La víctima del crimen de Palmete recibió un disparo de escopeta a bocajarro y por la espalda
La investigación apunta a una deuda relacionada con el tráfico de drogas como móvil del tiroteo
El presunto autor, ya detenido, recibió otro disparo de escopeta en el glúteo y la pierna
La víctima, ciudadano marroquí, murió prácticamente en el acto por la gravedad de las lesiones
La víctima del crimen de Palmete recibió un único disparo efectuado con una escopeta de caza del calibre 12. El impacto fue mortal de necesidad porque se hizo por la espalda y a bocajarro, a muy corta distancia del cuerpo. Jalid B., de nacionalidad marroquí y de unos cuarenta años, falleció prácticamente en el acto, sobre las diez y veinte minutos de la noche del sábado 9 de diciembre en la calle Libertad.
El calibre 12 se utiliza habitualmente para cazar aves. Los proyectiles se abren mucho en el aire y alcanzan un mayor radio. Un disparo de este tipo de armas no suele ser mortal si se efectúa a distancia, pero al haberlo hecho tan cerca de la víctima, los perdigones se concentraron en una misma zona del cuerpo y afectaron órganos vitales.
En el tiroteo resultó herido también el presunto autor del crimen, Israel H. L., un ciudadano español de 38 años, que recibió al menos un tiro en la pierna. Este hombre llegó poco después al hospital Virgen del Rocío en un coche particular, un Mercedes desde el que fue prácticamente arrojado en la puerta de Urgencias y cuyos ocupantes se marcharon sin esperar a que fuera atendido.
El Grupo de Homicidios lo tuvo la tarde del domingo, una vez que recibió el alta médica. Se le considera el presunto autor del homicidio. Tenía disparos de perdigones en el glúteo y la pierna. El coche también había sido interceptado antes con una gran cantidad de sangre en su interior.
La Policía Nacional y el servicio de emergencias del 112 recibieron varias llamadas alertando del tiroteo. Varias patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana acudieron al lugar de los hechos y corroboraron la veracidad de los avisos. Allí, los agentes practicaron una maniobra de reanimación cardiopulmonar al herido y solicitaron la presencia de los servicios de emergencias sanitarias. Nada pudieron hacer por salvarle la vida a Jalid.
Durante la noche del sábado se vivieron momentos de gran tensión en Palmete y la Policía tuvo que desplegarse por el barrio para calmar los ánimos. Fueron identificadas varias personas, entre ellas un hombre que decía ser cuñado de la víctima y que se presentó en el lugar de los hechos visiblemente alterado. Se trata de un hombre que pertenece a una conocida familia de narcotraficantes del barrio.
El Grupo de Homicidios mantiene abierta la investigación del crimen, que ha sido declarada secreta por el juzgado correspondiente de Sevilla. Todo apunta a un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas. Se investiga si entre el presunto autor de los hechos y la víctima existía una deuda económica que uno de los dos reclamaba al otro desde hace tiempo.
La Policía busca a más implicados, pues los testigos hablaban de hasta cuatro personas que se dieron a la fuga a bordo de un vehículo. Se investiga también si este suceso guarda relación con otro tiroteo ocurrido la mañana del viernes 8 de diciembre en la zona de Su Eminencia, en el que resultó herido grave otro ciudadano marroquí.
La deuda que motivó el crimen de Palmete podría estar relacionada con el tráfico de estupefacientes, una actividad que ha deparado ya varios episodios indeseables en Palmete a lo largo del último año. El último incidente no ocurrió directamente en este barrio, sino que fue en la avenida de Jerez una vez que terminó la romería de Valme, el pasado 14 de ocubre. Un hombre resultó herido grave tras ser tiroteado desde un coche por unos individuos que habían mantenido una pelea con él cuando acabó la fiesta.
El Grupo de Atracos de la Policía Nacional detuvo después a los presuntos autores de los disparos, pertenecientes a una banda dedicada a robar a narcotraficantes cuyos miembros son casi todos de Palmete. En los registros domiciliarios desarrollados en el barrio se encontraron hasta diez armas de fuego, todas escopetas de caza que podrían haber sido robadas previamente. También se aprehendieron varios kilos de marihuana y más de 80.000 euros en efectivo.
El pasado mes de agosto, la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) detuvo en un control rutinario en Palmete a un hombre que llevaba 200 kilos de hachís en un coche. Este alijo es el más importante del año en un suceso que no responde a una investigación previa de la Policía, sino a un hallazgo fruto de las labores preventivas que ejerce a diario este cuerpo de seguridad.
La pasada primavera también fue detenida una banda compuesta por cinco personas que habían perpetrado un secuestro en la vecina barriada de Padre Pío un año y medio antes. La víctima del rapto era la suegra del Ivi, uno de los delincuentes más conocidos de Sevilla, al que los secuestradores acusaban de haberles robado una partida de droga. El secuestro fue orquestado por unos narcotraficantes muy poderosos de la Costa del Sol y la víctima fue liberada tras pasar varios días en un barrio de Lisboa.
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