Tuberculosis: Una enfermedad muy viva en Sevilla y que parece de ‘otra época’
La provincia registra una tendencia al alza de la enfermedad desde 2022 con más de 160 casos detectados este año
El mayor volumen de casos se detectan en las zonas de la ciudad con mayor exclusión social
Las autopsias hechas en Sevilla revelan que el 42,7 por ciento de las muertes no fueron por causas naturales
La tuberculosis puede parecer así de primeras una enfermedad de otro tiempo, pero la realidad es que en los últimos años vuelve a estar muy presente. Una enfermedad de nombre viejo y conocido, que se contagia con facilidad y se olvida con facilidad también, que a lo largo de la historia ha sesgado la vida de personajes tan conocidos como Gustavo Adolfo Bécquer, el rey Alfonso XII o Franz Kafka, y que en pleno siglo XXI continúa siendo una de las causas más importantes de enfermedad y muerte en muchos países y un importante problema de salud pública a nivel mundial del que los epidemiólogos advierten de una tendencia al alza en su incidencia tras años de caídas, más acusadas durante la pandemia del coronavirus.
Lo dicen los números. En 2023, aproximadamente 10,8 millones de personas contrajeron tuberculosis en todo el mundo, de las que 8,2 millones fueron diagnosticadas por primera vez. Es la cifra más alta registrada desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) iniciara su seguimiento mundial en 1995. De hecho, según apunta el organismo, la tuberculosis vuelve a ser la enfermedad infecciosa más mortífera tras la disminución de las muertes por Covid-19.
Sevilla no escapa a esa tendencia. Un estudio de la Direccion General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Consumo realizado por el Distrito Sanitario Sevilla con datos de enero a junio de este año así lo atestigua. Según el documento, la capital ha experimentado un ascenso brusco de la incidencia de la enfermedad con un aumento semestral desde el año 2022 del 25%.
En números redondos, eso se traduce en 134 casos diagnosticados entre enero y junio. El último informe semanal, con fecha del pasado 8 de noviembre, los eleva a 166. Lo cual denota ese aumento sostenido del que avisan los epidemiólogos. Sevilla es la provincia con más casos diagnosticados en lo que va de año, muy lejos de la segunda, Almería, donde se han detectado 116 casos; o la tercera, Málaga, con 69 infecciones. En términos de muertes, en el primer trimestre de 2024, la enfermedad se ha cobrado la vida de tres personas en la provincia de Sevilla, según los datos registrados en el portal del Instituto de Estadísticas y Cartografía de Andalucía (IECA). En 2023 fueron 12 los fallecimientos comunicados.
Eduardo Briones, miembro de la Sociedad Española de Epidemiología y uno de los firmantes de este estudio, reconoce la "preocupación" entre el sector sanitario por este cambio de tendencia que atribuye, entre otras posibles causas, al fin de las medidas de prevención del Covid, que sirven también para evitar casos de tuberculosis, enfermedad respiratoria de declaración obligatoria desde principios del siglo XX. "Este cambio de tendencia preocupa a los especialistas porque cuando se da un viraje así, cuesta más volver a controlarlo de nuevo", advierte.
El citado informe recoge que la incidencia de tuberculosis es mayor a medida que crece la complejidad social de las personas. Es decir, el aumento de casos observados en el estudio se vincula a zonas de la ciudad con mayor exclusión social y en personas sin domicilio fijo, residencia en zona de nivel socieconómico bajo o muy bajo, personas institucionalizadas o con problemas de dogradicción o alcoholismo, lo cual condiciona, a su vez, "la gestión de los casos, los estudios de contactos y la cumplimentación de los tratamientos", apunta literalmente el documento.
La análisis de casos detectados por centros de salud de la capital denota esas mayores tasas de diagnóstico en zonas de nivel socioecnómico más bajo, con un claro aumento en el periodo de 2023 a primer semestre de 2024, situándose en algunos casos por encima de 40 casos por 100.000 habitantes. En cuanto a la tendencia de las tasas por edad y sexo, el citado estudio ha detectado un claro aumento en la proporción de casos en mayores de 65 años.
"Se trata de un cambio de patrón epidemiológico que hace necesario un cambio en la estrategia de control de la enfermedad, apliando los recursos dedicados y desarrollando el abordaje sociosanitario de los casos con apoyo específico para mejorar la adherencia a los tratamientos", concluye el citado informe.
La Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud y Consumo recuerda que la tuberculosis es una enfermedad contagiosa producida por el bacilo Mycobacterium tuberculosis, que afecta principalmente a los pulmones. Se propaga por el aire cuando las personas enfermas expulsan bacterias por las vías aéreas, por ejemplo, al toser o estornudar. Según los cálculos de la OMS, una cuarta parte de la población mundial la ha contraído, aunque solo unos pocos la desarrollan, especialmente, durante los dos primeros años tras el contagio. Algunas personas llegan a eliminar la infección, que afecta fundamentalmente a los pulmones, pero que también puede extenderse a otros órganos. A pesar de todo, se puede evitar y cuidar si se toma seriamente como una amenaza para los individuos y para la salud pública. Esto exige una prevención, una diagnosis y un tratamiento eficaces y oportunos.
El epidemiólogo Nicola Lorusso es el responsable de este área en Andalucía y reconoce ese cambio de tendencia en la transmisión de la enfermedad advertido por los profesionales del Distrito Sanitario Sevilla, a nivel local, y por la OMS, en todo el mundo. "Es un cambio de tendencia que se ha observado, no sólo en Andalucía, sino en España y en la mayoría de países de la Unión Europea", indica el experto. "Los datos iniciales del 2024 están en línea con los del 2023 por lo que se puede vislumbrar que, tras el ascenso de años atrás, se estarían estabilizando las cifras. Sevilla sigue siendo una de las provincias con mayores tasas de incidencia, junto a Almería y Huelva, incluso por encima de la media de España, aunque hay que recordar que a nivel de Andalucía la tasase mantiene por debajo de la media nacional", señala.
Lorusso apunta otras anomalías a la hora de hacer seguimientos y poner coto a la expansión de la tuberculosis. Por un lado, advierte de que en Andalucía "la enfermedad afecta a un 45% de personas que no han nacido en España", por lo que "la diversidad de sus contactos hace que los seguimientos y el tratamiento de la enfermedad sea más complejo". Por otro, la compleja labor de garantizar la adherencia al tratamiento para que resulte efectivo, así como el estudio de la multirresistencia. "Afortunadamente en Andalucía, más del 95% de los casos notificados inician el tratamiento y más del 85% de los casos lo finalizan con éxito", advierte en esta línea.
El experto pone de relieve la importancia de mantener el control sobre la tuberculosis animal ya que ciertas especies, como el ganado ovino o bovino, que pueden actuar también como reservorio y convertirse en posible foco de transmisión de la misma por vía digestiva, si se consume leche u otros lacteos sin pasteurizar, o por vía aérea, con mayores posibilidad en este caso en ganaderos y personas que manipulan estos animales.
Louruso advierte, además, de dados datos actuales en torno a la enfermedad, los objetivos que la OMS se marcó con la Estrategia Fin a la Tuberculosis, siguen estando muy lejos. Esto es que entre 2015 y 2023, la reducción neta de la tasa de incidencia fue del 8,3%, muy por debajo del 50% que el organismo contemplaba para 2025. También la reducción de la mortalidad está muy distanciada de los objetivos, con un 23% de descenso frente al 75% previsto.
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