El urbanismo invisible
Puntadas con hilo
Los constructores han dado un ultimátum al alcalde esta semana para que haga funcionar a la Gerencia
¿Qué ha hecho Espadas y dejado de hacer en los últimos tres años en esta materia?
¿Qué ha pasado en la ciudad desde 2015?
El alcalde, Juan Espadas, ha pedido esta semana a la patronal Gaesco y a los colegios profesionales que forman parte de la Mesa de la Construcción en Sevilla rigor. Para criticar y para trabajar, ahora que se ven grúas de nuevo en la capital.
Golpe a otro golpe. Es su reacción al “ultimátum” que estos colectivos le han dado al Ayuntamiento para que el urbanismo en la ciudad funcione. Y destila cabreo porque estos empresarios y profesionales no vean, o quieran ver, “la realidad” que es hoy el sector en Sevilla. Espadas recurre a datos incontestables: 230 millones de euros movilizados en licencias para construcción en el último año, una cifra que duplica con creces la del ejercicio anterior, y proyectos impulsados para levantar más de mil viviendas. Que el sector se está reactivando lo prueba el número de expedientes que se aprueban semanalmente en la comisión ejecutiva de urbanismo, en su mayoría licencias de obras, que gira en torno a 120 casos.
Los constructores y colegios profesionales conocen esta situación, pero mezclan churras con merinas. Insisten en que hay que agilizar la fusión entre Urbanismo y Medio Ambiente, lógico, porque el peor dato de todos es el tiempo que un empresario que quiere abrir un negocio en la capital tiene que esperar, entre la licencia de obra y la de actividad: un año al menos.
La situación viene de lejos y precisamente esta reactivación empresarial que se observa juega también en su contra, pues el volumen de solicitudes desborda. Y todos los parches y atajos que el gobierno de Espadas está poniendo en marcha para reducir este impacto se hacen insignificantes.
Pero esto es una cosa y otra, decir que hay inmovilismo, por lo que el gobierno municipal no entiende este aquelarre. “Es paradójico que cuando este gobierno ha dado señales inequívocas de coger el toro por los cuernos para simplificar los trámites y evitar duplicidades en el proceso de apertura de negocios, por ejemplo modificando de la ordenanza regulatoria, aplicando el silencio administrativo en positivo para el ciudadano y, sobre todo, apostando por unificar las ventanillas de Urbanismo y Medio Ambiente, sea cuando arrecien las críticas”, apunta el delegado de Urbanismo, Antonio Muñoz que no duda en admitir que el servicio es mejorable. Y en ello están.
Los desbloqueos
Para radiografiar la situación lo mejor es echar la vista atrás. Además de los datos ya aportados, ¿qué ha pasado en los tres últimos años en materia urbanística? Realidades hay muchas. En Sevilla se ha desbloqueado actuaciones urbanísticas singulares, que se habían hecho crónicas tras la crisis. Algunos botones de muestra.
Entorno de Santa Justa. Es una puerta estratégica de la ciudad que requiere un plan especial para poder desarrollar proyectos en una zona de uso residencial (hay previstas 512 viviendas) y terciario. En este mandato se ha llegado a un acuerdo con Adif para impulsar ese plan.
Complejo Torre Sevilla. Cuando acabó el anterior mandato quedaron pendientes numerosas gestiones y trámites entre distintas áreas del Ayuntamiento para poner en funcionamiento el complejo. Y para abrir el Paseo de Ribera frente al Pabellón de la Navegación. Ya hay un acuerdo con Epgasa-Puerto Triana. Le ha correspondido al actual alcalde poner en servicio las oficinas del rascacielos, el Caixafórum, el centro de actividades náuticas Triana, dar licencia al nuevo hotel y el complejo comercial, ejecutar el Parque Magallanes, así como actuaciones para mejorar la intermodalidad del transporte en la zona.
Altadis y sus futuros usos es un tema que se quedó varado en el anterior mandato pues, si bien se inició la modificación puntual del PGOU, había informes desfavorables que generaron una falta de consenso político y ciudadano y dejó sin eficacia el convenio suscrito en 2015. El pasado mes de enero se ha aprobado un protocolo de intenciones para desbloquear la situación urbanística y patrimonial generada. ¿Se conseguirá?
