El juez tumba la versión de Carcaño por "inverosímil y fantasiosa"
El asesinato de marta
El magistrado archiva la causa contra Javier Delgado, el hermano del asesino confeso, por la "nula credibilidad" de su testimonio Critica con vehemencia a la Policía por haberse "extralimitado" al investigar al hermano
Carpetazo en 21 días a una investigación policial que se prolongó durante un año. El titular del juzgado de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, acordó ayer el archivo de las diligencias abiertas por un delito de homicidio contra Francisco Javier Delgado, el hermano de Miguel Carcaño, en un auto en el que critica la "nula credibilidad" del asesino confeso y califica de "inverosímil y fantasiosa" su séptima versión del crimen. Según el magistrado, el nuevo relato que Carcaño hizo a la Policía en la prisión es "inconsistente, ilógico e increíble".
El juez analiza en el auto de archivo la credibilidad de la nueva versión de Miguel Carcaño y sostiene que, desde un punto de vista subjetivo, su credibilidad es "nula" porque "quien desde una conducta de extrema crueldad ha sido capaz de mentir tantas veces, facilitando a su antojo versiones tan distintas sobre los hechos y posee una mente manipuladora según se deduce del informe de los médicos forenses, no puede recibir hoy de manera tan gratuita tamaño reconocimiento", sobre todo, explica el juez después de haber dado tantas versiones "variopintas" sobre el destino del cuerpo y en las que ha incriminado "a su antojo al menor y a Samuel, según conviniera", además de haber "intentado -o simulado- quitarse la vida en prisión". Para el magistrado, que Carcaño afirme ahora que está diciendo la verdad resulta de una incredibilidad "notoria y grosera".
En cuanto a la credibilidad objetiva, es decir, a la valoración crítica del contenido de su declaración, el juez concluye que la versión que ofrece ahora carece del "más mínimo elemento de corroboración objetiva capaz de poner en cuestión la presunción de inocencia de Javier Delgado". El juez analiza su declaración, punto a punto, y señala que Miguel describe que habría recibido una "verdadera paliza", pero sin embargo los testigos que le ven al día siguiente en su casa "no observan en él signo alguno exterior de haber recibido esa paliza". Tampoco es lógico ni creíble, continúa, que el hermano desplegara "una violencia brutal mucho mayor" con Marta por haber intercedido en la discusión entre ambos hermanos.
La entrada de Francisco Javier García Marín, el Cuco, en el piso de León XIII es "disparatada", porque no es lógico que Miguel abriera sin más la puerta sabiendo que en el piso "acababan de matar a una niña". Rechaza el juez, por "absurda", la forma en la que el asesino confeso relata cómo sacaron el cuerpo del piso de León XIII y "no menos absurda, ilógica y hasta fantasiosa es la forma en la que habrían trasladado el cuerpo de la menor hasta su sepultura", colocando el cuerpo a la vista en el asiento trasero, lejos de ocultarlo en el maletero o tenderlo en el interior del coche oculto.
Sobre la posibilidad de que el hermano tuviera un arma por su trabajo como vigilante, el juez recuerda que la Intervención de Armas de la Guardia Civil ha certificado que "nunca" tuvo armas a su nombre, por lo que "es creíble" cuando el hermano afirma "con severidad y contundencia" que nunca ha tenido un revólver.
Valorando todas estas pruebas y el hecho de que Carcaño "no acierte a explicar el origen de los restos biológicos de la menor en la cama o en el suelo de la habitación, o la absoluta indeterminación sobre la localización del sitio en que dieron sepultura al cuerpo de la víctima, o la falta de sentido que tendría exponerse a utilizar una zanja de grandes dimensiones que otros tenían ya excavada con alguna finalidad y no haberla tapado por completo (se habrían limitado a cubrir con escombros el cuerpo", el juez acuerda el archivo porque, en su opinión, "no existe el más mínimos indicio" de que Javier Delgado participara en el crimen.
El auto critica con vehemencia la intervención de la Policía Judicial, por cuanto, si bien reconoce el "denodado esfuerzo y diligencia" que ha desarrollado desde el inicio de la causa para agotar la investigación de todas las hipótesis para localizar el cuerpo, el juez considera que era "improcedente" volver a interrogar a Carcaño, un preso penado, "sobre hechos por los que ya fue juzgado y sentenciado". Argumenta asimismo que si la Policía estaba buscando el cuerpo, lo único que debía y debe hacer Carcaño es decir cuál fue su suerte o concreta localización -no es creíble que lo desconozca o no sea capaz de recordarlo- y sólo a partir de entonces proceder a contrastar esta información y a promover ante el juzgado, si necesario fuere, cualquier actuación que resulte instrumental para su hallazgo".
La segunda crítica a la actuación policial se desarrolla en torno a la investigación realizada sobre el hermano, por cuanto Francisco Javier Delgado fue "absuelto por sentencia firme del delito de encubrimiento por el que fue acusado" y los efectos de la cosa juzgada y del principio jurídico non bis in ídem, impiden que pueda seguirse un procedimiento contra él sobre los mismos hechos. El juez advierte de que "existe una clara extralimitación de la Policía Judicial cuando vuelve a recibir declaraciones testificales sobre los movimientos de Francisco Javier Delgado fuera del domicilio" y sobre su posible participación en el traslado del cuerpo en un vehículo.
El instructor considera que la Policía con estas actuaciones está cuestionando "el propio trabajo de investigación que realizó durante años, que fue concienzudo y minucioso y poniendo en duda las bases o pilares de la misma".
Por último, el juez ha pedido a la Policía que informe sobre "si está pendiente de practicar alguna actuación orientada a la búsqueda del cuerpo", a pesar de que insiste en que la Policía puede buscar el cadáver sin necesidad de un mandato judicial expreso, porque con esta finalidad permanece abierta una pieza separada en el juzgado para tratar de recuperar el cuerpo de la joven asesinada.
El auto abre incluso la vía para que la Fiscalía pueda actuar ahora contra Carcaño, al estimar que con esta nueva versión el asesino "reincide en la misma conducta" por la que ya fue condenado por el Tribunal Supremo por un delito contra la integridad moral -a un año y tres mes de prisión-, "facilitando que nuevamente asistamos a la crueldad de sus cambiantes versiones sobre el paradero del cuerpo".
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