La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Naturaleza sobre antiguos trazados ferroviarios
El turismo de naturaleza y las ganas de respirar aire puro se han disparado desde que nos atenaza la pandemia del coronavirus. Es lo que ha sucedido en las Vías Verdes de Sevilla, los 170 kilómetros de caminos rurales que antaño fueron para el tren y se han recuperado para senderistas, ciclistas, carros de bebé, sillas de ruedas, personas con movilidad reducida o cualquier usuario que se mueva en un medio no contaminante, además de ofrecer alojamientos y restaurantes. Forman parte de las 26 vías verdes de Andalucía cuya longitud supera los 600 kilómetros.
Las cifras de visitas se han multiplicado como nunca, con centenares de clientes que llaman a diario para reservar, y un público que no esperaba encontrar tanta naturaleza a un paso de sus municipios y se ha enganchado para siempre a estos parajes. En Semana Santa todos los alojamientos y restaurantes ligados a estas zonas se han visto desbordados.
En la Vía Verde de la Sierra, la más extensa (36 kilómetros) que discurre por el trazado ferroviario proyectado en su día de Jerez de la Frontera a Almargen (nunca entró en explotación) a través de las provincias de Cádiz y Sevilla, entre Puerto Serrano y Olvera, el número de visitantes esta Semana Santa prácticamente ha doblado al que se registró en 2019: tuvieron 23.394 visitas de senderistas, ciclistas y autocaravanas frente a las 13.558 del año anterior al covid-19, relata María Jiménez, directora gerente de la Fundación Vía Verde de la Sierra, que genera 24 empleos directos entre alojamientos y servicios.
María recomienda especialmente ver este paisaje en primavera y otoño, las mejores temporadas, sobre todo la reserva natural de Zaframagón en Coripe, que tiene una colonia de buitre leonado, un observatorio ornitológico y observación de astros, así como el monumento natural que es El Chaparro de la Vega, encina con más de 200 años.
Esta vía verde es un referente nacional e internacional sobre el gran impacto social y económico que puede generar un itinerario ecoturístico en el desarrollo rural sostenible, explica Carmen Aycart, que dirigió el programa español de Vías Verdes durante varias décadas (1993 a 2016), fue secretaria general de la Asociación Europea de Vías Verdes (2008 a 2016) y está vinculada a la Asociación Vías Verdes de Andalucía, de la que fue vicepresidenta (2011 a 2017).
En la Vía Verde de la Sierra Norte de Sevilla, el cierre perimetral de la provincia permitió a miles de personas descubrir un paraje que no imaginaban y que tiene acceso directo por tren desde la estación de Cazalla-Constantina. La empresaria rural Ana Cabeza, una joven de 31 años, lleva las riendas del restaurante y alojamiento (apartamentos y camping) El Batán de las Monjas, un negocio familiar que comenzaron sus padres a pie de esta vía verde. Señala que ha tenido que contratar al doble de personal entre semana por la cantidad de público que recibe en sus instalaciones. En marzo, por ejemplo, tuvo un 42% de ocupación en el camping y un 86% en los apartamentos, y añade que también llegan visitas de lunes a viernes, lo que no sucedía antes.
Como lugares con encanto, esta empresaria recomienda ver los "monumentos naturales" que hay junto a esta vía verde en San Nicolás del Puerto: el Cerro del Hierro, las cascadas del Huéznar (o Huesna) y el nacimiento de este río.
Entre las mejoras que requiere este enclave, Ana reclama más trenes a primera hora de la mañana de lunes a domingo (línea C-3) y mejoras en la cobertura telefónica/internet en el 50% de esta vía verde para reforzar el atractivo de esta zona.
En la Vía Verde de El Ronquillo, el Ayuntamiento afirma que se han multiplicado por 5 o 6 las visitas. El concejal de Turismo y ex alcalde, Álvaro Lara, señala que con los cierres perimetrales la cifra de senderistas, cicloturistas y aficionados a la pesca se ha desbordado hasta masificar las instalaciones del restaurante y hotel que hay en la zona, que han recibido de 4.000 a 5.000 visitas a la semana en Semana Santa, puentes y fines de semana.
El hotel y el restaurante de la Vía Verde de El Ronquillo, que da empleo a 14 personas, lo regentan Fátima y Bartolo, de 48 y 49 años, que describen como "una locura, un desborde" lo que están viviendo desde que se acabó en 2020 el confinamiento hasta hoy. "Yo no he visto más gente en mi vida. Miles de personas cada semana", explica de forma expresiva Bartolo. El restaurante se llena los fines de semana e incluso entre semana se ha multiplicado la demanda de comidas para disfrutar de la amplia terraza.
