Una veintena de personas ocupan pisos de Emvisesa en Nuevo Amate

El Ayuntamiento los mantenía vacíos desde el realojo de Regiones Devastadas, en septiembre.

La Policía acordona el acceso a los bloques de Nuevo Amate, ayer por la tarde.
La Policía acordona el acceso a los bloques de Nuevo Amate, ayer por la tarde.
Fernando Pérez Ávila

15 de enero 2014 - 05:03

Una veintena de personas llevan varios días instaladas en pisos de la empresa municipal de vivienda (Emvisesa) en Nuevo Amate, después de que ocuparan varias de las viviendas que permanecen vacías en estos edificios desde el pasado mes de septiembre. La Policía Nacional mantiene desde este martes un cordón para impedir nuevas ocupaciones, ya que en el barrio se ha generado un efecto llamada y este martes por la tarde había entre 50 y 60 personas intentando acceder a alguno de los pisos vacíos.

Varios de los okupas -ocho familias según el Ayuntamiento- expusieron a este periódico que llevan años demandando una vivienda a Emvisesa, en algunos casos desde el año 1990, sin que nunca hayan podido obtener el acceso a ningún piso. Muchos de ellos cumplen con los criterios de exclusión social, con familias desestructuradas, víctimas de la violencia de género y numerosos niños de corta edad. Todos los okupas están en el paro y apenas tienen ingresos para poder afrontar el pago de un alquiler o una hipoteca. Entre ellos hay algunos que han sufrido desahucios y desalojos, según explicó Teresa, una de las okupas.

"Preferimos decir que somos realojadas más que okupas. Estas viviendas llevan vacías desde que se terminó la obra y algunas de nosotras nos teníamos que ver durmiendo en un coche con nuestros niños pequeños. Antes de llegar a esa situación hemos optado por dar este paso", explicó esta mujer, separada y con tres hijos, que ha sufrido ya un desahucio y que muestra la documentación que ha presentado tanto a Emvisesa para solicitar una vivienda que hasta el momento no se le había concedido.

La mayoría de las okupas son mujeres con hijos a su cargo. Casi todas forman familias monoparentales, con madres muy jóvenes, como Irene Gutiérrez, que tiene 19 años y una niña de 10 meses. Algunas de estas mujeres han llegado incluso a pedir la mediación del Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, que hasta el momento únicamente les ha contestado con un acuse de recibo de su carta.

Los pisos ocupados están en el bloque 12 de Nuevo Amate, el complejo de viviendas que Emvisesa construyó sobre los antiguos edificios de Regiones Devastadas. De los 220 pisos que se construyeron, 72 fueron entregados a los vecinos de Regiones Devastadas en septiembre. El resto de viviendas han permanecido vacías desde entonces, salvo algunos casos de entregas de llaves que se han dado de manera muy esporádica. "No le hemos quitado el piso a nadie. Creemos que tenemos derecho a tener un piso cuando hay tantos vacíos aquí y llevamos años solicitándolo sin éxito. No nos negamos a pagar pero nos gustaría que fuera un alquiler social porque necesitamos un techo bajo el que vivir", indicó Sonia, otra de las okupas.

Este mismo martes acudió al bloque un inspector de Emvisesa y el Ayuntamiento ha colocado de manera fija un vigilante de seguridad en el edificio. Hasta el fin de semana la vigilancia era sólo por las noches. En las viviendas ocupadas no hay ni luz ni agua. "Nos han acusado de romper un bombín del agua y no hemos sido nosotros. Nosotros queremos poder contratar estos servicios, tener las llaves de los trasteros...".

Los okupas han colgado algunas pancartas en las ventanas con lemas como "La vivienda no es un negocio, es un derecho". En el interior de los pisos apenas hay muebles, en el suelo se han colocado colchones y en las barras americanas de las cocinas se acumulan latas de conserva, galletas y demás alimentos no perecederos. "La Policía no deja subir a más gente y ni siquiera nos dejan traer comida o pastillas".

El Ayuntamiento ha interpuesto una denuncia ante la Policía.

stats