La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
El asesinato de Marta
La secuencia horaria en la que se sacó el cuerpo del piso de León XIII es una de las claves para intentar encajar el puzle en el que se ha convertido el asesinato de Marta del Castillo. Desde que se inició la instrucción hace cuatro años, se han barajado dos franjas horarias. La de tarde noche, según la cual, el cuerpo habría sido ocultado antes de que Miguel Carcaño llegara a casa de su novia en Camas: a las 22:50 del 24 de enero de 2009. El segundo horario, por el que siempre han apostado el juez instructor y la Fiscalía, sitúa las labores para ocultar el cadáver en las primeras horas de la madrugada del día 25, entre la 1:30 y las dos de la mañana.
La sentencia de la Audiencia de Sevilla de enero de 2012 apostó por la primera secuencia horaria, la que había mantenido de manera más constante el propio Miguel Carcaño en sus diferentes declaraciones. Sin embargo, en febrero pasado, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo tumbó esta franja horariala Sala de lo Penal del Tribunal Supremo tumbó esta franja horaria, al considerar que situar la salida del cuerpo del León XIII a las 22:15 es una valoración "arbitraria e ilógica" y, por tanto, la fijación de esa hora es "fruto de la intuición o especulación de la Audiencia", que ha prescindido de elementos probatorios "directos y periférico", en alusión a los dos testigos que vieron la silla de ruedas.
La nueva versión de los hechos que ofrece ahora Miguel Carcaño y que ha motivado la imputación por parte de la Policía de su hermano Javier Delgado insiste en el horario de la tarde, por cuanto casi sin solución de continuidad una vez que Marta es asesinada, el cuerpo de la joven es trasladado supuestamente hasta una escombrera ilegal de la finca Majaloba, ubicada en el término municipal de La Rinconada, donde habría sido enterrada por ambos hermanos y su cuerpo cubierto al día siguiente por cal viva para tratar de destruir pruebas.
La operación para ocultar el cuerpo habría sido rápida. Javier Delgado, siempre según la versión de Miguel Carcaño, se desplazó hasta el domicilio de su ex mujer, en la calle Tharsis, para coger el vehículo de ésta con el que supuestamente cargarían el cuerpo hasta la finca de La Rinconada.
En esta versión cobrarían fuerza las imágenes grabadas por la cámara de vigilancia del edificio donde vivía la ex pareja de Javier y, según reveló en el juicio el padre de Marta, reflejarían que el hermano entró unos minutos después de las nueve de la noche y abandonó el inmueble a las 21:17, no volviéndose a registrar ninguna entrada o salida suya.
Esas imágenes no fueron incorporadas al sumario del caso por la Policía, dada su baja calidad, lo que hacía que no se pudiera distinguir el rostro de esa persona que los investigadores sospechan que era Javier Delgado.
La nueva declaración que Miguel realizó en la cárcel de Morón de la Frontera el pasado 22 de febrero, en caso de que fuese cierta y así lo considerara el instructor, dejaría en una posición delicada el testimonio prestado en el juicio por Rosa María S. M., la ex mujer de Javier Delgado, quién aseguró que el padre de su hija estuvo la noche del crimen desde las 21:00 horas a las 23:30 cenando con la pequeña y viendo una película, y que a partir de esa hora se marchó a trabajar a su bar.
Carcaño afirmó que tras enterrar el cadáver en La Rinconada, él se marchó directamente hasta la vivienda de Rocío, la que era entonces su novia, en Camas, a donde está acreditado que llegó a las 22:50, por lo que se cumpliría una secuencia que el Tribunal Supremo ha descartado con rotundidad en su fallo.
La escasa credibilidad de Miguel Carcaño a lo largo de los cuatro años que han transcurrido desde el crimen de Marta es lo que causa más recelos entre la Fiscalía y el juzgado que investigó el caso, a la hora de dar verosimilitud a este nuevo testimonio. La propia sentencia del Tribunal Supremo, que endureció la condena a Carcaño sumándole un año y tres meses de prisión a los 20 años del asesinato, recordaba que el asesino confeso ha "manipulado interesadamente la situación" y ha "instrumentalizado" el proceso con sus continuos cambios de versión.
El panorama que dibuja la nueva declaración de Carcaño sólo perjudica claramente a su hermano, al que sitúa como presunto autor del homicidio de Marta, al haberle propinado supuestamente dos golpes con la culata de una pistola. Javier Delgado fue absuelto por la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, en una sentencia que fue confirmada por el Tribunal Supremo, con lo que su absolución es ya firme.
Esta circunstancia no ha impedido que el titular del juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, que mantenía abierta una pieza separada para la búsqueda del cuerpo de Marta, haya incoado unas nuevas diligencias previas por homicidio, en el curso de las cuales va a tomarle declaración como testigo a Miguel Carcaño. Si el hasta ahora asesino confeso ratifica esta versión, el instructor procederá a tomarle declaración como imputado a Javier Delgado.
Al resto de los implicados, la declaración no les afectaría o incluso les beneficiaría. Para empezar, al propio Miguel Carcaño la incriminación de su hermano sólo le beneficiaría muy a la larga, dado que en el hipotético supuesto de que Javier Delgado fuese enjuiciado y condenado, cabría solicitar un recurso de revisión de su condena, ya que no sería lógico que los dos hermanos fuesen condenados por el crimen que habría cometido uno solo.
La séptima declaración de Carcaño no afecta, a priori, a la absolución de la novia de su hermano, María García, a quien el principal implicado no atribuye ninguna participación en el crimen ni en las labores posteriores para la ocultación del cuerpo, como acreditaron ambas sentencias.
En una situación favorable también se coloca Samuel Benítez, el que fuera amigo de Miguel y que está pendiente de que la Audiencia de Sevilla vuelva a dictar sentencia teniendo en cuenta el horario reflejado por el Alto Tribunal. El último testimonio de Carcaño exculpa a Samuel, al no atribuirle ninguna implicación, una vez que Miguel descarta ahora la utilización del vehículo de la madre de Francisco Javier García Marín, el Cuco, para el traslado del cuerpo hasta el lugar en el que se habrían desecho del mismo.
A quien Miguel no exculpa, pero rebaja su implicación, es precisamente el Cuco. Según Carcaño, el que fuera menor se presentó en la vivienda de León XIII cuando Marta ya había fallecido y coincidió con el cuerpo, pero el adolescente se marchó apresuradamente del domicilio. No habría colaborado en las maniobras para ocultar el cuerpo.
En el juicio a Miguel Carcaño y a los otros adultos imputados, los investigadores declararon que el Cuco les confesó durante un traslado que había visto a Marta "muy ensangrentada" y que llamó a su amigo Samuel, pero cuando llegó al juzgado y habló con su abogado, ya no ratificó esas manifestaciones. En cualquier caso, la nueva versión de Carcaño en nada perjudica ya al Cuco, que es un joven libre desde el pasado 5 de marzo, cuando salió del centro de menores tras cumplir la condena de tres años de internamiento como encubridor del asesinato.
También te puede interesar
Lo último
7 Comentarios