La turismofobia se desata en Sevilla
Turismo
Numerosas cajetillas para las llaves de los apartamentos turísticos han amanecido este jueves selladas con silicona
Los autores de estos actos vandálicos han colocado pegatinas con el lema 'tourist go home'
Una usuaria denuncia lo que ha visto en su portal de Sevilla y revoluciona Twitter
Los pisos turísticos llegan a Los Pajaritos y las Tres Mil Viviendas
La turismofobia -el odio al turismo y todo lo relacionado con este sector- se ha desatado en Sevilla. Prueba de que esta contestación ciudadana -ante una actividad que ya devora literalmente todo el centro de la ciudad- ha llegado es lo ocurrido este jueves en varios portales de bloques de pisos, dedicados a alojar temporalmente a visitantes. Numerosas cajetillas donde se guardan las llaves de los apartamentos turísticos han amanecido selladas con silicona. Los autores de este acto vandálico han dejado su personal firma a través de unas pegatinas en las que se lee: "Esto antes era un hogar. 'Tourist go home'".
Este tipo de proclama ha sido frecuente años atrás en otras ciudades españolas, como Barcelona, la primera gran urbe donde se desató la turismofobia, que hasta ahora los principales gestores municipales de Sevilla han negado que pudiera ocurrir en la capital andaluza.
Pero los hechos no engañan. El sellado con silicona y pegamento de dichas cajetillas se ha producido a la entrada de bloques de pisos en distintos barrios del Casco Antiguo, como la Alameda, el entorno de las setas de la Encarnación y la Alfalfa, entre otros enclaves.
El malestar vecinal
Un acto vandálico que tiene lugar días después de que una vecina denunciara en Twitter, con una foto, la colocación de hasta cuatro cajetillas de este tipo en su bloque de pisos, donde el uso residencial se ha reducido al mínimo frente al turístico. Dicha publicación se convirtió en viral y muchos usuarios de la red social manifestaron su malestar por una actividad que se ha adueñado de la ciudad. Y no sólo del centro, pues como dio a conocer este periódico el pasado fin de semana, ya se ofertan pisos turísticos en Los Pajaritos y Las Tres Mil Viviendas, barrios alejados del Casco Antiguo y con bastante inseguridad ciudadana. Además, en el caso de Los Pajaritos (por su cercanía con la estación del Metro) se alquilan a un precio que no se puede considerar módico.
La colocación de estos cajetines ha comenzado a inundar las fachadas de numerosos edificios donde se presta dicho servicio. Así ha ocurrido recientemente en Málaga, donde tal proliferación ha llevado a su ayuntamiento a ordenar la retirada de estos elementos de la vía pública. Los vecinos habían alertado de que estas cajetillas ponen en riesgo los bloques de viviendas, al no ser seguras y poder permitir la entrada de gente no autorizada a las zonas comunes. Hasta tal punto ha llegado el enojo de los residentes, que en vísperas electorales, el candidato a la alcaldía malagueña por Adelante Andalucía, Luis Rodrigo, ha llegado a publicar un vídeo en las redes sociales en el que muestra cómo sellar con pegamento estos candados. En la publicación anima a los malagueños a seguir sus pasos.
Zonas saturadas
El Ayuntamiento de Sevilla, con la colaboración de la Junta de Andalucía, quiere poner freno a este tipo de alojamiento, motivo por el cual, una vez pasados los comicios del 28M, declararán algunas zonas de la ciudad como saturadas de pisos turísticos, de manera que no pueda aumentarse la oferta en dichos enclaves. Para ello, como adelantó este periódico, se seguirá el modelo implantado en San Sebastián, donde se ha suspendido temporalmente la concesión de licencias mientras se revisa el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). En el caso de la capital hispalense, habrá que buscar una fórmula legal para poner límite a este tipo de apartamento.
El primer barrio donde se actuará será el de Santa Cruz, donde el número de viviendas destinadas a tal fin supera ya a las residenciales. Una situación que ha empezado a dejar vacías numerosas aulas de los colegios de la zona, al no vivir en él familias con niños.
Las cifras
Una medida que, a todas luces, parece que llega tarde por parte de las dos administraciones implicadas (la local y la autonómica). El sellado con silicona y pegamento de las cajetillas que contienen las llaves de los pisos turísticos constituye un claro síntoma del malestar de numerosos vecinos con una actividad esencial para la economía local, pero que se ha adueñado de la ciudad. No sólo de los inmuebles que acogen visitantes, sino de otros sectores relacionados con él, como la hostelería y el comercio.
Cuando se habla de alojamientos turísticos hay que diferenciar tres tipos. Los hoteles, los apartamentos turísticos y las viviendas con fines turísticos. Esta última, según el registro más actualizado, es la que presenta la mayor oferta, con 30.000 plazas en Sevilla; seguida de las hoteleras (25.000) y la de los apartamentos (5.000).
Fuentes municipales aclararon a este periódico que aún no consta denuncia de ningún titular de estos pisos turísticos por el ataque sufrido en los candados donde se guardan las llaves.
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