Esta pareja de empresarios recomienda toda la ruta de la vía por el pantano de la Minilla, por puentes y túneles, y los dos últimos kilómetros a continuación integrados en el Rivera de Huelva con el puente del burro de 1910.
En la comarca de La Campiña se localiza la Vía Verde de la Campiña, con 91 kilómetros, la segunda más larga de Andalucía después de la Vía Verde del Aceite (128 kilómetros en las provincias de Córdoba y Jaén), que discurre en dos tercios de su recorrido por la provincia de Sevilla. La teniente de alcalde Teresa Jiménez del Ayuntamiento de Marchena confirma que el municipio ha aumentado un 200% la afluencia de visitantes desde antes de Semana Santa y que la vía verde está llena los fines de semana.
Explica que esta vía verde es accesible mediante el tren, ya que está a tres minutos de la estación de Marchena, y por esa razón muchos visitantes acuden con su bici en el vagón. El municipio dispone de bicis adaptadas que presta por horas para personas con movilidad reducida. Marchena ha trabajado intensamente el aspecto de la accesibilidad universal para personas con todo tipo de movilidad a la vía verde, así como la revegetación de entorno para dotarla de sombra, con implicación de la ciudadanía.
El técnico Ramón Muñoz, del Ayuntamiento de Marchena, recomienza las bonitas vistas que se ven desde la vía verde, los pasos por el arroyo del Salado y el río Corbones, y las aves y vegetación del entorno. No es adecuada en épocas y horas de mucho calor.
En la zona de Pedrera se localiza la Vía Verde de las Lagunas. El Ayuntamiento, y su concejal de Medio Ambiente, Juventud y Festejos, Bernardo Ángel Pavón, están muy implicados en promover la conexión de su vía verde mediante caminos rurales con la Vía Verde de la Sierra en Olvera y con la Vía Verde del Aceite en Puente Genil, para generar un itinerario cicloturista de larga longitud.
Este itinerario, que tendría una longitud aproximada de 280 kilómetros, permitiría conectar las provincias andaluzas de Cádiz, Sevilla, Córdoba y Jaén. Tanto la Diputación de Sevilla como la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta lo contemplan así en sus estrategias y está incluido en el PITMA 2021-2027.
Esta vía se completó hace tres años y recibe cientos de visitas de los pueblos de alrededor. Bernardo recomienda, como puntos de interés, la cruz de Isabel la Católica en la antigua cañada Real entre Sevilla y Granada, el chaparro centenario (encina) en La Roda, los almendros y sus nidos de águila pescadora.
La queja de Pedrera es el perjuicio que está causando al municipio y a su estación el eterno corte de la línea de tren convencional Sevilla-Málaga desde hace dos años y medio y que no se resuelve por un problema político entre Adif y la Junta.
La última Vía Verde es la de Itálica, enclavada en el puente de la Señorita que conecta Camas con Sevilla, que lleva pocos meses sometido a una profunda reforma por parte de la Junta.
Actualmente hay posibilidades para desarrollar nuevas vías verdes en la provincia en los municipios de Lebrija, Morón de la Frontera, Arahal, Utrera, Aguadulce, por ahora.
A nivel nacional existen 130 vías verdes, que suman 3.100 kilómetros de longitud, cifra que se encuentra en continuo crecimiento por la construcción de nuevas Vías Verdes sobre una parte de los casi 6.000 kilómetros de ferrocarril en desuso que quedan en España. También hay miles de kilómetros en otros países europeos, EEUU y Canadá.
La iniciativa de las Vías Verdes en España comenzó en 1993 con Carmen Aycart como responsable a nivel nacional y ha recibido multitud de galardones, 14 hasta el momento, por parte de organismos nacionales e internacionales. Aycart explica cómo fueron los inicios:
"Elaboramos un Inventario de Líneas Ferroviarias en Desuso en el que analizamos 7.600 kilómetros, distribuidos por todo el país, con sus miles de estaciones, túneles y viaductos, un valioso patrimonio que estaba cayendo en el abandono. Siguiendo las iniciativas existentes en algunos países comenzamos a reconvertirlos en itinerarios para la práctica del senderismo y el cicloturismo, promoviendo un turismo activo y sostenible en el medio rural. Así nació el Programa español de Vías Verdes, con un logotipo y una señalética común, impulsado desde el Gobierno Central y cada vez más desde las comunidades autónomas, diputaciones y ayuntamientos". Aycart celebra que hoy en día "las Vías Verdes han demostrado su extraordinaria capacidad para dinamizar la España vaciada a través del ecoturismo".
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