El Valme realiza los primeros implantes telescópicos oculares de la sanidad pública andaluza
Avances frente a la principal causa de ceguera
Constituye el primer tratamiento quirúrgico aprobado para la pérdida de visión severa a causa de la DMAE por dos organismos internacionales
Sólo se hace en cinco hospitales en España
Valme, en un selecto grupo nacional de abordaje de la degeneración macular
La oftalmología andaluza avanza desde el Hospital de Valme. Dos pacientes que padecen una forma grave de degeneración macular asociada a la edad (DMAE) han sido exitosamente intervenidos quirúrgicamente en este centro sevillano a través de una solución innovadora para esta patología tan invalidante.
Se trata de la colocación de los dos primeros implantes microtelescópicos intraoculares llevados a cabo en la sanidad pública andaluza con resultados exitosos. Un hito alcanzando por el equipo que dirige el doctor Jesús Hernández-Barahona en el hospital sevillano y que ha corrido a cargo de los oftalmólogos Ernesto Pereira y José Lorente, que han llevado al Valme a formar parte de los centros españoles clasificados como aptos para iniciar este avance, que supone una alternativa terapéutica nueva para pacientes con discapacidad visual grave, y que tan sólo se desarrolla en estos momentos en otros cuatro centros españoles: los madrileños 12 de Octubre y La Paz, el catalán Vall d,Hebrón y el canario Hospital Insular de Las Palmas.
Además, este implante microtelescópico intraocular de exitoso resultado tiene el honor de constituir el primer tratamiento quirúrgico aprobado para la pérdida de visión severa a causa de esta patología por dos organismos internacionales que avalan su ganancia en resultados en salud y garantizan simultáneamente la seguridad para el paciente: la FDA (Federación Internacional de Administración de Alimentos y Medicamentos) y la EMA (Agencia Europea de Medicamentos).
“Hemos conseguido dar una mejora significativa a la calidad de vida de los pacientes recuperando cierto nivel de independencia y la capacidad de llevar a cabo actividades que no podían hacer tan simples como ver la televisión, leer, coser, identificar los números del teléfono o ver sin problemas las caras de sus familiares”, valora el coordinador de la Unidad de Retina del Valme, Ernesto Pereira, que también conforman los especialistas Guillermo Silva, Rosario Andersen y Pablo Guerra.
La DMAE es una enfermedad degenerativa que afecta principalmente a la zona central de la retina, que recibe el nombre de mácula, provocando una pérdida de la visión central. Es una patología crónica que afecta a la población mayor, teniendo una incidencia de hasta el 13% en este colectivo. Su prevalencia en los mayores de 65 años está entre un 7 y un 10% de la población; mientras que dicho porcentaje aumenta exponencialmente con los años y llega a afectar a uno de cada cinco pacientes mayor de 80 años.
De hecho, la DMAE es la causa más frecuente de ceguera irreversible en mayores de 65 años y se estima que, en España, afecta a 692.000 de personas. Por tanto, ésta se convierte en una patología con una elevada demanda, de ahí la importancia de avances como el alcanzado desde el sevillano Hospital de Valme para optimizar la eficacia y eficiencia asistenciales.
En la DMAE, los oftalmólogos distinguen tres estadios: precoz, intermedio y avanzado. Precisamente, para esta última fase final de la enfermedad es para la cual está diseñada esta nueva tecnología. “Hasta el momento las opciones de tratamiento médico-quirúrgico para la etapa terminal de la DMAE han sido escasas; habiéndose utilizado alternativas poco efectivas como gafas de baja visión, telescopio, lupa externa o dispositivos iniciales de implantes intraoculares”, explica el doctor Pereira.
La técnica, paso a paso
El proceso de implantación de este telescopio en miniatura, llamado SING IMT, precisa de una gran destreza por parte del equipo de oftalmólogos que la llevan a cabo. La cirugía se desarrolla a través de una mínima incisión de entre 7,5 y 8 milímetros para implantar el dispositivo de apenas el tamaño de un guisante (4x4 milímetros de longitud) equipado con diminutos anclajes de silicona versátiles.
El procedimiento quirúrgico se realiza de manera ambulatoria y bajo anestesia local y tiene una duración de aproximadamente 30 ó 40 minutos. Los expertos explican que se trata de una cirugía similar a la de cataratas realizada mediante facoemulsificación por ultrasonidos, sustituyendo el cristalino de uno de los ojos por el implante. La diferencia está en que, en vez de insertar una lente intraocular habitual, se implanta un microtelescopio en el mismo lugar.
