El arroyo Miraflores baja caudaloso tras desbordarse a su paso por Valdezorras
Vistahermosa, la última urbanización del último barrio de Sevilla antes de entrar en La Rinconada, amaneció ayer con calles que eran charcos y un arroyo que era un río. El Miraflores, que separa Valdezorras de unos trigales que con estas lluvias están brillantes y frondosos como nunca, cogió una fuerza inusitada el jueves y acabó pasando por encima de un paso elevado ubicado a pocos metros de los chalets de esta especie de periferia de la periferia. La situación no fue a más y no hubo ningún desalojo, pero este tren de borrascas ha sido la gota que colma el vaso, o el arroyo en este caso, y los vecinos reclaman soluciones para este y otros problemas que les hacen sentirse abandonados.