La unificación estética se extiende a la Plaza del Salvador y Hernando Colón
La protección del paisaje urbano
La Gerencia da un mes a los negocios para adaptar los elementos publicitarios
Por primera vez se fijan unas directrices para los expositores de las fachadas
La apuesta por la uniformidad estética se extiende. La Gerencia de Urbanismo lleva su guerra contra el afeamiento del paisaje urbano a la Plaza del Salvador y la calle Hernando Colón, zonas del centro muy transitadas a diario por sevillanos y turistas. La medida se realiza por decreto, al igual que se ha procedido en el eje que conforman la Avenida de la Constitución, la Puerta de Jerez y la calle San Fernando, donde a los titulares de comercios con rótulos, toldos y publicidades de todo tipo que se han considerado fuera de la estética acorde con el conjunto histórico declarado de la ciudad se les ha dado un plazo de retirada. Los técnicos señalan que la intención es “mejorar el aspecto estético de este enclave principal del casco antiguo, puesto que el planteamiento del Ayuntamiento es extender estas medidas en el paisaje a otras zonas con evidentes signos de contaminación visual”. La orden también afecta al barrio de Santa Cruz.
El modelo de actuación será el mismo que se ha aplicado en el eje de la Avenida, la Puerta de Jerez y San Fernando. Se trata de unos criterios de diseño, colocación y materiales de los rótulos publicitarios, toldos y expositores de fachada para controlar y reducir la proliferación y la diversidad de estos elementos que irrumpen negativamente en el espacio urbano, generando multitud de formas, materiales y colores. La novedad es que se fijan por primera vez unas directrices para los muebles expositores colgados en las fachadas de los edificios.
Para estos elementos la Gerencia permite dos modalidades: expositor tipo vitrina o tipo celosía. Los técnicos establecen unas limitaciones con las dimensiones de cada uno de ellos. Además, se regula su número, fijando que en un mismo establecimiento podrán colocarse como máximo dos vitrinas, dos celosías o un mueble de cada tipo, no pudiéndose superar la cantidad de dos unidades por negocio aunque las dimensiones de la fachada lo permitan. Se exige que estos expositores se adapten a los elementos arquitectónicos de las fachadas, de forma que permitan hacer una lectura adecuada. También se establece su altura con respecto a la rasante del acerado (que no podrá ser superior a los 30 centímetros), así como su disposición en caso de que la fachada tenga zócalo sobresaliente del plano de la misma, en cuyo caso se tendrán que colocar verticalmente. En el documento se establece que estos elementos no presentarán aristas cortantes que puedan ocasionar peligrosidad y, deberán estar realizados en madera, acero o aluminio lacado como únicos materiales admitidos. Los colores permitidos son el blanco y el beigh, y no podrán llevar publicidad de ningún tipo.
Para la publicidad impresa en los rótulos se decreta el uso de dos únicos tipos de color de tinta: blanco y dorado. La tipografía se fija como tipo de letra Leelawadee. Respecto al tamaño y su disposición, se especifica que serán siempre sueltas, que no superarán una altura superior a los 40 centímetros y que la colocación se realizará sobre el hueco de entrada a una distancia mínima del dintel de diez centímetros. Los rótulos se escribirán alineados al lado derecho y en dirección hacia la izquierda, en un 83% de su longitud. Podrán realizarse en dos líneas separadas entre sí a una distancia mínima de diez centímetros. Los materiales de los rótulos podrán ser únicamente pétreos, de acero o aluminio lacado. Por último, no se permitirán rótulos ni vinílicos en puertas escaparates.
Los toldos se adaptarán a los elementos arquitectónicos de las fachadas de los negocios, de forma que permitan hacer una lectura adecuada, respetando tamaño de huecos y cornisas especialmente. Su colocación deberá hacerse en los huecos, y se permitirán sólo los colores blanco y beigh. En estos colores podrán incorporar rótulos en la parte inferior derecha.
