El triunfo de Laura Gallego en Cazalla de la Sierra

Un acontecimiento para el recuerdo. Laura Gallego puso bocabajo el Casino de Cazalla de la Sierra. Lleno a reventar, incluida la planta alta. Víctor Torres a la guitarra. El espectáculo a beneficio de las obras de reparación de la Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación fue conducido por el periodista Diego J. Geniz, que hilvanó una amena entrevista a la cantante entre cada interpretación. Sentados en mullidas butacas, como si estuvieran solos en una charla de mesa de camilla, con una copita de guinda en armonía con el exorno floral. Un formato original que dio mucho juego y mantuvo la atención de los asistentes. Al menos de los que pudieron entrar, todo sea dicho, pues hubo público que se quedó fuera al estar el aforo completo. El escenario, adornado con flores de pascua, estaba presidido por el azulejo de la Virgen del Monte, patrona de la localidad, así como por el colocado el pasado agosto en recuerdo de la visita del arzobispo de Sevilla.

No faltó un detalle, mucho menos la peina característica de las folclóricas. Ni las opiniones valientes de la artista en respuesta a cada pregunta del periodista, incluidos los recuerdos de sus comienzos y de aquellos años en que sus amigas seguían a cantantes que estaban muy alejados de la copla. Pero ella jamás dudó de su pasión desde niña. Y si es necesario será la última folcórica. Sin complejos. El público se deleitó con María de la O, Ojos verdes, villancicos, un popurrí de coplas y un final de apoteosis con Que no daría yo. Gallego dejó nuevamente muestras de un torrente de voz incomensurable y del dominio de un género, el de la copla, del que siempre se exhibe como una férrea defensora. El presidente del Casino, Antonio Jesús Rosendo, calificó de éxito rotundo cuanto se vivió en una entidad fundada en 1898. Laura Gallego se prepara para un gran concierto en Fibes el próximo 21 de diciembre con motivo de la gira organizada por su 15 aniversario como cantante.