La implantación de este dispositivo de manera intraocular, el llamado, SING IMT amplía las imágenes permitiendo mejorar el campo de visión que anteriormente no se había logrado con otros tratamientos. Las imágenes se proyectan sobre los fotorreceptores sanos que rodean la mácula en la parte posterior del ojo, lo que reduce el impacto del punto ciego de la DMAE en la visión central y permite a los pacientes ver imágenes que antes eran irreconocibles. Concretamente, Ernesto Pereira, destaca como “se consigue un aumento de 2,7 veces la agudeza visual de la zona de la retina aún sana y un aporte de un campo de visión de 20 a 24 grados, minimizando la alteración en el campo de visión central donde es nula por la enfermedad”.
El procedimiento se completa con un proceso de rehabilitación que debe contar de entre cuatro a ocho sesiones en las que el paciente es educado en esa mejora visual que es biocular; es decir, se completa con la visión del otro ojo no intervenido. Consiste en un programa de readaptación visual basado en ejercicios de lectura, escritura y reconocimiento facial junto a un seguimiento de la evolución del paciente a largo plazo.
Este pionero tratamiento supone la primera opción de telescopio en miniatura conformando una nueva generación de dispositivos altamente avanzados y diseñados para mejorar la agudeza visual y la calidad de vida de los pacientes con DMAE en fase avanzada.
Como cualquier dispositivo médico, este implante ha pasado por un exhaustivo control de las autoridades sanitarias europeas, completado con estudios clínicos de seguimiento de pacientes demostrándose la seguridad y eficacia. De hecho, las publicaciones científicas al respecto destacan cómo hasta el 70% de los pacientes mejoran en tres líneas de visión.
La población diana que se puede beneficiar de esta tecnología es el colectivo de personas de 55 años o más que padecen cataratas y DMAE en fase avanzada e irreversible, que no se hayan sometido anteriormente a cirugía de cataratas, con una agudeza visual menor de 0,25 y mayor de 0,025, altamente motivados y con capacidad cognitiva adecuada para realizar la rehabilitación post-implante.
La implementación de esta técnica en el Hospital de Valme está precedida de un acuerdo marco alcanzado por el Servicio Andaluz de Salud; el centro sevillano, cuyo servicio de Oftalmología forma parte desde el año 2020 del proyecto internacional ICHOM DMAE, centrado en la Medicina Basada en Valor, con la consecución de logros asistenciales enmarcados en la cultura de excelencia asistencial, donde Valme representa a Andalucía dentro de un grupo nacional conformado por un total de siete centros hospitalarios; y la compañía Samsara Vision, empresa con la que se mantiene una colaboración público-privada con el objetivo de difundir el conocimiento sobre esta nueva terapia y cubrir una necesidad clínica que permitirá mejorar la calidad de vida de los pacientes.
“Nos sentimos muy orgullosos de haber realizado ambas operaciones con esta cirugía innovadora para combatir las formas más graves de baja visión causadas por la DMAE en pacientes para los que no había ninguna otra solución, encabezando los centros hospitalarios que abanderan el avance y la calidad asistencial continuos”, valora el jefe de este servicio clínico, Jesús Hernández-Barahona.
Liderando avances bajo la cultura de la excelencia asistencial
Las líneas de actuación materializadas por dicho servicio clínico, que han permitido primero su selección para participar en este proyecto y después trabajar intensamente en el mismo, ya disponen de frutos traducidos en avances de notable importancia. Los mismos se traducen en resultados en salud, pivotando en el aporte de valor desde la visión y opinión de los pacientes que han visto mejorada su calidad, satisfacción y seguridad asistencial.
Asimismo, en el año 2022, este servicio médico-quirúrgico logró la certificación en excelencia a manos de la Right Care Foundation, entidad que promueve la innovación la mejora de la sanidad con el aval de ESASO (European School of Advanced Studies in Ophthalmology). Se trata de la primera plataforma europea de certificación online en excelencia y buenas prácticas de los servicios oftalmológicos, cuyo reconocimiento revalida la calidad asistencial del servicio clínico sevillano.
Concretamente, este reconocimiento europeo valoró fortalezas pormenorizadas en diferentes bloques que refrendan su implicación en la innovación y en la transformación digital: sistema de telemedicina para la milimétrica coordinación con los sanitarios de atención primaria y potenciar el diagnóstico precoz de patologías, la atención telemática con una guía de práctica clínica sobre este tipo de asistencia no presencial, la gestión en acto único de en mayoría de sus procesos asistenciales con el consiguiente beneficio para el sistema de flujo de pacientes, el exquisito programa de formación continua de sus profesionales y convenios de colaboración con entidades externas para el desarrollo de proyectos innovadores.
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