Usuarios de Muface de Sevilla: "Nos sentimos en una situación de abandono total"

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Funcionarios viven con incertidumbre la continuidad o no de su mutualidad, mientras ya notan las dificultades para acceder al sistema y sus aseguradoras les empiezan a informar del fin de la cobertura en enero

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Fachada de un edificio de Muface.
Fachada de un edificio de Muface. / Europa Press

La sevillana Macarena B. no conoce otro sistema de atención sanitaria que el que le lleva ofreciendo, prácticamente toda la vida, la mutualidad de Muface, primero como beneficiaria por su madre funcionaria, y después, cómo titular, tras convertirse en maestra en el año 2000. "No conozco otra cosa. Toda mi asistencia sanitaria básica la he tenido a través de Muface. Mis partos, la atención del asma que padezco... Todo", afirma rotunda.

Ahora, vive en una situación "de absoluto desamparo". "Es vivir en un no saber qué va a pasar con nosotros. No se trata de que perdamos un privilegio, es que se nos quita una prebenda que adquirimos en el momento en el que nos convertimos en funcionarios. No es que te quiten una cosa material, nos están quitando nuestra salud y la de nuestra familia", manifiesta.

La incertidumbre en torno a la posible desaparición de este sistema le tiene "quitado el sueño". "No nos sentimos arropados por los sindicatos, sólo CSIF se ha posicionado, y la actitud del Gobierno no ayuda. La sensación es que el Ministerio quiere eliminar el sistema sí o sí. Nosotros estamos expectantes", afirma, al tiempo que reconoce "entender" la actitud de las compañías privadas. "Cobran una miseria y les pagan muy poco a sus médicos y eso hace que el sistema sea insostenible", valora.

Su situación es sólo un ejemplo de miles. Pero es particular. Su testimonio pone cara a aquellos a los que las dudas sobre el futuro de su prestación sanitaria se suma el estar en medio o pendiente de tratamientos o intervenciones quirúrgicas inminentes. Uno de sus dos hijos está a la espera de una cirugía de oído por pérdida de audición. "Está con todas sus pruebas hechas para ser intervenido y ahora qué", se pregunta ensimismada Macarena sin respuestas.

Pacientes con distintos problemas médicos, mutualistas desde hace años, jubilados… Son el perfil arquetípico de los funcionarios que forman parte de la mutualidad. Y la mayoría de ellos, como Macarena, profesores. Su compañía ya le ha remitido un correo en el que le indica que su cobertura finaliza el próximo 31 de enero.

Mientras, la continuidad de la cobertura sanitaria a partir de ahí sigue en el aire y en horas claves. Las aseguradoras interesadas en el contrato de Muface –Adeslas, Asisa y DKV–, que dejaron desierta una primera convocatoria por considerar insuficiente la prestación económica ofrecida por el Gobierno, tienen de plazo hasta este miércoles para responder a una consulta de mercado hecha por Función Pública y explicar el pago que consideran que deberían recibir, entre otras cuestiones.

Entre beneficiarios titulares y personas a su cargo, en la provincia hay unas 74.081 mutualistas a la espera de una solución. Los diferentes perfiles consultados por este periódico no ocultan su temor por el impacto que tendría la absorción por parte de unaa sanidad pública, "ya de por sí colapsada", de los miles de nuevos pacientes que serían traspasado, según los planes actuales.

Los usuarios de Muface ven cómo el tiempo pasa y el actual concierto caduca. "La incertidumbre reina entre nosotros porque vemos cómo pasa el tiempo y la Administración está desoyendo los informes técnicos que dicen que es trasvase de todos los mutualistas sería inasumible por la sanidad pública", admite Macarena.

En la provincia de Sevilla, según un estudio reciente de la Universidad Complutense que analiza qué implicaría la desaparición del modelo Muface, "sería muy complicado" absorber el volumen de mutualistas por el sistema público. A nivel de infraestructuras, el informe apunta a necesidad en la provincia de unas 211 camas públicas de hospital más, que a nivel regional, harían falta más de 700.

"No se trata de estar o no en contra de la sanidad pública ni mucho menos. Se trata de una pérdida de derechos como funcionarios. Te haces funcionaria con unas reglas del juego y una de ellas era la posibilidad de entrar en Muface para ser beneficiario de un servicio de salud privado y ahora me veo que no tengo capacidad de elegir. Me parece un atropello absoluto", sentencia Macarena.

Mercedes Ferrón, por su parte, es funcionaria de la Administración del Estado jubilada. Está nerviosa. Preocupada. Pero, sobre todo, "indignada". Entró en la administración y en Mufase en 1965, con 21 años. A los 80, asegura que se siente "en una situación de abandono total". Mercedes es paciente oncológica, superviviente de un cáncer de mama, y asegura estar ya sufriendo las consecuencias de la situación actual del sistema de mutualismo.

"Estamos notando cómo las aseguradoras prácticamente ya no nos están atendiendo. Estoy pidiendo desde noviembre para hacerme una mamografía y no la consigo. Me dicen que en todo diciembre hay citas, cuando en otras ocasiones me la han dado a dos o tres días vista. Para enero, dicen que la agenda no está abierta", ralata preocupada.

Mercedes lamenta que pasar ahora a la seguridad social, supondría, a sus 80 años y con su bagaje médico, "empezar de cero". También, la dificultad de que, en su caso, alguna compañía le haga un seguro. "Nos vemos pasando a la seguridad social partiendo de cero expediente, de cero informes y ni siquiera sabemos cómo sería la transferencia porque todos de golpe sería un caos. Está todo completamente en el aire y, en mi caso, me siento víctima de un maltrato", sentencia la octogenaria.

Desde CSIF,  su consejera en Muface, María del Carmen Espejo, insta a la Administración a "llegar a un acuerdo que ponga fin a situación de angustia e incertidumbre de los mutualistas y sus familias". "Hay niños, mayores, enfermos crónicos... Estamos recibiendo centenares de quejas porque ya se están denegando citas, en algunos casos, con enfermedades graves y eso hace que se sienten muy perdidos con esta situación", concluye Espejo.

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