Una de las víctimas del guía acusado de violación: "Me forzó en el baño, yo estaba aterrorizada"
Una joven estadounidense declara que el empresario sevillano la obligó a practicar sexo oral y que se despertó con fuertes dolores
La Policía dice que Manuel Gerardo B. V. emborrachaba a las víctimas para violarlas
Gabrielle V., la principal víctima del guía turístico sevillano acusado de violación, explicó este martes que éste la forzó en el baño y que se sintió "humillada y aterrorizada". Durante la segunda sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra Manuel Gerardo B. V., esta estudiante norteamericana detalló que el guía la obligó a practicar sexo oral y la empujó de forma que se golpeó la cabeza. El siguiente recuerdo que tiene es el despertarse con un fuerte dolor en la parte baja del abdomen, un "escozor terrible" en el ano y con la cama llena de heces.
De su declaración, realizada este martes por videoconferencia desde EEUU, se desprende también que el acusado pudo drogarla, pues hubo un momento en el que él les dio la espalda con unas copas de champán en sus manos. "Empecé a sentirme muy cansada. Me dirigí a una cama plegable que había en la habitación y me quedé dormida". Fue después cuando se despertó y no era capaz de caminar erguida, por lo que llegó hasta el baño apoyándose en la pared. Allí estaban en ropa interior el acusado y dos de las amigas de la víctima, con las que había estado durante toda la noche.
Los hechos ocurrieron la noche del 2 de noviembre de 2013 en un hotel de Tánger. Gabrielle V., natural de Florida, estudiaba en la Universidad de Salamanca y contrató un viaje de un fin de semana a Marruecos con Discover Excursions, la agencia regentada por Manuel Gerardo B. V., que ofrecía viajes baratos para estudiantes norteamericanos desde el centro de Sevilla. Gabrielle viajó en compañía de dos amigas. Las recogió un autobús en Salamanca y las trasladó a Sevilla, donde se unieron a un grupo mayor e iniciaron el viaje a Tánger.
La denunciante aseguró que no tuvo ninguna conversación con el guía hasta el sábado por la noche, aunque ya lo había visto en el autobús. "Todo parecía indicar que era el guía principal de la excursión. De hecho, se puso de pie y nos dio la bienvenida al viaje. Esa fue la primera vez que lo vi". La noche del sábado 2 de noviembre, algunos de los guías, incluido Manuel, les comentaron a los estudiantes que la zona en la que estaban no era segura, por lo que propusieron que se quedaran en el hotel. El establecimiento tenía una azotea con un bar, por lo que fueron allí con los guías.
"Yo estaba con mis compañeras de habitación y decidimos ir al bar de la azotea. Nos pedimos una cerveza, sólo una, y fui con mis amigas al balcón y allí estuvimos charlando y pasando el rato. Se nos acabó la bebida y fuimos al bar para pedir otra cerveza. Allí fue cuando Manuel se acercó a nosotras", añadió Gabrielle. La joven estadounidense relató que Manuel tenía "unas formas agradables" y no había nada que suscitara incomodidad en ella. "Se le ocurrió la idea de que podíamos ir los cuatro a beber champán a su habitación. Él habló con el camarero y decidimos ir a la habitación a beber. El ambiente era muy relajado y cordial y la impresión que me daba era muy segura".
De repente, aseguró Gabrielle, todo empezó a tomar "un tinte sexual". "En ese momento era un poco raro, desmotivador, pero no pensé que fuese peligroso, estaba en compañía de otras dos amigas y no pensé que tuviera una intención sexual. Empezó a proponer juegos de tipo atrevimiento o verdad. A pesar de que yo tenía 19 años, me preguntó por mi historial sexual, por las relaciones que había tenido hasta el momento. Propuso otro juego que consistía en intercambiarnos las camisetas, pero yo no quería y me negué".
En ese momento llegó el personal del hotel a traer champán. "Manuel cogió el champán y nos dio la espalda, se giró, sirvió el champán en nuestros vasos y continuamos bebiendo mientras jugamos a estos juegos. Mientras que jugábamos, yo bebí un vaso de champán y Manuel rellenó un segundo vaso para mí. En ese momento empecé a sentirme muy cansada, él se había quedado prácticamente desnudo, nos preguntó si podía ponerse más cómodo y, sin saber qué iba a hacer, se quitó los pantalones y la camiseta y se quedó en ropa interior. Cogió una almohada y se la puso por encima, como en actitud modesta".
La joven de Florida se sentía "muy cansada" y se echó a dormir en una cama plegable que había en su habitación. "Cuando me desperté, no sabía cuánto tiempo había dormido, pero tenía una sensación de pesadez terrible. Tampoco tenía los sentidos completamente alerta, estaba muy aturdida. Me extrañó muchísimo que no hubiese nadie en ese momento. Me puse de pie, me costó muchísimo permanecer erguida, fui apoyándome en la pared y andando lentamente hasta el baño". Allí se encontró a Manuel y sus dos amigas en la bañera, todos en ropa interior.
Gabrielle salió del baño hasta que los tres salieron y ella volvió a entrar. "Estaba sentada sobre el retrete, de forma que miraba a la puerta, no había echado el pestillo, y todo lo que puedo recordar es que Manuel entró en ropa interior, se sacó el miembro y me obligó a practicar sexo oral. Me forzó y mientras estaba sentada me empujó la cabeza de forma que me caí de lado. Es todo lo que recuerdo".
El siguiente recuerdo fue cuando se despertó en "un estado mental desconcertante y borroso", con un fuerte dolor en las zonas vaginal y anal y con moratones en las rodillas. "Estaba aterrorizada, sentía dolor, humillación, me puse de pie enseguida, todavía me costaba andar, estaba muy aturdida. Entré en el baño y me lavé y me deshice de las prendas manchadas". Al regresar a Salamanca, habló con las amigas y una de ellas le dijo que había estado treinta minutos en el baño con Manuel.
La joven explicó que denunció años después, cuando tuvo conocimiento de que había más víctimas del guía turístico. Cuando regresó a España no lo hizo porque no conocía el idioma y había personas que le aconsejaron que no denunciara. Estuvo varios años en terapia y sufre un cuadro de estrés postraumático que le llevó a atentar contra su propia vida. Esta mujer llegó a aportar un listado de hasta cuarenta jóvenes estadounidenses que habrían sido agredidas sexualmente por el empresario sevillano.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por ayuntamiento de la algaba
CAMPUS UPO