Los usuarios del Banco de Alimentos crecen un 65% durante sólo tres años
Un estudio desvela que la mayoría de los demandantes de productos básicos son españoles, viven con menos de 600 euros y tienen personas a su cargo Achacan la pobreza al desempleo
Los usuarios del Banco de Alimentos crecen un 65% durante sólo tres años
Un estudio desvela que la mayoría de los demandantes de productos básicos son españoles, viven con menos de 600 euros y tienen personas a su cargo Achacan la pobreza al desempleo
Más de la quinta parte de la población sevillana vive en el umbral de la pobreza y un 6% de los españoles sufren extrema pobreza. El Banco de Alimentos de Sevilla, el tercero con más capacidad de suministro en España, ha visto aumentar año tras año la demanda de personas necesitadas que no pueden acceder por sí mismas a los productos más básicos debido al creciente paro y al empobrecimiento continuo. Sólo durante los últimos tres años, esta entidad ha visto aumentar el número de usuarios en un 65%. Durante 2012 el Banco de Alimentos repartió 4.300.000 kilos de comida, un 22% más que en 2010, entre los desfavorecidos.
Aunque las entidades y personas que colaboran de manera solidaria -empresas, supermercados, voluntarios, etcétera- han aumentado en la entrega altruista de productos básicos; las personas que sólo tienen como recurso el Banco de Alimentos para comer diariamente han crecido en mayor medida. Para la mayoría, concretamente para el 69% de los españoles, hay una causa directa de este problema: el desempleo.
Son sólo algunos datos que desvela la Encuesta del Programa de Distribución de Alimentos, el primer estudio en el ámbito estatal que analiza la demanda de un Banco de Alimentos. Desarrollado por profesores de la Universidad de Sevilla, este informe cuenta con la colaboración de la Fundación Cajasol y la producción de Páginas del Sur.
Durante la presentación de los resultados, el profesor de la Hispalense Alfonso Rodríguez, coordinador del estudio, tildó de "espectacular" el balance del Banco de Alimentos, donde el 95% de los trabajadores son voluntarios. "De media han repartido 14.000 kilos de alimentos al día", recordó. Este trabajo de distribución de comida se realiza a través de 400 centros asistenciales existentes en la provincia de sevilla entre los que se encuentran comedores sociales, centros de Cáritas y centros musulmanes, entre otros.
En cuanto al perfil de las personas que viven en el umbral de la pobreza en Sevilla, un 79% o bien sólo han alcanzado estudios primarios o inferiores, es decir, no saben leer ni escribir. No obstante, un 5,5% de los que recogen alimentos o frecuentan los comedores tienen estudios superiores. En cuanto a la nacionalidad, la mayoría (87%) son españoles.
Los entrevistados en esta encuesta viven en su mayoría en viviendas de alquiler, seguidos por los que residen en casas en propiedad con hipoteca. En hogares comunitarios y en domicilios compartidos viven el 23% y, en la calle, un 5,2%. Con cada persona entrevistada conviven una media de 2,6 dependientes, lo que agrava aún más la situación de pobreza. Confiesan que tienen dificultades para pagar las facturas de los suministros y sólo dos de cada diez tienen un trabajo.
Las dificultades para acceder a un plato de comida diario están estrechamente vinculadas al creciente paro. Según destaca el profesor Alfonso Rodríguez, únicamente el 67% de los usuarios del Banco de Alimentos tienen ingresos por trabajo o por transferencias sociales; mientras que el 35% restante manifiesta que no dispone de ninguna fuente de ingresos.
En cuanto a los recursos de los demandantes de alimento, más del 85% viven en el umbral de riesgo de pobreza con ingresos inferiores a los 613 euros al mes y de ellos, una mayoría sufre la pobreza extrema o severa, es decir, que sólo cuentan con 319 euros al mes.
En cuanto a las soluciones posibles a su situación de pobreza, los encuestados responden en su mayoría de una única manera: encontrar un empleo. La inmensa mayoría valora la asistencia que reciben a través del Banco de Alimentos y sus entidades colaboradoras: el 85% está de acuerdo o muy de acuerdo con la calidad de la comida; el 98% está de acuerdo o muy de acuerdo con las instalaciones; y el 97%, también lo está con el trato que recibe de los voluntarios.
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