Hay dos proyectos, el de Palmas Altas Sur, donde pretende urbanizar Metrovacesa, y el de la Hacienda El Rosario, donde lo hace Gabriel Rojas, cuyas obras estaban paralizadas por el bloqueo de la liquidación del convenio Plan Impulsa. Esta figura consistía básicamente en que el Ayuntamiento asumía, con contratos ya iniciados, la financiación de las obras de urbanización del sector a cambio de unidades de aprovechamiento en el mismo. Las gestiones realizadas por el gobierno de Espadas han permitido liquidar las obras y que los propietarios de los suelos, gracias a esa seguridad jurídica que antes no existía, empiecen a construir. En la Hacienda El Rosario ya se han concedido licencia para 142 viviendas.
Suelos de la Cruzcampo en Nervión. La falta de iniciativa de las entidades financieras que constituyen la junta de compensación de esos suelos mantenía los planes para esta zona bloqueados. Las gestiones municipales con la Sareb han logrado aprobar un proyecto de reparcelación y una operación jurídica complementaria para segregar del espacio libre de uso y dominio púbico la zona denominada reserva de equipamiento, lo que permitirá destinarla a una comisaría de Policía y un parque para la ciudad. Con esta operación se consigue levantar también la condición resolutoria que tenía el edificio de la Gavidia. Es decir, que sin que el Ayuntamiento aportase suelos para dicha comisaría de Nervión, la cesión de la vieja jefatura del centro no estaba concluida, a pesar de todos los años que han transcurrido.
Fábrica de Vidrio. En este caso también el desbloqueo es fruto de las negociaciones del Ayuntamiento con la Sareb. Este proyecto estaba noqueado desde hace tres años, al haber presentado alegaciones la junta de compensación al modificado del plan especial que requiere. Y ya hay un acuerdo para continuar el trámite.
Nuevas licencias
Se han activado también licencias urbanísticas.
Palmas Altas. Este solar estaba previsto como gran superficie comercial desde el PGOU del 87, situación que se asumió en el plan de 2006, y estaba pendiente de edificación desde hace más de 10 años. ¿Qué faltaba? Una licencia que requería múltiples gestiones con la Junta y el Estado. Ahora se han incorporado al proyecto mejoras de conectividad con el barrio de los Bermejales.
Y también se han reactivado dos manzanas que formaban ya parte del mapa de abandono de la ciudad, en zonas muy céntricas. La de la Florida, una obra paralizada desde el inicio de la crisis inmobiliaria y que fue a parar a manos de la Sareb, que ahora se retoma gracias a la mediación del Ayuntamiento y ya se ha pedido la licencia para edificar 101 viviendas y 200 plazas de aparcamiento. La otra manzana es la de la Barqueta, un edificio pendiente históricamente de rehabilitación. Contaba con una licencia concedida en 2007 pero sin ejecución y varios expedientes por incumplimientos de conservación que permitieron incluso una ocupación ilegal. Los contactos mantenidos con la anterior propiedad y la entidad que la ha adquirido ahora han desembocado en un expediente para actualizar la situación y un faseado de las obras. Ya han empezado los trabajos de seguridad.
El Puerto
El gobierno de Espadas es el que ha llegado a un pacto con la Autoridad Portuaria (la solución que se había planteado antes tenía dificultades técnico-administrativas que no permitían el acuerdo) para aprobar la modificación urbanística necesaria para ordenar la zona del Batán, 465.000 metros cuadrados, de los cuales más de la mitad se destinan a usos de ocio, equipamientos y comercios.
Las barriadas
Y también se ha resuelto una cuestión general pendiente que traía de cabeza a muchos vecinos en la ciudad: la recepción de las barriadas, de manera que deje de haber espacios de uso público en barrios fuera del mantenimiento municipal. Es un tema que daba titulares en todas las campañas electorales, pero hasta junio de 2016 no ha habido un informe para elevar al Pleno y acordar, como así se hizo, la redacción de un mapa de barriadas. El proceso está en marcha y en breve podrán iniciarse los trámites.
Los grandes proyectos se están resolviendo con eficacia. Pero ¿sabrá valorar la ciudadanía estos pasos adelante? Hay políticas claves, pero invisibles y que difícilmente los vecinos entienden, sobre todo, si para abrir una panadería tienen que superar mil trámites y un año de espera. Lo que tampoco comprende el alcalde es que sea el propio sector, que se reparte también las culpas en los retrasos de algunas obras (incumplimientos o proyectos mal redactados que hay que rectificar...), necesite sus gafas para reconocer que el panorama ha cambiado. Ello no es un triunfo absoluto del Ayuntamiento, pero sin concordia los éxitos para la ciudad también son menores.
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