La víctima y la asesina del crimen de la heladería no tenían relación

La Policía Nacional cree que no hay lazos familiares ni pasionales entre ambos. Pasará adisposición judicial este martes.

D. J. G.

10 de enero 2016 - 14:24

Ni familiar ni sentimental. El hombre de 62 años asesinado el viernes en una heladería del Distrito Macarena y cuyo cuerpo fue ocultado en un congelador no mantenía ninguna relación con su presunta asesina. Se trata de una de las primeras conclusiones de la Policía Nacional, encargada de investigar el caso.Asimismo, se ha informado de que la mujer pasará el martes a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, el mismo que investigó la desaparición y muerte de la joven sevillana Marta del Castillo.

La presunta asesina tiene 44 años y regenta el citado establecimento, según confirmaron ayer fuentes policiales a Efe. El sábado por la tarde acudió a una comisaría de Dos Hermanas acompañada de sus hermanos -y en estado de embriaguez- para confesar que había matado a un hombre, cuyo cadáver escondió en un refrigerador de la Heladería Otoño, en el Distrito Macarena. Hasta allí se desplazó el grupo de homicidios de la Policía, que encontró el cuerpo de la víctima, un hombre de 62 años, casado, con cinco hijos y vecino de San Jerónimo, que frecuentaba los bares de la zona. El cádaver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde ayer se le practicó la autopsia. Está previsto que la asesina confesa preste declaración hoy.

Los vecinos de la zona no logran entender el motivo que llevó a la presunta asesina a cometer este crimen. Algunos residentes de la calle Los Romeros, donde se encuentra la heladería, recuerdan que la víctima acudía habitualmente a los bares de la zona, pero que nunca se le había visto con la dueña de la heladería, un negocio que llevaba abierto tres años y que "apenas tenía clientela". Las vecinas también recordaron que todos los días cerraba pasadas la doce de la noche, pero que el viernes lo hizo a las 20:15. Otras, sin embargo, desmienten que llegara a abrir la jornada en la que suspuestamente se cometió el asesinato. Incluso hay quien asevera que vio entrar aquella tarde a la supuesta asesina con su víctima en el local.

La víctima llevaba desaparecido desde el viernes, motivo por el cual una de sus hijas se desplazó a la calle Los Romeros el sábado por la mañana para preguntar por él. Allí le dijeron que la última vez que lo habían visto iba acompañado de la dueña de la heladería, quien había hecho pública su condición homosexual. El sábado por la mañana, al abrir el negocio, algunos vecinos aseguran que la presunta asesina tenía "moratones" en el rostro.

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