Una vez aprobados estos criterios de diseño y estéticos, la Gerencia ha comenzado a comunicar a los establecimientos situados en la Plaza del Salvador y Hernando Colón su necesaria adopción, otorgándoles un plazo para ajustar sus instalaciones a estos requerimientos de treinta días a partir de la notificación. Urbanismo concede este plazo de tiempo para presentar la documentación técnica pertinente para legalizar estos elementos. Una vez examinadas técnicamente las propuestas se podrán solicitar las licencias de legalización por parte de los interesados. En aquellos casos en los que no se adopten voluntariamente las medidas ordenadas, la Gerencia instará a los responsables de estos negocios a su legalización, pudiendo proceder a su retirada si no cumplen la orden.
En el barrio de Santa Cruz se realizará una reordenación integral para frenar un evidente deterioro. No sólo se quedará en la publicidad irregular. Se trata de una estrategia integral de protección para borrar los excesos de los últimos años, como el exceso de veladores, la ocupación de la vía pública que hacen los comercios y el flujo masivo de turistas. La mayor parte de las acciones van destinadas a minimizar los efectos del turismo en los residentes. Una de ellas es la creación de unos itinerarios y áreas marcadas para realizar las explicaciones.
El tránsito de los turistas por el barrio es una de las cuestiones que se regularán. El Ayuntamiento ha establecido el siguiente itinerario principal para los grupos: Plaza de Alfaro, Callejón del Agua, Agua y Vida, Judería, Patio de Banderas, Plaza del Triunfo, Joaquín Romero Murube, Plaza de la Alianza, Rodrigo Caro, Plaza de Doña Elvira, Gloria, Plaza de los Venerables, Jamerdana, Pasaje de Andreu o Pasaje Vila, Rodrigo Caro, Mateos Gago y Plaza Virgen de los Reyes. Se han establecido unos puntos donde los guías puedan dar sus explicaciones para evitar conjuntos residenciales o zonas de mucho tránsito: Plaza de Alfaro, Patio de Banderas, Plaza del Triunfo, Plaza de la Alianza, Plaza de Doña Elvira, Plaza de los Venerables y Plaza Virgen de los Reyes. También se restringirá la circulación en bicicletas, segways, monopatines, motocicletas u otros similares, en grupos por zonas con alta densidad en el uso de medios de transporte o incluso individuales en lugares de mucho tránsito peatonal.
La segunda línea de este trabajo es la regulación de la ocupación el espacio público. No sólo se trata de evaluar la retirada de veladores en los 14 establecimientos afectados en una primera fase –que comprende el eje de Rodrigo Caro, Plaza de la Alianza, Plaza de Doña Elvira, Gloria, Vida y la muralla– sino de evitar que los comercios puedan sacar a la calle sus artículos o minimizar las molestias de las múltiples actividades que se puedan desarrollar en la zona.
Respecto a la experiencia previamente desarrollada en el área conformada por la calle San Fernando, la Puerta de Jerez y la Avenida de la Constitución, los técnicos de Urbanismo apuntan que el 90% de los establecimientos han adaptado ya sus rótulos y toldos a los criterios estéticos aprobados el pasado año.
Mano dura contra los dueños incumplidores de la normativa
Operarios de la Gerencia de Urbanismo han retirado en varias ocasiones los elementos publicitarios del entorno de la Catedral. El Consistorio ha actuado de manera subsidiaria al no iniciar los dueños de estos establecimientos los trámites para ajustar sus rótulos, carteles y demás reclamos a la estética única que se presentó antes del pasado verano. EL Ayuntamiento dio dos meses para que los establecimientos de la Avenida de la Constitución, la calle San Fernando y la Puerta de Jerez cambiaran sus actuales reclamos publicitarios por el modelo único diseñado por la Gerencia con el objetivo de armonizar la estética del entorno de los principales monumentos de la ciudad. Entonces, se dio un mes, prorrogable a dos, para que se cambiaran. En los nueve meses que han pasado desde entonces, han sido muchos los establecimientos que se han dirigido a las caracolas de la Isla de la Cartuja para presentar sus cambios. Sin embargo, hay otros que ni siquiera se han interesado por la nueva imagen que deben dar a sus comercios, por lo que Urbanismo decidió actuar y retirar los actuales elementos publicitarios. La mano dura seguirá en la Plaza del Salvador y la calle Hernando Colón.
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