El exceso de terrazas divide a los sevillanos
Economía
Diferentes asociaciones vecinales se quejan de un exceso de veladores que impiden la accesibilidad y el incumplimiento de los horarios de cierre
El gremio hostelero mantiene que la gran mayoría cumple con lo que recoge su licencia y da el servicio que sevillanos y turistas reclaman
Los hosteleros de Sevilla defienden veladores en tarimas que no molesten
Los vecinos del centro de Sevilla se hartan de las terrazas Covid y elevan una queja al Defensor del Pueblo
Nueva protesta contra la turistificación y el exceso de bares y veladores en Sevilla
La convivencia entre los diferentes sectores empresariales, vecinos, trabajadores, turistas y demás agentes sociales nunca es fácil. Pero si nos concentramos en la ecuación hostelería y vecinos, es habitual que se abra debate y surjan diferentes opiniones al respecto.
En ese sentido, más de una decena de asociaciones vecinales del centro histórico de la ciudad se han pronunciado esta semana y han elevado una queja al Defensor del Pueblo Andaluz motivados por lo que ellos consideran un "exceso de número de mesas y terrazas de establecimientos de hostelería en la calle", y porque mantienen que no en todos los negocios se cumple el horario que marca cada licencia de apertura.
En concreto, las organizaciones vecinales sostienen que el exceso de veladores se produce por la moratoria que permitió el Ayuntamiento de Sevilla en el año 2020, en plena pandemia Covid, cuando se facilitó el trabajo al sector, de modo que pudieran instalar todas las mesas y sillas que recoge su licencia, al tiempo que se garantizaba la distancia que había que mantener para evitar la propagación del virus.
Terrazas sobre plazas de aparcamientos
Otra de las medidas municipales que llegó para quedarse fue una disposición adicional que permitía a los establecimientos de hostelería que cumplían una serie de requisitos técnicos instalar, a través de un proyecto arquitectónico que requiere su estudio y construcción, una terraza de veladores en una tarima que ocupa varias plazas de aparcamiento.
Se trata de una posibilidad que no solo ha aplicado la ciudad de Sevilla, sino que es habitual en otras ciudades de España, y que el propio sector ha reclamado que se mantenga y perdure, dado que en estos casos, mantiene el sector, está garantizada tanto la accesibilidad y el paseo de los viandantes, como el servicio y la viabilidad del negocio de hostelería en una terraza.
La opinión en la calle, no obstante, está servida, dado que hay algún porcentaje de vecinos del centro que mantiene que las aceras, plazas y zonas de ocio para el peatón están colapsadas e impide el paseo natural al que invita el centro histórico. Por otro lado, otro sector poblacional apoya el velador en la calle, y busca una mesa siempre que puede para tomar algo y disfrutar del clima de Sevilla.
En ese sentido, el sector hostelero defiende que por norma general, la gran mayoría de los empresarios de hostelería cumple con los requisitos establecidos que recogen su licencia de apertura, lo que le lleva a desempeñar su trabajo de forma eficiente, y están instalados en base a unos criterios técnicos para que su terraza de veladores permita el ocio que sevillanos y turistas reclaman.
Pendientes de regulación municipal
No obstante, la regulación como tal no compete a ninguna de las partes. Será el Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Gerencia Municipal de Urbanismo quien establezca las bases del juego para una mejor convivencia.
En concreto, el Consistorio se encuentra en plena modificación de la ordenanza de veladores, precisamente un reclamo de la patronal desde años, donde se reclama, entre otros aspectos, la concesión de la licencia de veladores por dos años como mínimo, y la sanción en caso de incumplimiento de la normativa.
Cabe destacar que recientemente fue modificada la ordenanza de ruidos, normativa que también regular el sector. En particular, eliminó uno de los apartados más polémicos para el sector, y que vinculaba la concesión del número de veladores que se otorga al negocio en función del espacio con el que se cuente en el interior. Tras dicha modificación, se conceden las licencias de apertura en base a criterios de accesibilidad, ruido y convivencia vecinal.
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