato que le imputan, que se pudo esclarecer gracias a unos pañuelos que fueron minuciosamente guardados por una limpiadora del parque.
En el recurso, el abogado asegura que la muerte de la mujer, de 31 años, ocurrió entre las cuatro y la seis de la madrugada del 24 de febrero pasado, mientras que el acusado estaba en su casa a las 22.00 horas de la noche anterior. Por ello, el abogado sostiene que hubo una tercera persona que intervino en el caso porque las relaciones sexuales entre la víctima y el acusado fueron consentidas, lo que rechaza el juez y la Fiscalía. Además, el recurso se basa en que no se ha encontrado ningún objeto que pudiera haberse utilizado en la agresión sexual, según el abogado.
En su auto de procesamiento, el juez imputa al acusado asesinato y agresión sexual cometido contra la mujer, a la que presuntamente atacó cuando estaba indefensa porque ingirió fármacos, aunque no letales, para suicidarse. El juez también le exige una fianza de 250.000 euros, a la que el acusado asegura que no puede hacer frente porque es insolvente. Tras las declaraciones y las pruebas practicadas, el juez considera que existen indicios racionales de que el hombre atacó a la mujer durante la madrugada y cuando estaba somnolienta.
La víctima, cuyo cadáver fue localizado la mañana del 24 de febrero en la glorieta Juanita Reina por trabajadores del parque, murió desangrada por las heridas que el acusado le habría causado. Las pastillas que ingirió no le causaron la muerte, según la autopsia inicial y la ampliación realizada por el Instituto de Medicina Legal, y el agresor se habría valido de la vulnerabilidad de la víctima e imposibilidad de defensa para su agresión mortal.
En un principio, se creyó que el caso se trataba de un suicidio porque a la mujer se le encontró en el bolso una nota de despedida ante la situación de agobio que padecía, lo que se descartó posteriormente. Las pruebas de ADN en pañuelos encontrados junto al cadáver, que fueron guardados por una limpiadora del parque, permitieron localizar al detenido.
La instrucción está a punto de concluir, según el abogado de la acusación y de la defensa, tras lo cual la Fiscalía tendrá que presentar su escrito de acusación antes de que lo hagan la acusación y la defensa, lo que previsiblemente ocurrirá en septiembre próximo.
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