Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Juan Ignacio Zoido, alcade de Sevilla
Dos semanas después, aún se le ilumina la cara cuando recuerda el 22-M. Un día en el que su nombre -ya casi es una marca- entró en el particular guinness municipal al lograr una mayoría absoluta histórica de 20 concejales que nunca imaginó. En su memoria está grabado, minuto a minuto, el relato de la jornada del vuelco electoral. Sin bajar el pistón, desde esa misma noche está volcado en poner en marcha el cambio tranquilo que ha pregonado en los últimos años y en medir cada paso para no equivocarse. "Me he dado cuenta de que antes hablaba desde la oposición y ahora soy el alcalde; tomo nota de ello, permanentemente hay que estar aprendiendo". Desde la azotea de la Casa Grande otea la Sevilla más fiel a su partido y también la que le ha prestado sus votos. Dice que las horas de despacho se las quitará a su descanso, nunca a los barrios, que seguirá visitando.
-¿Siente vértigo después de obtener 20 concejales?
-No conozco el vértigo. Voy a gobernar la ciudad como si tuviera una mayoría simple. Haber obtenido 20 concejales no cambia ni mi forma de ser, ni mi forma de entender la política. Voy a seguir escuchando a la gente con la misma dedicación y voy a seguir tendiendo la mano y ofreciendo diálogo a todo el mundo para seguir buscando las mejores soluciones para Sevilla.
-Ya han pasado dos semanas de las elecciones. ¿Qué aspectos le llaman más la atención tras un análisis sosegado de los resultados?
-Hemos sido capaces de trasladar un mensaje muy claro a los sevillanos. Hemos ofrecido un cambio tranquilo. Y voy a cumplir con ese compromiso. Creo que nos hemos ganado la confianza de los sevillanos, que estaban cansados de unos pactos que no han beneficiado a Sevilla. Aquí ha habido demasiado partidismo y demasiado poder en lugar de buscar soluciones y gobernar para todos.
-¿Le produce alguna satisfacción especial que IU haya perdido un concejal después de la labor de oposición contundente que ustedes han hecho respecto a las políticas de este grupo?
-A mí no me ha producido ninguna satisfacción desde el punto de vista personal. Lo que sí es verdad es que no comparto la política que ha seguido la Izquierda Unida del Ayuntamiento de Sevilla. Y creo que los sevillanos tampoco la compartían. La prueba está en los resultados.
-¿Qué análisis hace del momento actual del PSOE, con desbandadas de militantes en San Jerónimo y la Macarena?
-La descomposición interna del PSOE en Sevilla se viene anunciando desde hace tiempo. Han estado mucho más preocupados de las luchas internas y de ejercer el poder que de gobernar la ciudad y de hacerlo para todos. La consecuencia es que han perdido el gobierno y han tenido uno de los peores resultados, por no decir el peor, de los 30 años de ayuntamientos democráticos. Se ha demostrado que los sevillanos son dueños de su ciudad. Esta ciudad no es de nadie, como algunos pensaban. Y se han caído muchos tópicos. Eso de que en Sevilla era imposible una mayoría absoluta del PP. Eso de que Sevilla era de Felipe González y del PSOE, también se ha caído. También se ha venido abajo eso de que el voto del PSOE no podía ir a parar al PP. La gran conclusión que yo saco es que Sevilla es de todos los sevillanos, vivan donde vivan y tengan la ideología que tengan.
-¿Cómo marcha el traspaso de poderes? ¿Está colaborando el gobierno saliente con ustedes?
-Pues… sí. En principio están colaborando. Lo que tendremos que hacer cuando lleguemos al gobierno es comprobar si lo que se nos dice concuerda con la realidad. Esto no quiere decir que no haya determinadas cuestiones que me preocupen, como es la paralización de Fibes, la construcción del pabellón de la SGAE en la Cartuja, la sede de Movilidad en la Ranilla, la adjudicación de la estación de Emasesa junto a La Algaba, los parkings… Pero por muchos problemas que haya, vamos a salir adelante.
-Ha anunciado una auditoría…
-Encargaré una auditoría para conocer la situación real financiera de cada una de las empresas públicas y organismos autónomos. Y le encargaré un informe al interventor del Ayuntamiento para que nos diga cómo está la situación real el día que tomamos posesión. Antes de finalizar los cuatro años, me comprometo a encargar la misma auditoría para que podamos empezar una campaña sabiendo en qué estado vamos a dejar cada parcela. No hay otro camino para que los sevillanos recuperen la credibilidad y la confianza en su Ayuntamiento.
-¿Y el resultado de la auditoría puede condicionar las expectativas de su gobierno? ¿Podría toparse con datos financieros peor de los que se imagina?
-Pues tendríamos que hacer ajustes. Pero, en principio, las líneas básicas de nuestra forma de gobernar no van a cambiar por el hecho de que la deuda sea mayor. La determinación de tomar ciertas medidas no la va a cambiar la situación económica que nos encontremos.
-Uno de sus primeras decisiones fue levantar la protesta de los eventuales de Tussam. ¿Cómo y en cuánto tiempo se resuelve el problema de ese colectivo?
-Me he comprometido con ellos a un aumento de la velocidad comercial de Tussam. Eso significa sin duda alguna el incremento del número de autobuses en la calle, con lo cual ellos entran a conducir estos nuevos autobuses. Tussam tendrá que tener no sólo un plan de refinanciación de su deuda, sino paz social. Hay que recuperar la credibilidad perdida de la dirección para con el comité de empresa y el colectivo de empleados. La transparencia tiene que entrar también en la gestión de las empresas públicas. Estoy convencido de que Tussam mejorará sus resultados económicos a medida que pueda captar más clientes. Y para eso es imprescindible mejorar la velocidad comercial y, por lo tanto, tiene que haber más autobuses en la calle. La ecuación es simple.
