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Última hora de la crisis en las Tres Mil Viviendas

Vecinas de las Tres Mil denuncian que les han cambiado los talleres de costura a la "zona caliente" de los tiroteos

Los talleres de corte y confección han pasado de impartirse en el centro cívico El Esqueleto a la sede de una asociación en Las Vegas

El alcalde y el subdelegado del Gobierno abordarán este jueves la seguridad del Polígono Sur

Basura acumulada muy cera de la nueva sede de los talleres de costura. / Juan Carlos Muñoz

Un grupo de mujeres que participan en unos talleres de costura de las Tres Mil Viviendas denunciaron este martes que les han cambiado la ubicación los mismos y los han puesto en una "zona caliente" de los tiroteos. En un comunicado, las afectadas aseguran que los talleres se impartían los martes de cuatro y media a siete de la tarde en el centro cívico El Esqueleto. "Nuestra sorpresa llega cuando después de pagar la matrícula nos informan de que nuestra taller cambia de lugar a la asociación Esperanza Sur, situada en Las Vegas. Nos sentimos indignadas", explican las mujeres en un comunicado remitido a este periódico.

Dicen que la mayoría son mujeres mayores que acuden en autobús o en coche con sus máquinas de coser y material. Aunque residen cercan, utilizan sus coches o el transporte público para llevar sus propias máquinas y telas, ya que el distrito a veces no pone estas herramientas. También suelen llevar consigo túnicas de nazareno y trajes de flamenca que se dedican a arreglar.

"La zona es muy conflictiva, y más actualmente, es una zona caliente de los tiroteos y reyertas con armas de guerra ocurridos últimamente", apuntan, en referencia a los incidentes con armas de fuego registrados la tarde y noche del sábado. Éstos no ocurrieron en la barriada de Las Vegas, como se conoce popularmente a Martínez Montañés, sino en la de Murillo, en los Verdes, si bien son lugares que están muy próximos.

"Nos sentimos abandonadas en una zona muy peligrosa del barrio, rodeadas de clanes y narcos. Son zonas en las que incluso las alumnas vecinas del barrio tienen respeto a entrar. Llevamos años dando clases en el centro cívico El Esqueleto, donde nos sentimos más protegidas y seguras. Nos sentimos engañadas y abandonadas por el distrito", concluyen las afectadas. Son varias las que ya han expresado su negativa a ir a los talleres si se mantiene esta decisión del Ayuntamiento de Sevilla.

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