Urbanismo recepciona el 85% de las obras del monasterio de San Jerónimo
Autoriza una nueva fase para la restauración y protección de los restos medievales hallados en el claustro
La Gerencia de Urbanismo aprobará hoy martes la recepción parcial de las obras de consolidación del claustro del Monasterio de San Jerónimo de Buenavista. Los trabajos en este espacio están prácticamente finalizados, salvo los relativos a la conservación y protección de los restos medievales hallados durante las obras. Por ello, con fecha 16 de octubre de 2024, la Gerencia recibió un informe de la dirección facultativa, suscrito también por la empresa responsable del contrato, en el que se solicita la recepción parcial del ámbito correspondiente al 85% de los trabajos, quedando acotados y excluidos de la misma, el relativo a los hallazgos arqueológicos. Esta determinación se ha tomado por la necesidad de justificar ante el organismo intermedio del Ministerio de Hacienda los objetivos vinculados a la subvención obtenida dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado de Sevilla (EDUSI).
Tras la recepción del 85% de los trabajos, el Ayuntamiento trabaja en una segunda fase del proyecto de recuperación del claustro del Monasterio de San Jerónimo para definir la propuesta de investigación, restauración, consolidación y presentación de los restos arqueológicos hallados, integrándolos en el conjunto del proyecto. El plazo de ejecución de estas tareas está en torno a cuatro meses y medio y el presupuesto es de unos 250.000 euros.
Tras el comienzo de los trabajos previos y la realización de los sondeos arqueológicos en el claustro se detectaron restos constructivos de un claustro anterior de época medieval, que afecta al propio patio del claustro como a las galerías perimetrales y se extiende por toda la superficie del actual claustro renacentista y anterior al mismo, de la segunda mitad del siglo XV.
Considerando estos hallazgos arqueológicos, el proyecto se modifica para compatibilizarlo con la conservación, integración y realce de los mismos, de manera que, entre las actuaciones más importantes que contemplaba la intervención, se redujeron los movimientos de tierra para dejar la cota de excavación más alta de la inicialmente prevista.
El modificado también contemplaba la revalorización de los elementos de mayor relevancia, como son la fuente central, la alberca localizada en el cuadrante noreste, el brocal del aljibe en el cuadrante suroeste, los pavimentos y las estructuras murarias medievales descubiertas en las galerías norte y oeste del claustro respectivamente.
Todos estos elementos serán sometidos a trabajos de restauración para posteriormente quedar visibles para las visitas. Para ello, según el proyecto consultado por este periódico, se prevé no pavimentar estas zonas y colocar unos vidrios transparentes y pisables que permitan la visualización y el tránsito sobre ellos.
Dichos vidrios se soportarían sobre una estructura metálica diseñada ex profeso, que apoyaría sobre elementos propios de cimentación ubicados más allá del ámbito de los restos arqueológicos hallados, de forma que estos no se vean afectados.
Por otra parte, la generalización del sustrato geológico de la terraza fluvial admitiría la reducción de la cota de excavación prevista, dejándola en torno a 60 centímetros. Ello permitirá la conservación de todas las estructuras documentadas durante la actividad arqueológica.
Aquellas estructuras que no se dejarán vistas, tras su documentación, quedarán protegidas bajo los nuevos pavimentos por una lámina geotextil y una lámina de polietileno, para garantizar que no se produzcan contactos con los hormigones de las soleras y/o morteros de los pavimentos. Además, se pretende en el nuevo diseño del pavimento dejar marcadas las principales trazas de los muros, de forma que permitan reconocer la configuración arquitectónica de la fase medieval documentada.
En cuanto a los restos antropológicos cuya existencia se preveía, según el documento, no ha sido necesaria su excavación, ya que quedarían por debajo de la cota de rebaje del terreno. En el caso de la galería norte, las actuaciones del siglo XIX relacionada con la actividad febril o las obras de restauración posteriores han alterado el contexto funerario y, por tanto, tampoco se han localizado restos óseos más allá de los que aparecen en los rellenos contemporáneos.
Como ya se ha mencionado, los hallazgos arqueológicos emergentes que se recuperarán serán sometidos a un proceso de restauración/conservación que se realizará atendiendo a los siguientes criterios: mínima intervención; respeto absoluto por la parte original a partir de un completo reconocimiento; aplicación de tratamientos compatibles que se limiten la acción requerida de protección
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