-Ha hecho varias veces referencia a la necesidad de captar inversiones. ¿Tiene ya ofertas de empresarios dispuestos a invertir en Sevilla?
-Sin duda. Hay que guardar la lógica discreción hasta que se vayan concretando los proyectos. Me obsesiona la creación de empleo. Y el empleo no se crea ni por real decreto, ni por un bando municipal. La única forma de crear empleo es a través de la inversión privada. Para ello es imprescindible ganar confianza y seguridad jurídica. Así vendrán las inversiones. No hay duda de que vendrán y de que habrá colaboración público y privada. Los proyectos se pondrán en marcha inmediatamente.
-¿Cuáles serán sus primeras medidas respecto a la televisión local, que mantiene una deuda viva con los proveedores de 10 millones de euros?
-Para la televisión local habrá un plan de ajuste importante. Habrá una reducción de cargos y ajustes de los salarios. Habrá también que renegociar determinadas adjudicaciones realizadas. El modelo de televisión actual es inviable.
-Usted no sólo necesitará la colaboración de los inversores privados, sino también la de otras administraciones. Hay proyectos como el Metro que dependen de la Junta de Andalucía.
-La Junta mantiene con los sevillanos una deuda desde hace muchos años. Y yo de una manera leal la voy a reclamar. Se la voy a reclamar hoy al señor Griñán y se la pienso reclamar dentro de pocos meses al señor Arenas. Voy a ser un alcalde reivindicativo, tal como vengo diciendo desde hace mucho tiempo. Sevilla y los sevillanos van a ser lo primero y lo único. Tengo la obligación de ser reivindicativo gobierne quien gobierne. Desde la educación y la lealtad institucional, pero reivindicativo. Porque la Junta tiene que saldar con Sevilla la deuda que tiene. Y el Gobierno de la nación, también. Ahora con Zapatero y después con Rajoy. Y estoy convencido de que tanto Arenas como Rajoy saldarán esa deuda que tienen la Junta y el Estado con Sevilla.
-¿Y teme que mientras tanto se queden algunos proyectos paralizados?
-Yo no voy a generar ninguna polémica. Me voy a dirigir a la Junta desde el mayor de los consensos. Pero que sepan que voy a ser muy firme en reivindicar los derechos de los sevillanos. Y la Junta debe tener una interlocución con quien los sevillanos han decidido mayoritariamente. No voy a defender los intereses de Juan Ignacio Zoido, ni los del alcalde de Sevilla, ni los del PP, sino los intereses de los sevillanos. Espero que la Junta reaccione. Y si no lo hace, que sepan que desde la lealtad institucional voy a ser muy firme en las reivindicaciones.
-En campaña elogió el modelo del Ayuntamiento de Madrid, que hace hoy gala de austeridad. ¿Qué medidas de recorte tiene en mente aplicar?
-Aquí se van a tomar medidas de austeridad muy importantes. En primer lugar, una reducción de las delegaciones de manera muy significativa. Se reducirán altos cargos. Habrá medidas de austeridad del gasto corriente. Y, entre ellas, una reducción importante de coches oficiales, medidas de eficiencia en el consumo energético, en la factura del teléfono y de todos los servicios corrientes. En definitiva, son las mismas medidas de ahorro que han tenido que adoptar las familias sevillanas y las empresas sevillanas. Hay que predicar con el ejemplo.
-¿Cuál será el sueldo más alto del organigrama municipal?
-Desde luego no lo será el del alcalde.
-¿Y cuál será el más alto?
-Todavía lo desconozco. Sí puedo decir que habrá una reducción importante de los grandes sueldos que había en algunas empresas públicas.
-La Delegación de Presidencia no figura en su gobierno, aunque sí estaba anunciada en el programa electoral del partido.
-Se trata de una mera cuestión de organización. La clave es buscar la eficacia dentro de la austeridad. Más que mantener una palabra o un término concreto, lo importante es cómo se distribuyen unas funciones para atender un servicio público.
-¿Tiene previsto suprimir los cinco grandes coordinadores generales del actual organigrama y sus respectivos altos sueldos?
-Los coordinadores generales están contemplados en la Ley de Grandes Ciudades. Ahora mismo estamos en fase de organización y ajuste. Lo que sí puedo decirles es que no habrá el número de coordinadores generales que hoy existe.
-¿Cuáles serán las delegaciones con mayor peso presupuestario?
-Todas tienen su importancia política y trascendencia presupuestaria. Desde luego, lo que no se puede reducir son los gastos comprometidos desde el punto de vista social. Es más, todo ahorro que podamos procurar debe redundar en quienes más lo necesitan.
-¿No teme que haya quienes no comprendan que haya buscado un edil a dedo para las delegaciones de Seguridad y Movilidad?
-He buscado a un experto en seguridad, de muchísima capacidad probada. Además de saber dirigir a la Policía Local, será una pieza clave en conseguir una coordinación real con los otros cuerpos de seguridad del Estado. La seguridad va a ser una prioridad, tal como he anunciado en los últimos cinco años. No hay mejor delegado que una persona forjada en temas de seguridad. He hecho este nombramiento pensando única y exclusivamente en el bienestar de todos los sevillanos.
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