Que veinte concejales no es nada

Zoido ganó a las siete y media. A esa hora fue proclamado alcalde de Sevilla, sexto de la democracia. Podía haberlo hecho antes, pero los cinco minutos del turno de Torrijos fueron cinco minutos de baloncesto. Eternos como los de la canción de Víctor Jara.

Fuera se oían los gritos y abucheos. Un ambiente que recordaba esa escena de los diplomáticos encerrados en 55 días en Pekín. A Mercedes de Pablos, la número dos del PSOE, al final de la intervención de Zoido le entraron ganar de decir "viva la Blanca Paloma". Rosamar Prieto-Castro no lo dijo. Lo hizo. "Me voy corriendo al Rocío", decía la ex edil de Fiestas.

Una fiesta de la democracia. Veinte concejales no es nada, pensaría Juan Espadas. Y veinte años menos. Los que han pasado desde la anterior pérdida de la alcaldía por parte de los socialistas. El alcalde de entonces, Alejandro Rojas-Marcos, fue el primer socio de Alfredo Sánchez Monteseirín cuando inició su alfredato en 1999. Los dos socios faltaron.

Zoido tuvo palabras cariñosas para sus predecesores. La caballerosidad de Uruñuela; la ironía de Manuel del Valle; el rigor de Soledad Becerril; la comunicación de Alejandro Rojas-Marcos; de Alfredo Sánchez Monteseirín señaló como virtud que fue el primer alcalde en estar doce años en el cargo. Recuerda la frase de El corazón de las tinieblas cuando Conrad se refiere a un extraño personaje: "Llevaba mucho tiempo allí. Nadie sabía por qué".

Ayer no hubo bodas en el Ayuntamiento. O sí. La Banda Municipal abrió su repertorio con Las bodas de Luis Alonso, del sevillano Jerónimo Jiménez. Parias Merry hablaba con Javier Benjumea. El 25 de junio releva a Alfonso Guajardo-Fajardo como teniente de hermano mayor de la Maestranza de Caballería. Junio, mes de cambios. Lo nombra el Rey. El jefe del Estado, el eufemismo del meapilismo político. A Beltrán Pérez le ha correspondido el asiento de Torrijos. Actuó de introductor de embajadores: lo hizo con Juan José Asenjo, arzobispo de Sevilla, y después con Juan Espadas.

Al término del acto, Mariano Rajoy, que vivió en la jornada dos tomas de posesión -Vitoria y Sevilla- saludaba a Evelia y besaba a Evelita. Evelita es la hija-talismán de Beltrán Pérez y Evelia Rincón. Zoido, en su galería de sevillanos ejemplares, mencionó a Felipe González. Ahí le ganó la partida, las siete y media, a Juan Espadas. Y la cita debió congratular a la duquesa de Alba, que tiene a Felipe entre sus políticos predilectos; los otros son Javier Arenas, presente en el Colón, y Julio Anguita. Una duquesa del siglo XXI que nunca tuvo tan cerca a Torrijos. El de la pipa con la cigarrera. La fábrica de tabacos.

En este tipo de actos siempre hay alguien que tiene que cumplir un cometido muy especial. Baltasar de Zárate es desde hace ocho años, justo el tiempo que ha gobernado Torrijos con una bicicleta en su despacho, tesorero del Ayuntamiento. Llevaba en las manos una carpeta roja. El arqueo, los dineros municipales. La víspera le firmó el alcalde saliente y ayer lo hizo Zoido. Zárate fue diputado por la UCD con Adolfo Suárez. Es de Santa Cruz de Tenerife. Allí ganó Coalición Canaria y el equipo bajó a Segunda B. En Sevilla ganó Zoido y el Betis subió a Primera. Al acto acudieron Rafael Gordillo, su presidente, y José Antonio Bosch, vicepresidente y administrador judicial.

Se acordó Zoido de otro alcalde, el "alcalde" de Triana Alberto Jiménez-Becerril cuyo busto, junto al de su esposa, están en el pasillo que da al salón Colón. ¿Recordaría alguien ayer en San Sebastián al concejal Gregorio Ordóñez, asesinado por unos terroristas cuya violencia no ha condenado la agrupación que ganó las elecciones en la capital donostiarra? "Conocí a Ordóñez en agosto de 1994", dice Luis Miguel Martín Rubio. "Las fiestas mayores de San Sebastián se las dedicaban a Sevilla. Allí estaban Alejandro, que era alcalde, y Soledad".

Representantes de la patronal y de los sindicatos. Santiago Herrero, Antonio Galadí, Francisco Herrero. Manuel García, hermano mayor de la Macarena, y Felipe Luis Maestro, de Fibes felicitaron a la mujer efusivamente. "Gracias, pero soy su hermana", dice Paloma Sánchez Estrella, hermana de María del Mar. Las dos, eso sí, son historiadoras del Arte.

En primera fila, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán y quien la presidió en los 80, José José Rodríguez de la Borbolla, cuya derrota en las primarias propició la aparición del Ausente tantos años presente. Fuera seguía la algarada. Torrijos y Espadas fueron Mourinhos en su mal perder. Zoido les ganó a las siete y media. 25 años después de la muerte de Borges. El eco del tango. Que veinte concejales no es nada.