Los vecinos de la Macarena denuncian más peleas e incidentes de 'sin techo' que rechazan los albergues

La asociación de vecinos y comerciantes de la Macarena ha denunciado "el empeoramiento" de las peleas, venta de droga, orines y defecaciones por las calles del barrio que provocan las personas que rechazan entrar en los albergues de esta zona y quedan fuera de estos alojamientos por incumplir los requisitos y normas de convivencia. Las patrullas diarias de la Policía Local y los baldeos diarios de Lipasam son insuficientes, lamentan.

La últimas peleas son de mediados de noviembre y corresponden a la calle Don Fadrique, frente al Parlamento y frente a la basílica de la Macarena.

"Don Fadrique se ha convertido en un sitio intransitable; no pueden pasar ni las personas mayores. Cuando está cayendo la noche algunos de estos señores entran en el albergue, pero otros se quedan fuera porque cometen infracciones en el albergue o voluntariamente no quieren entrar, con lo que se quedan alrededor del albergue. Los vecinos somos los que aguantamos esta serie de personas. Las dos tiendas regentadas por asiáticos y rumanos lo único que hacen es vender alcohol a estos señores", se queja la asociación.

Los vecinos que lo sufren graban a diario estas conductas incívicas, las comparten en el grupo de wasap de la asociación e informan a diario de estos incidentes al Distrito Macarena, que conoce el problema al detalle.

Se quejan de que el Ayuntamiento de Sevilla no les informa de sus planes para descongestionar el barrio de personas sin hogar y que se han enterado de que se proyectan otros dos centros para 20 personas en otros barrios por la noticia publicada por este periódico.

"Estamos peor que nunca por lo que estamos viviendo y porque hoy en día la mayoría son delincuentes y muy peligrosos. Hoy vienen a parar a estos albergues todas las personas que salen de una de una cárcel o que tienen problemas de drogas de adicciones Entonces no estamos hablando del indigente normal de toda la vida. Lo que nosotros queremos es más información sobre los trámites que va a llevar a cabo el Ayuntamiento de Sevilla para descongestionar nuestro barrio de albergues", se queja la asociación.

La petición y el enfadado de los vecinos se da porque llevan desde el 2018 luchando con el problema de saturación de centros sociales del distrito Macarena, donde se concentra el 80% de los centros sociales de la ciudad, con multitud de escritos a todos los organismos y sin repuesta.

El barrio reclama una protección policial especial. "Pedimos que hasta que los albergues del barrio se puedan aliviar, los vecinos tendríamos que tener una protección especial por las peleas que soportamos. Tenemos un listado de los avisos diarios que damos a la Policía Local y a la Policía Nacional sobre el problema que tenemos".

El Ayuntamiento responde que quedan plazas libres en los albergues del barrio y que "la Policía Local patrulla a diario por esta zona de la Macarena", pero los vecinos aseguran que los agentes no intervienen ante los personas que no entran en los albergues y se quedan bebiendo alcohol en la calle o en la misma puerta de los establecimientos donde compran las bebidas.

Lipasam también pasa cada mañana a baldear las calles de los orines, pero el efecto de este servicio especial dura pocas horas, ya que "a las tres de la tarde tenemos otros 20 orines en nuestras calles, porque orinan o defecan donde se les apetece: en nuestras plazoletas, en nuestros portales, en el Parque de los Perdigones, en los jardines del Parlamento de Andalucía.

Sobre la creación de centros en otros barrios

La asociación de vecinos y comerciantes de la Macarena critica que hasta 2025 o 2026 no se dé solución al problema del barrio de saturación de centros sociales porque "al final toda la problemática se la comen los vecinos". Reclama al Ayuntamiento de Sevilla que cuente con los vecinos para poner en marcha nuevos centros de alojamiento para estas personas. "Somos los que sufrimos y conocemos las consecuencias de los problemas que tienen todas estas personas".

Asegura que los engañaron cuando se dijo al barrio que se iba a quitar el centro Virgen de los Reyes de alta tolerancia, y que se sienten ciudadanos de segunda, de tercera o de cuarta categoría.

La saturación de centros sociales en la Macarena está provocando también la marcha de los vecinos de los pisos más caros de la zona, situados en el entorno de Mercadona. "La gente está ya muy incómoda viviendo en esta zona, no es agradable. En los pisos desde 300.000 y 400.000 euros la gente que los compra y no conoce la zona al poco tiempo los están vendiendo".

Lentitud del Ayuntamiento para dar soluciones

Se quejan de la lentitud del Ayuntamiento para aliviar los albergues del barrio y que no se han cumplido las promesas que hizo el PSOE en el gobierno anterior ni las que ha hecho el PP. "Los meses van pasando y nosotros ahora mismo tenemos una situación otra vez muy precaria; la gente que está en la calle ya no es como la que anteriormente teníamos. Antes eran gente necesitada de un albergue", explica la entidad.

"Hemos presentado 20.000 escritos. Nos duele mucho que teníamos mucha esperanza en este nuevo gobierno porque nos prometieron en campaña electoral que iban a solucionar rápidamente este problema de la Macarena, donde se concentra el 80% de los albergues de toda Sevilla, sin contar la cantidad de comedores sociales que tenemos alrededor. Todo esto lo provoca tener tantos albergues en la zona".

Lamentan que el Distrito prometió que se iba a involucrar con la asociación de vecinos y comerciantes de la Macarena "puesto que nosotros conocemos los problemas y las soluciones porque son muchos años de experiencia luchando con este con este problema y entonces nos descontenta bastante que también nos estén ignorando como hizo el anterior gobierno", recalcan. Y añaden que el Distrito conoce perfectamente el problema diario.

"Este barrio de la Macarena lo único que pide es que nos tengan en cuenta, que nos atiendan cuando hacemos una denuncia por teléfono, que es un barrio que se está deteriorando y que van pasando los años y los problemas se van agravando, son todavía más fuertes y nos vemos muy desprotegidos por cualquier gobierno se llame de derecha o se llame de izquierda. Nosotros somos apolíticos".