El turno de noche de la Policía Local de Sevilla queda reducido a la mitad
La Unidad de Intervención Nocturna, que fuera puntera en su día, ha perdido una veintena de agentes en los últimos seis meses
Hay noches con apenas tres patrulleros para toda la ciudad, que difícilmente pueden atender los servicios
El Ayuntamiento alega que es un problema circunstancial motivado por jubilaciones y bajas, y que trabaja reforzar la unidad
El caso de la pizza pone de manifiesto la falta de agentes municipales
El caso de la pizza ha puesto de manifiesto las carencias en el turno de noche de la Policía Local de Sevilla, que día a día pierde agentes y apenas puede atender los servicios que entran. La madrugada del 2 de abril, una mujer llamó al 092, teléfono de emergencias de la Policía Local, pidiendo una pizza. Eran las tres de la mañana. La llamada extrañó al agente que atendió al teléfono, que siguió hablando con la mujer intuyendo que podía haber una situación de peligro. En un momento, la llamada se cortó.
Como no había policías locales disponibles, el operador derivó el aviso a la Policía Nacional. Un agente de este cuerpo devolvió la llamada a la mujer, que siguió insistiendo en que quería una pizza. Ante la sospecha de que se trataba de un código para alertar de que se encontraba en una situación de riesgo, el agente mantuvo la conversación, averiguó la dirección en la que estaba y envió a dos policías de paisano que se hicieron pasar por repartidores de pizza. Estos agentes descubrieron que la mujer estaba retenida en contra de su voluntad por un hombre con el que había quedado a través de las redes sociales.
Esta intervención ha sacado a la luz el estado actual de la Unidad de Intervención Nocturna (UIN), un grupo que fue en su día puntero y que desde la llegada del nuevo gobierno municipal, presidido por José Luis Sanz, está en claro declive. En los últimos meses han abandonado la unidad 19 agentes (un oficial y 18 policías). Quedan en servicio un subinspector, 4 oficiales y 34 policías, es decir, 39 funcionarios en total. Durante la primera semana de abril, cuando se produjo el incidente de la pizza, había unos 16 policías asignados por noche. Sin embargo, algunos de ellos no estaban porque hay algunos de baja por enfermedad y otros que han pedido algún tipo de licencia como asuntos propios o días por estudios. En la noches de marzo de 2023, por comparar con el año anterior, había 26. Y ya faltaban agentes entonces.
En la práctica, esto se traduce en que hay muchas noches con 3 ó 4 patrulleros disponibles para toda la ciudad. En el momento en que tienen que atender un accidente de tráfico, difícilmente pueden atenderse otro tipo de servicios. De hecho, fuentes policiales aseguran que la UIN lleva meses sin acudir a llamadas de ruidos en barrios que pueden considerarse conflictivos, y por propio protocolo de seguridad deben acudir varios patrulleros para que dos agentes solos no puedan verse rodeados en un momento dado.
La unidad está, a día de hoy, al 64% de la dotación contemplada en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT), que indica que debe haber 61 agentes en ella. Ha de haber un subinspector, tres oficiales y 57 policías. La mayoría de los policías se han ido en atribución de funciones a otras unidades, por lo que en teoría deberían volver, aunque la intención general de los agentes es no hacerlo. Otros policías han salido de la UIN con informes médicos que les aconsejaban dejar de trabajar en el turno fijo de noche.
Un policía que trabaja de forma fija en el turno de noche cobra unos 200 euros brutos más que el que no lo hace. Sin embargo, la mayoría de los agentes de la UIN no estaban en ella por este dinero, que es fácil de recuperar con productividad o servicios extraordinarios, sino porque prácticamente todo el trabajo que hacían era de seguridad ciudadana. De hecho, la unidad tuvo una época dorada no hace mucho, en los años 2020 y 2021, con persecuciones e intervenciones casi diarias, atrapando a aluniceros y delincuentes de todo tipo, e interviniendo incluso en un caso de secuestro en el Polígono Norte.
Esto hace tiempo que ha cambiado y la mayoría de servicios relacionados con este asunto entran por el 091 (Policía Nacional) o se derivan a este cuerpo. En muchas ocasiones, los policías locales no se enteran de sucesos que ocurren en la noche, pues la coordinación entre cuerpos de seguridad que las autoridades pregonan no es tan real en las calles.
A esto hay que sumar que la edad media de la plantilla de la UIN ronda los 45 años y el trabajo de noche desgasta más que el de día. Además, al haber pocos patrulleros, no hay parones para descansar durante la jornada pues tienen que atender continuamente los servicios que van saliendo.
En verano del año pasado, la unidad se reforzó con 15 efectivos, que de forma voluntaria estuvieron trabajando de noche desde el 1 de julio al 31 de octubre de 2023. De lo contrario, la UIN habría tenido que cerrar. Estos cambios temporales se intentaron prorrogar pero el Ayuntamiento no lo permitió porque no había dinero para pagar el plus del turno de noche a esos policías, que terminaron marchándose. El sindicato CSIF ha denunciado esta falta de personal y recuerda que José Luis Sanz prometió durante la campaña electoral que reforzaría la UIN. Lejos de ello, la realidad es que cada vez hay menos policías.
Fuentes del Ayuntamiento de Sevilla admitieron que existe esta falta de personal en la UIN, pero aseguran que es algo circunstancial que se ha dado por una serie de jubilaciones y bajas que hacen que haya un buen número de policías que no están operativos. El refuerzo no se pudo mantener porque legalmente no se les puede pagar esos pluses a agentes que no son de la unidad.
El gobierno local asegura que la semana de Feria está garantizada y que este déficit de personal no le afecta a esta fiesta mayor, que cuenta con unos turnos de trabajo distintos, como ya ocurriera en Semana Santa. En cuanto a la dotación ordinaria, lo que pretende hacer el ejecutivo de José Luis Sanz es una nueva RPT para que haya un refuerzo importante del turno de noche.
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