La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
Venezolanos en Sevilla
Su padre es sevillano y su madre colombiana. Ambos emigraron a Venezuela. Allí se conocieron. Después de 35 años en el país caribeño se vieron “obligados” a marcharse. “Mi padre era ingeniero de minas. Se había llevado toda la vida trabajando. Conseguimos un gran bienestar económico”, relata esta joven, quien recuerda que “todos los que disponíamos de una gran casa, un buen coche e íbamos a colegios privados empezamos a ser objetivo de ciertos grupos violentos que querían hacernos daño. Por tal motivo, nos aconsejaron que abandonásemos el país”.
Era 1998, pocos meses antes de que Hugo Chávez llegara a la presidencia de Venezuela. Ahora vive junto a su familia en Palomares del Río. Desde el “destierro” analiza con cierta esperanza el futuro de su país. “Esto se va a solucionar pronto, aunque va a costar mucho trabajo recuperar la situación que dejamos allí”, asevera. Le entristece pensar la labor que portugueses, italianos y españoles hicieron por la prosperidad de Venezuela. “Han repetido una y mil veces que expropiaban las riquezas para repartirlas entre el pueblo. Eso es mentira. Las arrebataron para quedárselas los que gobiernan”, apostilla.
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